Inés Hernand: "Nos pedirán una audiencia mínima para no irnos al paro, a no ser que esto sea Corrupción en Miami"
- La presentadora debuta este lunes, si nada lo impide, al frente de 'La familia de la tele'
- Nubarrones en el estreno de 'La familia de la tele': amenaza de tormenta y la decisión de TVE de cancelarlo al tercer día
- RTVE estrena su programa más parecido a la antigua Telecinco en una fecha que oculta un doble significado: 5 del 5 de 2025
David Saiz
Llegó el día (o no) de estrenar La familia de la tele en TVE. Inés Hernand es, junto con Aitor Albizua, el rostro estrella que la cadena pública ha elegido acompañar a los colaboradores más míticos de Sálvame en su desembarco en la cadena pública. El lanzamiento está previsto para esta tarde después de dos intentos fallidos, pero el riesgo de una tormenta de lluvia y granizo amenaza el desfile de carrozas con el que tiene previsto comenzar.
¿Cómo fue el momento en el que te llaman para presentar este nuevo Sálvame?
Me llamaron para quedar y me lo dijeron en directo. Óscar Cornejo y Adrián Madrid cuidan muchísimo el 'tú a tú' y fue así. Se me pusieron los ojos vidriosos con ese Hall of Fame de estrellas que hay en el programa. A cualquier persona que se dedique al entretenimiento, le dicen esos nombres y se viene abajo. Yo dije: 'Madre mía, esto es una barbaridad. Claro que sí, o sea, lo que queráis'. Eso sí, en ningún momento se mencionó que esto fuese un 'nuevo Sálvame'. Al contrario, creo que intentan desdibujarse de eso. Quieren un magacín de tarde que incorpore una pluralidad de contenidos, por supuesto con corazón, pero con otras muchas cosas más. Va a ser con muchas capas y muchos colaboradores y va a ser imprevisible. Ya me lo dijo Mercedes Milá, la televisión tiene que ser imprevisible, y eso siempre lo han hecho muy bien Óscar, Adrián y Valldeperas.
¿Aquella visita que hiciste en diciembre al Ni que fuéramos fue un test para ficharte?
Pues no lo sé, pero, de ser así, salió bastante bien. Yo creo que no. Simplemente, ese día me vinieron a buscar con un móvil enchufándome, con las famosas misiones que hacían en el programa. ¿Eso no es cubismo? Para mí es Marina Abramovi?. La cantidad de gente joven que se va a conectar con la tele... Ese es el verdadero éxito de este formato. Se habla de la batalla de audiencia contra Sonsoles Ónega o Jorge Javier, pero lo que me parece fantástico es incorporar a gente nueva a la televisión. Internet fragmenta, pero la televisión une. Hay una generación ultra revolucionada y de pronto esto puede ser vanguardia.
En esa búsqueda de nuevo público joven, ¿queréis ser 'los Broncanos' de la tarde?
Queremos ser La familia de la tele. Broncano solo hay uno y Belén Esteban solo hay una. La gente que estaba acostumbrada a consumir el digital sigue consumiendo el digital de La Revuelta. Tú ves el sumatorio de su audiencia en competencia con Pablo Motos y, vale, a lo mejor no ha incorporado tanto volumen de espectadores, pero sí que ha generado un debate entre la gente joven.
Te pones al frente de La familia de la tele habiendo grabado Pasa sin llamar, un programa que ni siquiera ha visto la luz todavía en TVE. ¿Cómo lo viviste?
Lamento mucho que no haya visto la luz. No sé si la verá en algún momento, pero en cualquier caso no es mi decisión. Yo lo viví divinamente. Creo que también es importante quiénes dirigen los proyectos. Aquí, en este caso, mi confianza en Valldeperas es absoluta. O sea, es una persona que en el tipo de formatos que ha hecho desde el minuto cero, se ha visto el resultado de forma muy inmediata. Creo que lo que hay que hacer es dejarse guiar por este tipo de personas.
En este caso va a ser un directo…
Eso va a ser sencillamente mi tumba, ese directo. Yo sencillamente en consulta parlamentaria continua. ¡Es broma, hombre!
TVE no puede hacer lo mismo que hacía Sálvame. ¿Cómo lo vais a gestionar?
Entiendo el debate y me imagino que estarán trabajando en ello para que eso no ocurra. En cualquier caso, la labor del presentador me imagino que es no permitir que eso se desmadre o no permitir ciertas actitudes.
Habría cosas de la etapa de Sálvame que podrían entrar en conflicto con tu forma de pensar. ¿Te aseguraste antes de aceptar el proyecto de que se iban a controlar ese tipo de situaciones?
Hay muchas cosas que se firman y luego no se cumplen. Y hay muchas cosas que se cumplen sin haberse firmado. Tengo unas directrices y una línea editorial personal que es clara y que he llevado a cabo desde que tengo 13 o 14 años. Hay cosas que me cuestiono y otras que corrijo sobre la marcha si son sujeto de revisión. Entonces, al nivel en el que vamos a estar, el de un programa de entretenimiento, no creo que se den esas situaciones de confrontación.
