Televisión

El mínimo histórico de Telecinco podría arrastrar a Mediaset España a su peor facturación anual en dos décadas


Martín Alegre

Esta Nochevieja simboliza la cruda realidad a la que se enfrenta Mediaset en cuestiones de audiencia: 2024 ha sido un desastre y en 2025 no se vislumbran grandes avances. Telecinco anotó en las campanadas un dato escandalosamente bajo desde Lanzarote con Ion Aramendi y Blanca Romero, la más bella y elegante de la velada: con solo 600.000 espectadores y el 3,5% del total de la audiencia, se confirmó el desastre. La Sexta se quedó con el 2,3% de la audiencia y 394.000 seguidores. Cuatro solo consiguió un 1% de cuota y 176.000 personas.

La cadena pública arrasó con el especial en La 1 de Broncano y Lalachus, con 5.642.000 espectadores y el 33,1% de cuota de pantalla en el minuto exacto de tomarse las uvas, frente al de Antena 3 con Cristina Pedroche y Alberto Chicote, que anotó 5.550.000 espectadores y el 32,6% de share.

Nochevieja es una minucia en el balance del año pero el problema es otro: el volumen de negocio de la compañía dirigida por Alessandro Salem podría caer por debajo de los 800 millones de euros.

La amarga jubilación de Paolo Vasile y los dos años de errática continuación firmada por Alessandro Salem han arrastrado a Telecinco a los peores datos de audiencia de su historia, y previsiblemente a Mediaset España a sus números económicos más discretos en más de dos décadas.

Telecinco sufre una crisis de identidad y de imagen de marca y se ve aprisionada por la pinza conformada por la tentación de regresar al colorín, que ya no genera los beneficios de antaño, y por una intentona de revolución blanca que se ha saldado como absoluto fracaso.

El nuevo director de Contenidos del grupo, Alberto Carullo, intentará levantar a partir de este 1 de enero los pésimos datos que está marcando Telecinco, que en 2024 encadena su tercer mínimo histórico de audiencia consecutivo y por primera vez en su historia ha caído por debajo del 10% de share (al promediar un 9,9%).

Año para olvidar

Babylon Show, El diario de Jorge, La mejor generación, El rival más débil, Dinastías o Demos: el gran sondeo han fracasado con mayúsculas en un canal al que, de lo nuevo, solo le ha funcionado Ana Rosa, que resiste contra viento y marea por las tardes, De Viernes (gracias a desdecirse sobre el cambio que pretendían y a la chequera exhibida) y la miniserie El Marqués (que es la única alegría generada por Unicorn Content en los últimos tiempos).

La compañía presidida desde hace unos meses por la exministra Cristina Garmendia parece haberse olvidado del buenismo y vuelve a los orígenes, véase el fichaje de Bárbara Rey o Elisa Mouliaá (a rebufo de la denuncia contra Errejón), la batería de realities que se avecina para 2025 (GH Dúo, La isla de las tentaciones, Next Level Chef y Supervivientes).

El beneficio de explotación de Mediaset España no ha dejado de caer desde 2019. Hace un lustro el grupo sumó 264,9 millones de euros en positivo y el pasado año descendió hasta los 161,5 (lo cual suponía un 16% menos que en 2022).

En volumen de negocio la tendencia es todavía más preocupante: en 2017 la compañía española que tantas alegrías ha dado a la familia Berlusconi facturó 996 millones de euros y el pasado año cayó hasta los 833 (que son 22 menos que en 2022).

La crisis de audiencia de Telecinco, la alta dependencia que sufre Mediaset España del mercado publicitario y la incapacidad del canal para diversificar ingresos (por sus dificultades para vender a terceros y por su débil OTT, Mitele, anémica de contenidos originales) podrían arrastrar al grupo a caer por debajo de los 800 millones de euros.

Estas cifras son propias de hace 2 décadas: en 2004 entonces Telecinco tuvo una cifra de negocio de 789,88 millones de euros.

Mínimos históricos en todas las franjas

Vasile despidió 2022 con Telecinco en un 12,3%, Salem se estrenó el pasado año con un 10,4% y este año la audiencia ha caído por debajo del 10%. El canal marca sus peores datos históricos en la mañana, la sobremesa y la tarde, e iguala el peor dato histórico en prime time.

Los renovados Informativos Telecinco, con un inteligente cambio de peones pero no eficaz, encadenan tres años seguidos en mínimo histórico. Por primera vez desde 2010, los noticieros del canal son tercera opción y, pese al acertado fichaje de Carlos Franganillo, en términos globales caen al 9% y en prime time al 9,5%. El informativo de las 9 de la noche sigue echando de menos a Pasapalabra y encadena su cuarto mínimo anual de audiencia consecutivo. Bien es cierto que Franganillo y Carazo comparten y se repartes el espacio ideológico de centro izquierda mientras que Vicente Vallés aglutina en exclusiva la oferta más conservadora. Y eso cambiará cuando haya relevo en Moncloa y en RTVE. Si lo hay. También es cierto que Franganillo es víctima colateral de Broncano.

Mediaset España intenta aferrarse al target comercial grupal, cuando Salem es consciente de que 1 punto en Telecinco tiene un valor de mercado mucho más caro que 1 punto ligado a los canales temáticos.

Esperando el Netflix paneuropeo

Silvio Berlusconi tenía un plan sobre la mesa: unir Mediaset Italia y Mediaset España bajo una misma compañía, con sede paradisiaca en Países Bajos, y hacerse con el control de la alemana ProSieben para montar una Netflix paneuropea que cuente con series y otros contenidos que pudieran ser consumidos desde distintos países.

De ese plan poco se sabe y el conglomerado berlusconiano intenta exprimir el modelo clásico. Pese a la crisis del granero español, MFE-MediaForEurope (MFE) elevó su beneficio neto en el primer semestre de 2024 hasta los 104,7 millones de euros (lo cual mejoró en un 20,2% los registros de 2023).

El grupo dirigido por Pier Silvio Berlusconi afirmó que "en un contexto internacional general sumamente inestable, el grupo logró un aumento significativo de los ingresos por publicidad, consolidando en Italia la tendencia tan positiva que había caracterizado la última parte de 2023, y registrando signos de una mejora sustancial también en España, donde prosigue el proceso de fuerte renovación de la oferta editorial televisiva y digital emprendido durante el pasado ejercicio".

"Gracias a la dimensión internacional del grupo -una diversificación geográfica que atenúa el desequilibrio de los mercados- y a nuestro sistema transmediático cada vez más avanzado, este semestre hemos vuelto a registrar unos resultados que han superado todas las expectativas", añadió.