Situación de corto plazo:
El fuerte rebote que vimos la semana pasada ha llevado a los índices estadounidenses a recuperar gran parte de la última y vertical caída, concretamente el 61,80/66% en el caso del Dow Jones Industrial (DJI.NY) y S&P500 (SP500.CH), y del 78,60% en el caso de los índices tecnológicos. No nos sorprendería que el alcance de estos puntos de giro potenciales y teóricas resistencias provoque un freno en el rebote y una consolidación que, de momento, se resiste a tomar cuerpo.
En este sentido, a corto plazo lo más destacable es ver como no se han visto confirmadas las implicaciones potencialmente bajistas de las líneas de vela que desplegaron los índices estadounidenses el pasado viernes, en forma de estrella fugaz, para lo cual exigíamos un cierre diario por debajo de los mínimos del viernes. Esto es una señal de fortaleza que invita a no descartar una continuidad del rebote hacia los altos del año. Descartaríamos esta hipótesis si finalmente se pierden soportes de 6.740 en el Nasdaq 100 (NDX100.NQ).
Situación tendencial:
La tendencia alcista que definen los principales índices norteamericanos desde el año 2008 / 2009 se mantiene del todo vigente y por el momento no vemos nada que plantee la posibilidad de que se haya visto un techo sostenible en el tiempo dentro de la misma por lo que lo más probable es que las alzas, correcciones al margen, tengan continuidad en próximos meses.