Terrible jornada para la renta variable española, que se desplomó literalmente junto a otras plazas como Portugal; ambas asediadas por la presión del mercado sobre su credibilidad financiera. La pérdida de soporte decreciente es, teóricamente, una señal de venta en tendencia principal.
La situación del mercado global aún no confirma la ruptura en tendencia que estarían experimentando nuestros índices. Como puede verse en el gráfico adjunto, el Dow Jones Industrial han perdido la zona de soporte decreciente, y eso impide tener técnicamente claro que estemos ante un auténtico empeoramiento general de la tendencia de mercado. España, de momento, sufre junto a otros pero más bien sola mientras no se demuestre lo contrario. Si en los últimos años el Ibex 35 ha sido la envidia del mundo, ahora es un apestado. El mercado es un péndulo.