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La caída en desgracia de Chanel tras su éxito en Eurovisión: del bronce a… ¿La maldición del Festival?
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Lucas del Barco
Este viernes, Chanel lanza un nuevo tema titulado Zakaza, con el que pretende reconectar con el público y aspirar a convertirse en una de las canciones del verano. ¿Será esta la canción que marque el renacimiento de su carrera? ¿O confirmará que el brillo de Eurovisión es, para muchos artistas españoles, tan intenso como fugaz?
Cuando Chanel Terrero se alzó con el tercer puesto en Eurovisión 2022 con SloMo, todo apuntaba a que su carrera despegaría con fuerza. La artista hispanocubana vivió entonces un fenómeno mediático sin precedentes y fue recibida como una estrella en potencia. Sin embargo, tres años después, la realidad es muy distinta: su perfil público se ha desdibujado y sus lanzamientos musicales no han logrado consolidarla como referente del pop español. ¿Qué ha ocurrido? ¿Fue Eurovisión un trampolín… o una trampa?
El caso de Chanel reabre un viejo debate: ¿es Eurovisión una plataforma que impulsa carreras o un trampolín hacia el olvido? En el caso español, los antecedentes no son alentadores. Desde los años 80, la mayoría de nuestros representantes han caído en el anonimato o han tenido carreras irregulares. Pocos nombres han logrado consolidarse tras su paso por el festival, con excepciones contadas como Sergio Dalma o Pastora Soler. Ni siquiera un buen resultado garantiza continuidad, como bien muestra la trayectoria reciente de Chanel.
El proyecto Chanel: una apuesta estratégica de alto nivel
La candidatura de Chanel no fue fruto de la casualidad. Su participación en Eurovisión fue orquestada por BMG, la discográfica alemana que, de la mano de su entonces director en España, Pablo Rodríguez, diseñó un plan ambicioso para renovar la imagen de España en el festival. La creación del Benidorm Fest fue parte de esa estrategia, impulsada tras la advertencia de la UER a los países del Big Five —entre ellos España— de que debían mejorar su desempeño o perder su plaza automática en la final.
BMG reunió a un equipo internacional de compositores para crear un tema con potencial y buscó a la intérprete ideal. Tras descartar a la primera opción, se fijaron en Chanel, una joven actriz de musicales que terminó imponiéndose en el Benidorm Fest. Con una canción pegadiza, una coreografía vibrante y una campaña de promoción bien engrasada, Chanel arrasó en Turín y logró el mejor resultado para España desde 1995.
El giro inesperado: decisiones cuestionables y un cambio de rumbo
Tras ese éxito, parecía que lo más difícil ya estaba hecho. Sin embargo, Chanel tomó una decisión que marcaría su trayectoria: abandonó BMG y firmó con Sony Music, rompiendo con el equipo que la llevó a lo más alto. Poco después, el coreógrafo Kyle Hanagami —autor del icónico baile de SloMo— prohibió su uso alegando motivos legales. La canción, tan dependiente de su puesta en escena, perdió parte de su impacto.
El conflicto con Hanagami finalmente se resolvió y Chanel recuperó los derechos sobre la coreografía, pero el daño ya estaba hecho. Su primer álbum, ¡Agua!, publicado bajo el sello de Sony, incluyó Clavaíto, un single de cierto éxito, pero el disco cayó rápidamente en las listas: del número 1 al 91 en apenas semanas. La propia artista confesó después que el proceso creativo fue traumático: "La industria me llevó por un camino que no quería. Me sentía perdida. Lloraba antes de grabar. No lo disfrutaba".
Un presente discreto: sin hits ni listas
Sony le dio la carta de libertad y Chanel pasó a formar parte de ONErpm, una agencia independiente con la que ha lanzado dos nuevos singles: Antillas y Una bala. Este último ha tenido una recepción modesta, con alrededor de medio millón de reproducciones en Spotify desde su lanzamiento el 6 de junio. Una cifra respetable para una artista emergente, pero muy por debajo de lo esperado para una figura que representó a España en Eurovisión con tanto impacto mediático.
Para ponerlo en perspectiva: artistas como Bad Gyal, Lucho RK o Rusowsky superaron ampliamente esas cifras con lanzamientos en la misma fecha. Además, ninguno de los nuevos temas de Chanel ha conseguido entrar en el 'Top 100' semanal de Promusicae, lo que deja en evidencia la escasa repercusión de sus últimos trabajos.