La de ayer fue de esas jornadas que los analistas pueden interpretar de forma muy positiva o muy negativa, según le convenga a su tesis de inversión. Y también fue de las que ponen las cosas difíciles a los que se limitan a seguir el mercado sin dogmatismos.
Wall Street empezó a la baja, como era lógico tras el máximo histórico del miércoles. Pero luego protagonizó una remontada espectacular hasta entrar en positivo, con lo que el Dow marcaba un nuevo récord intradiario. Finalmente, recayó y los índices cerraron con unos descensos muy ligeros: del 0,07% para el Dow Jones, del 0,15% para el S&P 500 y del 0,23% para el Nasdaq, el índice que presenta el aspecto más peligroso.
Los alcistas pueden destacar la remontada, signo de una enorme fortaleza después de que el mercado se recuperase de forma espectacular de la inquietante corrección de la semana pasada y marcase máximos históricos. Una ligera toma de beneficios al cierre no tiene mayor importancia; ya subirá hoy. Los bajistas aludirán a las dificultades de los índices para superar de forma convincente los máximos previos; y si estas dificultades persisten, acabarán bajando.
Lo que es innegable es que el escaso volumen de negocio de estos días navideños exagera los movimientos y los hace poco fiables. Por eso, quizá sea mejor no sacar demasiadas conclusiones de estas sesiones. Disfrutemos del cierre de un año excelente y veremos qué pasa en enero.
Ayer, los datos económicos volvieron a ser muy positivos: las ventas de viviendas usadas crecieron más de lo esperado -confirmando la recuperación indicada por la venta de viviendas nuevas-, el índice PMI de Chicago recuperó los 50 puntos con un alza superior a la prevista, y la confianza del consumidor batió ampliamente las expectativas. Todo esto significa que el crecimiento está más fuerte de lo que se pensaba en EEUU, pero tiene su lado oscuro: la Fed no va a bajar los tipos, y hasta es posible que los suba.
El valor protagonista fue Apple, que bajó el 0,7% después de dos días de intensos altibajos en medio de un aparente escándalo sobre las opciones recibidas por su presidente, Steve Jobs.
En otros mercados, el dólar volvió a bajar, pero redujo su caída tras los buenos datos económicos: terminó en 1,3146 unidades por euro. Los bonos volvieron a caer en precio anticipando más subidas de tipos, con lo que su rentabilidad ascendió hasta el 4,71%, máximo de siete semanas. El petróleo, por último, rompió una racha de cinco caídas consecutivas y recuperó ligeramente hasta 60,53 dólares.