Pero imagínate que sale el tema de la gestación subrogada, por ejemplo. Pues yo ahí puedo decir: 'Esta es mi opinión personal y la digo en mi nombre'. Y ya está. Lo contrario al debate es una dictadura, así que podemos posicionarnos en caso de no estar de acuerdo. Pero siento que es un programa bastante libre, desde el principio han aceptado propuestas y hay mucha versatilidad al respecto.
¿Qué le dirías a esa gente que está en contra de que se destine dinero público a contratar a los colaboradores de Sálvame?
Es que claro, es un debate muy complejo. Tú tienes que tener mucha conciencia de lo público para atacar eso y que sea la mayor de tus preocupaciones. Primero, tienes que entender qué es la Corporación RTVE, cómo se entra ahí, cómo incluso las personas que estamos elegidas para estar ahí no estamos adscritas a una ideología -aunque las tengamos a nivel personal- o no somos afines a un grupo de productoras. Esto se postula, va por licitaciones, cosas que se votan. Desde luego, si crees en lo público, no hay nada más democrático. Si no estás de acuerdo, pues algo tendrás que hacer para intervenir. Yo estoy en contra de los fondos buitre y el otro día fui a manifestarme. El debate no es tan reduccionista como decir que 'Belén Esteban es lo contrario a pagar hospitales públicos'. Es decir, que Belén Esteban no esté no quiere decir que ese dinero se vaya a destinar a tapar boquetes en las carreteras. Es un debate muy complejo y me cuesta reducirlo a una frase, porque requiere de un conocimiento de lo público y lo jurídico que la gente tendría que tener. Ojalá en La familia de la tele podamos dar ese tipo de servicio público.
¿El entretenimiento también es un servicio público?
Desde luego, el entretenimiento es un servicio público en todas las facetas. Y, sobre todo, el promover espacios de debate, en el que se representen distintas realidades y discursos, fomenta algo que puede estar en carencia en el momento que vivimos. Lo digital fragmenta, ya lo he comentado. No tenemos el propósito de joder a nadie. Queremos que todos disfrutemos del entretenimiento de tarde. Además, todo esto encima, si lo solicitan, está sujeto a un contrato. Por lo tanto, si no se cumple con un dato de audiencias, nos iremos todos, como muchos querrían, pues al SEPE.
¿Se os ha puesto ese dato de audiencia 'de corte'?
Creo que se pone en todos los contratos, es una audiencia de corte [un share mínimo que se exige a cada programa para, en caso de no cumplirlo, poder cancelarlo]. Desconozco la nuestra. Lo digo por otros contratos de otros proyectos. Es lo habitual. Igual ni se ha puesto y esto es Corrupción en Miami, no tengo ni idea [Risas].
¿Vais a ganar a Jorge Javier y a Sonsoles Ónega?
Yo soy muy competitiva, como buena Tauro, y me encantaría que sí. Me encantaría hacer mejor dato en algún momento, pero no sé qué va a ocurrir. También Sonsoles lleva un montón de tiempo...
¿Te frustraría no hacer buena audiencia?
Siempre que hagas lo mejor que puedes, no puedes frustrarte por eso. Eso es como el amor o las relaciones de amistad. Cuando uno intenta dar lo mejor de sí mismo, pues poco más se puede hacer. Lo quiero vivir con absoluta y profunda tranquilidad, que es lo que me caracteriza.
¿Te has marcado algún objetivo para este proyecto como presentadora? ¿Te morderás más la lengua o todo lo contrario?
Soy la que soy, entonces me cuesta mucho desdibujarme de mí misma, porque me disociaría demasiado. El propio formato promueve algo más divertido, humorístico y de entretenimiento, así que puede producirse 'el efecto MasterChef'. Que la gente diga: 'Ay, qué divertida. Es un poco rojilla a veces, pero 'jaja'.
¿Te preocupan las críticas en el ámbito político?
Yo estoy muy tranquila. Cuando hay verdad en un programa, la gente lo percibe y lo respeta. Los profesionales caemos en el error de infantilizar a la audiencia. Si se les ofrece una cosa de calidad y divertida, la gente se va a dejar llevar por eso. Si alguien lo critica, La familia de la tele es un producto subjetivo, como lo es todo lo relativo al arte, y se aceptará con todo el cariño del mundo. Lo que me molestaría de verdad son las críticas 'por la cara'. Por eso hay debates en los que no voy a entrar, ni con ciertos partidos ni con ciertos personajes políticos, porque no me gusta ese oportunismo. El político que se dedique a hacer política y a luchar por los intereses de los ciudadanos. Que haga eso y no se meta. Igual que yo no me meto y me meto en el humor, lo social y lo antropológico.