Televisión

Carlos Sobera: "Escassi tiene tiempo para empezar cuatro romances de los suyos, espero que bata récord en Supervivientes"


David Saiz

El salto de Terelu, el pasado jueves, o la llegada de Montoya, el domingo, han servido para que Supervivientes esté gozando de un gran desembarco en la programación de Telecinco. Para esta noche (22.00), la cadena ha reservado otro plato fuerte: la incorporación de Manuel y Anita, los otros dos grandes protagonistas de La isla de las tentaciones, que también se unirán al juego. Ocurrirá en Supervivientes: Tierra de Nadie, la gala que conduce Carlos Sobera, el presentador tranquilo y pausado de la televisión que sabe domar con mano izquierda a los concursantes más rebeldes, como hizo en la edición anterior con el díscolo Ángel Cristo Jr.

Has dicho que echas de menos un Ángel Cristo en Supervivientes, con lo difícil que os lo puso el año pasado...

Cuando tú ves una peli o una obra de teatro, lo que te engancha es el conflicto. Y en un programa de tele, con más razón todavía. Si hay conflicto, como haya un personaje de esas características, eso es oro pulido, eso es magnífico.

¿Es necesario un villano?

Bueno, a ver, yo no he dicho un villano, sino que tiene que haber protagonista y antagonista, tiene que haber conflicto, tiene que haber gente que no vea las cosas de la misma manera, aunque sea para ir a buscar leña, para hacer fuego. Eso es maravilloso.

¿Quién va a ser el conflictivo de este año?

No tengo ni idea, pero sí estoy un poquito de acuerdo con la opinión de los demás de que prácticamente todos pueden serlo. Porque son perfiles muy egocéntricos.

¿Puede ser que haya sorpresas? Porque nadie sabe bien a lo que va...

Puede ser, porque nadie sabe exactamente cómo va a reaccionar ante circunstancias adversas. Yo creo que incluso la gente más moderada, más equilibrada, ante un concurso como Supervivientes, se altera y termina haciendo cosas que no quiere, o diciendo cosas de las que se arrepienten. Pero bueno, afortunadamente es un juego y todo queda en el juego, y cuando el juego pasa, todo vuelve a su parcela. O no.

Con el olfato que te ha dado a First Dates en cuanto a relaciones, ¿vaticinas que pueda suceder algo en Supervivientes?

Bueno, en tres meses de concurso, yo espero que Escassi bata algún récord. No hay excusa. Espero que Escassi... vamos, tres o cuatro romances, de estos que duran una semana y media o dos, lo que le duran a él habitualmente... (Risas).

¿Cómo crees que lo viviría Sheila Casas de defensora, si acude al programa?

Más conflicto todavía, ¿no? Pero sí que es verdad que, como ha pasado ahora en GH Dúo, si nace una historia de amor, el programa alcanza una dimensión diferente.

Con Ángel Cristo también hubo un tema incluso moral... ¿Para ti dónde está el límite del conflicto?

El límite del conflicto está en que nunca puedes faltar al respeto a los demás. Pero esa línea roja nunca dejamos que se pase. Yo recuerdo además que a mí me tocó torear varias veces con él por esto, no solo el día que hizo que la armada hondureña cruzara la isla, sino que a veces decía cosas que faltaban el respeto a las compañeras y a los compañeros en formas que no son permisibles. Pero eso ya no es conflicto, eso no es discusión o enfrentamiento porque tengamos un punto de vista diferente. Eso ya es que de vez en cuando a alguien se lleva la pinza, afortunadamente no se mantiene ese comportamiento mucho tiempo, porque también se corrige, y traspasa la línea del respeto, la falta de educación, y ahí eso ya no. Pero eso no es conflicto, eso sí que es barro. Eso sí que ya hay que quitarlo.

¿Ángel Cristo llegó a ese límite?

Llegó, llegó. Pero bueno, se le corrigió. Y luego también él se autocorrigió. Tuvo luego su crisis final, que fue la de cruzar la isla entera, que eso ya no fue cruzar la línea, fue cruzar la isla entera, y luego ha cambiado mucho, además, porque Ángel Cristo en GH Dúo, al principio tuvo un comportamiento absolutamente neutral, maravilloso, autocrítico, incluso crítico con su propia pareja, como un observador de la realidad, sin mirarlo desde la subjetividad, bastante honesto y bastante comprometido.

¿Te viste superado alguna vez, por Ángel o por algún otro concursante?

Yo soy muy pausado, soy muy tranquilo. Soy como John Wayne en El hombre que mató a Liberty Valance. Pero con Ángel sí, y no el día que cruzó la isla. Una semana antes o dos, hubo un conflicto con el tema de las cartas que supuestamente su madre le había enviado, y que el programa se las dio a leer y se las leyó, que él lo negó, negó la evidencia, y me molestó mucho, porque de alguna forma puso al programa y a todos nosotros a los pies de los caballos. Y ahí sí estuve a punto de, no de ser grosero, pero sí de decirle un par de cositas fuertes, porque me pareció que era una actitud no honesta, pero me contuve.

