Ana Rosa, el primer cambio de la era Carullo: todas las fugas de audiencia que debe taponar el nuevo jefe de Mediaset para frenar la hemorragia de Telecinco
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David Saiz
La vuelta de Ana Rosa a las mañanas de Telecinco debería ser el inicio de una serie de movimientos de parrilla encaminados a levantar la audiencia de una cadena que está hundida, con una crisis de audiencia que se hace insostenible. La privada está al borde del abismo y, salvo milagro, acabará enero con el peor dato de audiencia de toda su historia. A falta de una semana para cerrar el mes, acumula un escalofriante 8,5%, dos puntos menos que hace dos años, con Alessandro Salem recién aterrizado como consejero delegado del grupo.
Está claro que la idea de situar a Ana Rosa Quintana contra Sonsoles Ónega (Antena 3) en las tardes no ha tenido los resultados esperados, pero el problema de Telecinco es estructural y afecta a prácticamente toda la parrilla. El mal de uno se contagia al de al lado -la parrilla es una cadena de programas- y no hay manera de enderezar el rumbo en ninguna de las franjas, salvo contadas excepciones con formatos que sobreviven de la 'era Vasile', como La isla de las tentaciones, GH o Supervivientes.
Alberto Carullo, nuevo director de Contenidos de Mediaset desde el 1 de enero de este año, tiene trabajo por delante si quiere frenar la hemorragia de Telecinco y volver a conectar a la audiencia con una cadena que durante años arrasó. La primera decisión ha sido empezar a construir la 'nueva' parrilla por la mañana, porque el movimiento de devolver a Ana Rosa a esta franja pretende que Telecinco no pierda el único tramo del día donde seguía manteniendo una cierta fortaleza, a pesar de que Antena 3, con Espejo público, y TVE, con La hora de La 1 , están cada vez más fuertes. Ana Rosa, por lo tanto, deberá dar la respuesta a nivel político a Silvia Intxaurrondo y evitar que la cadena pública crezca después con Mañaneros, un programa cada vez más 'telecinqueado'. Asimismo deberá frenar el crecimiento de Susanna Griso, su eterna contrincante, que está en un gran estado de forma.
El siguiente agujero de audiencia que deberá taponar Carullo es el access sobremesa. Joaquín Prat seguirá con Vamos a ver y ocupará la última hora de la mañana, hasta que comience el informativo de las 15.00. Ese es uno de los tramos más débiles de Telecinco y el que lastra el resto de la programación, porque Mediaset no consigue plantar cara a La Ruleta de Antena 3, que arrasa con datos que superan el 20%. Ese concurso impulsa el informativo de Sandra Golpe, algo que Telecinco no puede hacer porque no tiene un formato competitivo antes de las noticias de Ángeles Blanco e Isabel Jiménez.
Verónica Dulanto y Frank Blanco, ¿una solución provisional en TardeAR?
Después del informativo, la situación es mucho peor. Catastrófica, incluso. El Diario de Jorge lleva desde julio sin levantar cabeza en la sobremesa -nunca ha alcanzado el doble dígito- y tarde o temprano deberá ser eliminado. De hecho, Telecinco tuvo a finales de año varias opciones sobre la mesa, pero no tomó ninguna decisión a la espera de que Carullo tomase los mandos de los Contenidos en relevo de Manuel Villanueva.
Y si El diario de Jorge va mal, el arrastre que deja a TardeAR es nefasto. Ana Rosa Quintana comenzó la temporada de forma igualada con Y ahora Sonsoles, pero en las últimas semanas, el programa de Antena 3 se ha escapado y el programa de Telecinco se ha ido debilitando, de tal manera que ha llegado a encadenar un mes completo en el unidígito (desde mediados de diciembre).
La decisión de mantener TardeAR con Frank Blanco y Verónica Dulanto -han sido los sustitutos de Emma García en Fiesta- debería ser una solución temporal para ganar tiempo y buscar un nuevo proyecto de gran envergadura para las tardes, al menos debería ser un programa que tuviera como cabeza visible una cara de más autoridad que los dos suplentes que ahora se quedarán al mando de las tardes. Además, conviene recordar que la guerra en la franja vespertina puede recrudecerse muy pronto si TVE ficha finalmente al equipo de Sálvame para desembarcar en las tardes de La 1 con Belén Esteban, María Patiño y compañía.
Telecinco necesita un 'Pasapalabra' y un rival para Pablo Motos y Broncano
Los problemas de Telecinco también han contagiado a Reacción en cadena, que hace un año parecía gozar de buena salud, pero que en los últimos meses se ha desinflado, sobre todo desde la salida de Los Mozos de Arousa. El concurso cae derrotado a diario -últimamente también está en el unidígito- y no cumple las funciones de Pasapalabra en Antena 3, que empuja cada día el informativo de Vicente Vallés. Sin un telonero potente, Franganillo está hundido (un 7,2% este martes) y de nada sirve el incontestable buen trabajo del periodista si no tiene una estructura de programación que le arrope antes y después de su noticiero.
El último pilar del daytime que tiene que solucionar Carullo es el access prime time. Mediaset lo intentó con Carlos Latre, pero lo de Babylon Show fue la crónica de una muerte anunciada. Aplastado por Pablo Motos y Broncano, el programa fue fulminado a los pocos días de estrenarse y, desde entonces, Telecinco está sin un programa que aúpe su oferta de prime time. Sin un programa que sea mínimamente competitivo contra El Hormiguero y La Revuelta, Telecinco nunca podrá afianzar un programa en la oferta estelar. Y así ha quedado demostrado con Demos o Next Level Chef, que han pagado las consecuencias de esa debilidad de Telecinco en el access, un tramo de la noche que esta temporada se ha demostrado vital y donde el canal de Mediaset está desaparecido, desdibujado y desubicado.