Televisión

La película de terror que María León vivió, narrada en primera persona: cuando la pesadilla lleva uniforme

María León

Sara Tejada

El incidente, un episodio de terror para la actriz María León, puede reflejar la compleja relación que más a menudo de lo que creemos se vive entre las autoridades y los ciudadanos, entre la cultura popular y los poderes establecidos, y que plantea una interrogante que va más allá de la superficialidad de las noticias. Porque las sentencias dependen de las leyes y a veces estamos indefensos ante determinadas normas. ¿Cómo enfrentarse a un sistema que parece estar diseñado para silenciar a quienes se atreven a cuestionar a un policía?

El mundo del espectáculo tiene la costumbre de celebrar tanto los logros como los tropiezos de sus figuras más destacadas. En ocasiones, un incidente puede elevar a una celebridad a los titulares, pero también revelar facetas de su personalidad que no siempre son evidentes en la pantalla. Este es el caso de María León, una actriz que ha saltado a la palestra no solo por su carrera artística, sino también por un episodio que sacudió la tranquilidad de su vida personal.

La madrugada del 1 de octubre de 2022 marcó un antes y un después en la vida de la hermana de Paco León. En un aparente episodio de confusión, la actriz fue detenida en Sevilla, ciudad que la vio nacer, bajo acusaciones de resistencia a la autoridad y agresión a una agente de la Policía Local. Según el relato oficial de las fuerzas del orden, la actriz propinó un golpe a una de las agentes y, tras caer al suelo, arrojó una patada, mientras profería insultos como "hija de puta" y "zorra". Un acto de violencia, según las autoridades, que fue desencadenado por una simple solicitud de identificación en la vía pública.

La versión de María León es muy distinta

Sin embargo, la versión de María León es muy distinta. Ella relató, en una entrevista con Jordi Évole, que la situación se desarrolló de manera mucho más compleja y tensa. Según la actriz, la Policía le ofreció un acuerdo para que el incidente quedara "en nada". "Borra los vídeos", le dijeron los agentes, sugiriendo que, si lo hacía, todo podría quedar como un simple malentendido. María León, con valentía, rechazó la oferta, dejando claro que no iba a ceder ante lo que consideraba un intento de encubrimiento. La propuesta fue clara: la posibilidad de que todo quedara en el olvido, a cambio de silenciar la verdad. Pero la actriz se mantuvo firme en su negativa.

Este es el punto donde la historia toma un giro inesperado. En lugar de recibir el trato que le fue ofrecido, la actriz fue detenida formalmente, y los derechos le fueron leídos. La situación se convirtió en una pesadilla: el trato según ella no solo fue injusto, sino también profundamente humillante. Al ser trasladada a la celda, María León vivió una de las experiencias más denigrantes de su vida. "Me bajó la regla, no me dejaron ni asearme, no me dieron nada", declaró en su intervención. La actriz se vio privada de su dignidad y su libertad, un golpe emocional y psicológico que nadie espera experimentar, mucho menos una figura pública acostumbrada a la admiración y el cariño de su audiencia.

El incidente de Sevilla revela la lucha constante de la actriz por mantener su dignidad y su integridad en un mundo que a menudo premia el silencio y la sumisión. La actriz María León ha sido la última en 'enfrentarse' a las preguntas de Jordi Évole en un programa en el que habló sin pelos en la lengua sobre algunos de los temas más polémicos que le han acompañado en los últimos años y sobre los que había preferido no hablar públicamente. "Tengo mis razones por las que no he hablado de este tema, por protegerme, sobre todo por proteger mi salud mental. Tengo un recuerdo agridulce porque fue terrible", explicaba sobre su detención.

La actriz recuerda cómo todo sucedió cuando acudió a ayudar a un amigo con el que la policía se estaba tomando demasiadas 'molestias' y en un forcejeo ella cayó al suelo. "Yo que peso 50 kg caí al suelo y me asusté porque no entendí, por instinto empecé a grabar y dije ¿por qué nos estáis haciendo esto, debéis protegernos y no violentarnos" recordaba María durante la entrevista. Explicando con detalle todo lo que sucedió aquel día, María recuerda que no llevaba encima el DNI y por eso la metieron en una de las furgonetas de Policía: "Tengo claustrofobia, no me había montado nunca en un coche de policía, cuando vi el plástico de delante le dije, no me dejes aquí, me estoy quedando sin aire. Se baja y me deja encerrada en el coche". Además, la hermana de Paco León recuerda como la situación la superó tanto que incluso le bajó la regla: "Me quedaba dormida, abría los ojos y una de esas veces me había bajado la regla del sofocón. No me dejaron asearme ni me dieron nada, era muy denigrante".

