Los alcistas aún tienen balas en la recámara: Wall Street rebota con la intención de abandonar la senda bajista
La falta de fuerzas evidenciada al cierre del miércoles hacía pensar en un posible retorno a las caídas, pero ayer los índices consiguieron nuevas alzas, y bastante relevantes: el Dow Jones subió el 0,56%, el S&P 500 avanzó el 0,71% y el Nasdaq, el 0,55%. Esta nueva subida fue interpretada mayoritariamente como un signo de que no vamos a seguir bajando.
Es decir, si ayer tocaba bajar y subimos, es que el mercado está fuerte. Que lo peor ha pasado. Y esta complacencia generalizada es precisamente lo más peligroso: es en estos momentos cuando los incautos se confían... y les pilla el toro (mejor dicho el oso -los bajistas-).
Otro elemento inquietante fueron las malas cifras de ventas de las cadenas de grandes almacenes en EEUU. Los analistas echan la culpa al frío (¿qué frío?) de este invierno, pero lo cierto es que es otro dato que apunta claramente al debilitamiento del consumo norteamericano.
Si el desempleo de febrero que se conocerá esta tarde sale malo (por debajo de 100.000 nuevos empleos), la vuelta a las caídas puede estar servida. Un escenario que, técnicamente, sigue siendo el principal, después de una primera pata bajista y el actual rebote.
Por valores, la estrella fue Ford, que se disparó el 4,1% gracias a las buenas previsiones de los analistas sobre sus cuentas trimestrales.
En otros mercados, el euro recayó a 1,313 dólares tras un discurso de Trichet sobre los tipos menos duro de lo que se esperaba. El dólar también siguió recuperando terreno frente al yen. Los bonos bajaron en precio y su rentabilidad subió al 4,51%. El petróleo cerró plano en las cercanías de 62 dólares y el oro continuó su remontada.