¿Cómo logras contenerte?

Al final tú no eres tú. Eres tú, más el programa, más tus compañeros, más la productora, más los concursantes... y dices: él está en un estado de shock, porque lleva semanas en la isla, pasándolo mal, no puede controlar sus nervios, no podemos pedirle que haga imposibles. Yo duermo en mi casa todas las noches, desayuno un pincho de tortilla con un café cortado, vengo aquí tranquilo en un coche, llego hasta aquí en traje, bien vestido. ¿Cómo no voy a controlarme? Si hay alguien que se tiene que controlar soy yo. Y entonces decidí reconducir la conversación. Y no me arrepiento.

¿Alguna vez no has podido controlarte en un plató de televisión?

Jamás. Bueno, solamente ha habido una vez en mi vida que me enfadé. Pero fue en otra cadena y en otro programa, en Atrapa un millón. Hacíamos un especial solidario y salió una concursante que era muy desconfiada y no se fiaba nunca de mis indicaciones. A ver, los presentadores jugamos y en un programa benéfico... pues no vamos a hacer que ganes el máximo, porque no podemos hacerlo, pero sí intentamos conducirte para que al menos un número mínimo de preguntas resuelvas y algo se lleve la causa benéfica, porque merece la pena. Ella desconfiaba de mí. Y no hizo caso a mis indicaciones en una pregunta y falló. Y me enfadé, me enfadé mucho. No es posible que tú vengas a un programa de televisión, sabiendo que tienes a la cadena en tu favor, al programa a tu favor, y al presentador a tu favor, y hagas lo que acabas de hacer.

¿Era una concursante famosa?

No, no. Pero, joder, hay que tener confianza. Yo creo que es la única vez que me he enfadado en toda mi vida. Y, fíjate, en un concurso además. Y fue por eso, porque si me hubiera hecho caso, hubiera avanzado un par de preguntas más y hubiera conseguido una cantidad plantándose. No se plantó, eligió la que no tenía y cero euros para la causa benéfica.

También te enfadaste en First Dates, cuando pillasteis a un concursante que acudió con varias identidades...

No, pero bueno, en el fondo era un cachondeo lo que teníamos tremendo porque me hacía gracia. ¿Esa voz con la que venía? Yo no daba crédito.

Pero estabas enfadado...

Estaba enfadado, sí. Y le llamé la atención. Pero claro, yo en el fondo es que hacía un esfuerzo por no reírme. "Perdóname, Carlos. Yo tengo un problema en la voz y no puedo hablar bien, que el médico me ha dicho..." [Le imita con voz aguda].

¿Cómo lo vives cuando os acusan de tongo en los realities?

Lo flipo. Bueno, lo entiendo y lo flipo. Lo entiendo porque este tipo de quejas suelen venir de personas que beben los vientos por un concursante y quieren que gane como sea, por lo civil o por lo criminal. Pero lo flipo porque el control que hay del sistema de votación es tan alucinante, pero tan alucinante, que es que no hay forma.

Incluso me dicen que en First Dates los participantes son falsos o que son actores. ¡Pero vosotros cómo os ponéis delante de una tele? Es que tienes que tener la mente muy perversa para pensar que todo a tu alrededor es falso. No lo entiendo.

Tienes pendiente de estreno el concurso Todos por ti, un formato que la cadena empezó a promocionar hace meses y de repente desapareció. ¿Qué ocurre? Que la cadena empezó a promocionarlo.

Pues la verdad es que no tengo ni idea. Yo soy el primero que quiere que salga ya, porque lo grabamos en septiembre, en dos semanitas. Está muy bien ese programa. Yo soy de los que piensan que el concurso no tiene ya cabida en el prime time. Un programa de dos horas no puede empezar a las 23.15 y pedirle a la gente que haga el esfuerzo de ver si se lleva o no el dinero, esperando hasta la 1:15 de la noche. Pero yo creo que quisieron protegerlo, porque entraba el curso muy fuerte con todo el tema de Broncano y de Antena 3 y demás. Pero no sé, ahora supongo que no encuentran hueco.

Por cierto, First Dates está resistiendo muy bien en medio de la guerra de Broncano y Pablo Motos. ¿Cómo valoras estos meses que han transcurrido desde el inicio de esa batalla?

¡Y el fútbol! Que el fútbol es demoledor. Pero a nosotros lo que más daño nos hace es La isla de las tentaciones, de mi compañera Sandra, tengo que hablar con ella (Risas). Es verdad que cuando empezó el curso estábamos todos convencidos, por aquello de que éramos públicos diferentes, de que podríamos resistir. Pero cuando Antena 3 cambió la pauta publicitaria y los dos alargaron sus programas por detrás, hasta las 23.15, dijimos: Esto se complica. Y de repente hemos visto que hemos resistido muy bien, que hemos perdido un punto, pero no tres, que hay días donde volvemos a recuperar el 8%, de una manera tranquila y con un canto en los dientes. Estamos sorprendidos porque tenemos un público muy fiel. Sorprendidos y muy agradecidos, la verdad.