Tras relatar este desagradable episodio en su vida, María reconoce que necesitó mucha ayuda sobre todo de sus amigos y familiares más cercanos que no la dejaron sola en ningún momento: "Me encerré, busqué un psicólogo, un psiquiatra y estuve con mis amigos". Consciente de que su juicio sigue adelante, la actriz reconoce que ahora está fuerte para afrontar lo que venga aunque su denuncia por abuso policial sí que fue archivada: "Tengo ganas de ir porque no me han dado la oportunidad de poder testificar, me han ofrecido acuerdos, he podido pagar un dinero y ahí se queda la cosa".

María León se considera una mujer que resiste. Su carácter apasionado y combativo ha sido un elemento clave en su carrera artística. Sin embargo, este episodio no solo muestra su fuerza de voluntad, sino también la dureza de un sistema que parece empeñado en humillar y silenciar a aquellos que no se ajustan a sus normas. La actriz, con una mezcla de dolor y dignidad, ha sabido salir adelante, enfrentándose tanto a las autoridades como a los medios que han hecho de su vida un escaparate.

Lo que más resalta de este incidente es la valentía con la que María León ha decidido abordar la situación. En lugar de sucumbir a la presión de borrar los vídeos o aceptar un trato que diluyera la gravedad de lo ocurrido, la actriz ha optado por enfrentarse a las consecuencias, por incómodas que fueran. En su entrevista con Évole, María León expresó que no esperaba ganar, pero sí sentía la necesidad de estar presente, de resistir ante un sistema que parece haberle fallado. "Yo quiero sentir que de alguna manera yo me he colocado y me he puesto enfrente para defender ¿qué? Nada, no voy a ganar, pero un poco de resistencia voy a hacer", comentó.

Este acto de resistencia no es solo simbólico. María León ha demostrado con su postura que no está dispuesta a aceptar la injusticia, ni en la vida pública ni en la personal. En un mundo en el que las figuras públicas suelen ser presionadas a guardar silencio o a encubrir la verdad, la actriz se erige como una voz que no teme cuestionar el poder.

María León confiesa que por encima de todo es una mujer decidida a disfrutar de la vida. Dijo que lo que más le gusta es "vivir, comer, reír y follar". Esta actitud desinhibida y libre es la que la ha convertido en una figura entrañable para muchos, pues refleja una vida vivida sin miedo y sin ataduras.

María también recordó un hombre de su pasado que podría haberse convertido el algo más, Diego Osorio. Sobre el que fuera novio de Ana Boyer, María reconocía que tuvieron mucha conexión en uno de sus encuentros en el tenis en el que ella intentó estar a la altura: "Hay fotos en internet, se nos ve con una intensidad, una conexión muy grande... Nos gustamos, nos sentimos cómodos". "Pasó de tener de suegra a la Preysler a tener a Carmina", bromeó la actriz durante su encuentro con Évole.

El incidente de Sevilla no es solo una historia que para María León supone un "abuso policial". También es una reflexión sobre los límites de la fama y el poder. Si algo ha quedado claro en los últimos años es que ser una figura pública no solo tiene ventajas, sino también numerosas complicaciones. En el caso de María León, su vida no ha sido ajena a la atención mediática y las críticas, pero también ha sido marcada por las presiones y las expectativas que le han impuesto su entorno profesional y social.

Una experiencia personal relacionada con el #MeToo, en la que un director conocido intentó aprovecharse de ella

Uno de los aspectos más sorprendentes de la entrevista de María León en Lo de Évole fue su relato sobre la experiencia de abuso que sufrió en la industria del cine. La actriz compartió una experiencia personal relacionada con el #MeToo, en la que un director conocido intentó aprovecharse de ella bajo el pretexto de ofrecerle un trabajo que nunca existió. "No me pidió disculpas, me pidió por favor que no lo contara", relató, mostrando la complicidad que existe en ciertos círculos de poder. Este episodio, lejos de ser aislado, pone de manifiesto las desigualdades y las dinámicas de abuso que siguen presentes en muchas profesiones, incluida la del cine.

María León, sin embargo, no es una víctima pasiva. Con su actitud desafiante ante las adversidades, ha logrado ganarse un lugar en el mundo de la actuación, pero también ha conseguido que su voz se escuche en medio del escándalo. La actriz no ha temido alzar la voz cuando ha sentido que algo no estaba bien, y ese es el verdadero signo de su carácter.

La hija de la actriz Carmina Barrios y hermana del director y actor Paco León creció en un entorno donde el arte y la interpretación eran el pan de cada día. Desde joven, mostró una pasión por la actuación que la llevó a formarse en diversas escuelas de interpretación en Madrid y Barcelona. Ahora tiene 40 años pero u carrera despegó ya a finales de la década de 2000, cuando interpretó su primer papel protagonista en la serie SMS. Sin embargo, fue con su participación en La voz dormida, una película dirigida por Benito Zambrano, que alcanzó la fama y el reconocimiento internacional. En 2011, ganó el Premio Goya a la Mejor Actriz Revelación por su papel en esta película, consolidando su posición en el cine español.