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Ralph Fiennes opina sobre el sucesor de Francisco en El Vaticano: "Siento mucha curiosidad por saber lo que se cocerá en el Cónclave"

Ralph Fiennes en Barcelona y en una escena de Cónclave

Lucas del Barco

Ralph Fiennes es la cara que muchos le ponen estos días al Camarlengo, responsable de El Vaticano durante la Sede Vacante, es decir, el tiempo que pasa entre el fallecimiento del Papa y la decisión de su sucesor. La culpa es de su aclamado papel en Cónclave, la película basada en la novela homónima de Robert Harris, publicada en 2016, y que por cierto se llevó el Oscar al Mejor Guion Adaptado. Ahora, el protagonista de este interesante filme sobre las entrañas de las relaciones de los cardenales en estos momentos tan mediáticos y trascendentes, ha pasado por el Barcelona Film Festival y ha hablado del asunto que todo el mundo de pregunta: ¿habrá un sucesor continuista con el fallecido Francisco o se elegirá a un Papa más conservador?

El protagonista de El Paciente Inglés es uno de esos intérpretes que se mueven con la misma naturalidad entre el cine más autoral y las grandes superproducciones. En la novena edición del Barcelona Film Festival, donde fue homenajeado por su trayectoria, el actor británico presentó The Return, una adaptación de La Odisea en la que da vida a un Ulises curtido por la guerra y los años, y habló también de Cónclave, su nuevo proyecto en clave de intriga vaticana. Durante su paso por el certamen, Fiennes se mostró agradecido por el reconocimiento y el calor del público barcelonés. "Es una ciudad fascinante. Me hubiera encantado tener más tiempo, pero al menos espero visitar la Sagrada Família. Hace muchos años estuve aquí y me marcó mucho", comentó.

En Cónclave, dirigida por Edward Berger (Sin novedad en el frente), se mete en la sotana de un cardenal envuelto en la tensa elección de un nuevo Papa. "Me interesa muchísimo ese mundo hermético, lleno de códigos y simbolismo. No soy religioso, pero me atrae lo que hay detrás del ritual. El guion me hizo pensar en lo que realmente sucede entre esas paredes cuando el mundo entero espera humo blanco. Siento mucha curiosidad por lo que se cuece en un cónclave", confiesa.

Fiennes es reflexivo y calmado, aunque su presencia impone. Al hablar de su Ulises en The Return, reconoce el reto físico: "Entrené duro, estuve cinco meses sin apenas alcohol, siguiendo una dieta estricta. Fue exigente, pero también muy gratificante. Me hizo sentir fuerte y centrado", contó. Pero el mayor desafío, admite, fue conectar emocionalmente con ese héroe roto. "Interpretar a alguien que ha vivido una guerra, que regresa a casa lleno de traumas… es complejo. No lo he vivido, pero como actor debes imaginarlo, buscar dentro de ti esa parte capaz de atravesar esa experiencia. Y no siempre es agradable". Fiennes, que acaba de interpretar a Macbeth sobre las tablas, subraya que su oficio es un ejercicio de inmersión emocional profunda. "A veces tienes que ir a lugares muy oscuros para ser honesto con lo que cuentas. No es fácil, pero es lo que hace este trabajo tan poderoso".

"Ángela Molina ha sido un descubrimiento maravilloso"

La conversación también gira hacia la política, al preguntarle por el auge de los discursos extremistas, un tema que le toca especialmente tras encarnar a Amon Göth en La lista de Schindler. "Me preocupa mucho el resurgir de la extrema derecha. Es un fenómeno que se alimenta del miedo, de la frustración social. El lenguaje de odio se vuelve atractivo para quienes buscan respuestas simples a problemas complejos. Lo hemos visto antes, y lo estamos viendo otra vez", alerta. Sobre su regreso a la dirección, Fiennes desvela que se embarcará por primera vez en la puesta en escena de una ópera: Eugene Onegin, de Chaikovski, en la Ópera de París. "Me lo propuso Semión Bychkov, y aunque al principio me sorprendió, sentí que era una oportunidad única. Llevo tres años preparándola. Es un reto nuevo, pero tengo un equipo extraordinario", comenta con entusiasmo.

El actor, de 62 años, se muestra emocionado por haber vuelto a coincidir con Juliette Binoche en The Return, casi tres décadas después de El paciente inglés. "Trabajar con Juliette siempre es una fuente de inspiración. Es profunda, divertida y generosa. Y Ángela Molina ha sido un descubrimiento maravilloso. Me sentí muy afortunado rodeado de tanto talento". Pese a su currículum imponente, Ralph Fiennes no necesita brillar constantemente. "No me obsesiona estar en el centro. Lo esencial es seguir conectado con lo que me mueve. La curiosidad sigue siendo mi brújula".