Dicen los clásicos del mercado que la mejor forma de corregir es subiendo. Cuando los recortes no duran más de un día y su profundidad es mínima -ni de lejos han llegado al 1%-, los bajistas tienen un serio problema porque no son capaces del menor contraataque tras una subida espectacular que ha generado una altísima sobrecompra y que, en teoría, debería haber agotado a los alcistas.
Pues no. Los alcistas siguen siendo los amos totales del mercado y sus fuerzas son infinitamente superiores a las de sus rivales.
Esa es la lectura que cabe extraer de la sesión de ayer en Nueva York: comenzó débil, con caídas que prolongaban las del viernes tras el mal dato de empleo; pero poco a poco los descensos se evaporaron y los índices tradicionales acabaron cerrando al alza; ligeramente, pero al alza: del 0,06% para el Dow Jones (que marcó nuevo máximo histórico intradía) y del 0,08% para el S&P 500.
Lo del Nasdaq fue otro cantar, con un tirón del 0,51% hasta su nivel más alto desde mayo. Detrás, las fuertes alzas de Cablevision -superiores al 10%-, objeto de una opa de exclusión, y de Google (2%) antes de anunciar al cierre el gran bombazo del día: la confirmación de la esperada compra de YouTube, por un valor de 1.650 millones de dólares. Tras la noticia, el valor recortó ligeramente en el after hours.
Esta fortaleza demostrada por Nueva York se trasladará hoy con toda seguridad a Europa, que ayer se tomó un ligero respiro. El EuroStoxx repitió y el Ibex, aquejado por la corrección de las eléctricas y BBVA, cedió el 0,07%.
Ayer no hubo datos económicos relevantes, aunque sí hubo argumentos para los bajistas (lo que hace más doloroso su nuevo fracaso): la inquietud internacional por las pruebas nucleares en Corea del Norte y la recuperación del petróleo hasta 61 dólares a la espera de la confirmación del recorte de producción de la OPEP, aunque desde ahí recayó hasta 59,96 al cierre.
También hubo algunos factores positivos para los alcistas, como los comentarios de la presidenta de la Fed de San Francisco, Janet Yellen, para la que tiene sentido mantener los tipos sin cambios durante un tiempo. Además, se mostró confiada en un descenso de la inflación gracias a la caída de la energía.
Ayer estuvo cerrado el mercado de deuda por la festividad del Día de Colón. El yen cayó con fuerza, golpeado por la crisis de Corea, mientras que el euro se mantuvo por debajo de 1,26 dólares.