Televisión

Óscar Cornejo dice que Ana Rosa se olvida de que "ella está facturando y nosotros en la puta calle"

Óscar Cornejo, Adrián Madrid y Ana Rosa

Informalia

El productor Óscar Cornejo, creador de Sálvame y dueño de La Fábrica de la Tele, ahora rebautizada Fabricantes Studio, dice que comió con Ana Rosa Quintana hace un mes junto a su socio, Adrián Madrid; y que la presentadora y productora que ocupó el hueco de las tardes en Telecinco ahora "va de víctima", además de insinuar que está muy bien relacionada con el poder, que va a todas las bodas y a todos los besamanos.

Cornejo ha hablado en varias ocasiones desde que su estrella se apagó en Mediaset, tanto en tribunas de prensa entre otros medios en La Vanguardia o en El País, como en alguna rueda de prensa. En el diario de Prisa incluso arropó el fichaje de Broncano y a José Pablo López, virtual nuevo presidente "plenipotenciario" de RTVE. Este domingo, Óscar Cornejo habla para Diari de Catalunya. Y, de nuevo, explica cómo acabó su matrimonio con el gigante audiovisual tras la marcha de Paolo Vasile. "Una de las claves de construir futuro es relativizar lo sucedido, pero relativizar no significa olvidar. No olvido nada. Es más, lo he ido apuntando", advierte.

"Me van viniendo recuerdos y conversaciones. Incluso voy encontrando mails y datos y me digo ¡Madre mía! ¿Cómo no nos dimos cuenta? Y claro, reinterpretas, te pasan por la cabeza tantas conversaciones, llamadas, cruces de personas en el pasillo, miradas. Nosotros estábamos a lo nuestro: tele, tele, tele, trabajar y trabajar, y por detrás se estaba gestando la marimorena. Yo no sé si hubo una maniobra política, yo creo que hubo un cataclismo en el panorama televisivo que supuso primero la cancelación de 'Sálvame' y a continuación nuestra cancelación. Fue de tal magnitud que lo que generó fue miedo. Creo que generó miedo en el sector. Miedo", señala el productor barcelonés sobre el final deñ mítico programa, avanzado por Informalia en plena emisión del espacio el 5 de mayo de 2023.

¿Les cerraron el chiringuito "por ser de izquierdas y maricones"?

Preguntado sobre si les cerraron el chiringuito "por ser de izquierdas y maricones", Cornejo, divorciado del alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, contesta: "No lo sé. Pero lo dicen". Después, reivindica una vez más al difunto Sálvame y a todo su universo como "surrealismo. ¡Un delirio!", para luego repetir, una vez más, que ellos hacen televisión "para todos los públicos" y describir (también una vez más) que "era un programa de entretenimiento que a más de uno le daba vergüenza decir que miraba o que le gustaba".

En otro pasaje de la entrevista concedida al rotativo catalán, se refiere Cornejo a los huérfanos de 'Sálvame'. Dice que tras la muerte han quedado "muchos" y recuerda que "eran cuatro horas de meditación pura. Tú hacías con 'Sálvame' lo que te daba la gana. Lo consumieses todo o un ratito. Era un programa para consumir y desechar. Podías estar cuatro horas viéndolo y, cuando acababa, no sabías ni de qué había ido el programa, pero a ti te había calmado lo suficiente como para regresar a tu locura".

Dice que la polémica del asunto Broncano-Pablo Motos, o si es la derecha y la izquierda, es "caer en la trampa de la politización", y denuncia que detrás de su cancelación "también hay intereses económicos y hay competencia y competitividad. Es decir, que si no estamos nosotros porque están otros", añade. Ahí surge inevitable el nombre de la presentadora y también productora Ana Rosa Quintana, sustituta de Sálvame en las tardes de Telecinco tras el asesinato del espacio que presentó durante 14 años Jorge Javier Vázquez, quien, por cierto, sigue en Mediaset con un espacio de testimonios.

"Ella (Ana Rosa) se nos quejaba rollo "mira lo que me han hecho", cuando nosotros ya estábamos en la calle"

"Aquí ya empiezan las cosas que tengo que medir mucho. Os lo cuento casi como cotilleo. Ella se nos quejaba rollo "mira lo que me han hecho", cuando nosotros ya estábamos en la calle. Comimos juntos hace un mes. Yo le daba patadas a Adrián bajo la mesa para decirle: "Qué fuerte ¡Tenemos tanto por aprender! Esta señora es una maestra. O sea, nos ha echado y casi nos llora. "Mira lo que me han hecho".

"Lo que le han hecho es que ella es que no quería ir a la tarde. Bueno, a lo mejor es cierto. Imagínate que es cierto. Es que no lo sé... Pero la escuchas y es una víctima. Pero una víctima que se olvida que ella está ahí facturando y nosotros aquí en la puta calle. Esto es el mundo al revés. Yo creo que ella es una grandísima profesional, es una comunicadora excelente. Es que prefiero decir solo que lo hace muy bien porque, si no, cualquier cosa me va a traer problemas aún hoy, imaginaos.

"Si tú la escuchas a ella y yo he hablado con ella sobre esto...", dice Cornejo. "A ver, aquí ya empiezan las cosas que tengo que medir mucho. Os lo cuento casi como cotilleo. Ella se nos quejaba rollo 'mira lo que me han hecho', cuando nosotros ya estábamos en la calle. Comimos juntos hace un mes. Yo le daba patadas a Adrián (Madrid) bajo la mesa para decirle: 'Qué fuerte ¡Tenemos tanto por aprender! Esta no, cualquier cosa me va a traer problemas aún hoy, imaginaos".

"Esta señora va a todos los besamanos"

En esto, el entrevistador del periódico dice que Ana Rosa está muy bien relacionada con las altas esferas. En concreto, le dice a Cornejo: "Esta señora va a todos los besamanos", y Óscar Conejo le toma la palabra: "Sí, del poder", le termina la frase, literalmente. "Tú la ves en todas las bodas, en todas las fiestas, en todos los entierros. Si hay una constante matemática en este país es Ana Rosa Quintana, no el número pi", dice el entrevistador al creador de Sálvame.

"Después de muchísimos años, una empresa decide relevar a su máximo responsable, a su CEO", dice en referencia a Paolo Vasile, su mentor y el de Adrián Madrid. "El nuevo quiere tener un equipo de confianza. Dos italianos, uno que se va (Vasile y Salem) y otro que vuelve. Esta lectura te destroza todo tipo de conspiración política, de conspiración económica y de rabieta de cualquiera. Punto. La normalidad de una empresa. Y hay que respetarla. Yo la respeto. Lo único, y esto lo hemos dicho públicamente", remata. "Lo único, y esto lo hemos dicho públicamente, lo único que no nos pareció bien fue cómo lo gestionaron, cómo ejecutaron el relevo. Es lo único. Lo demás... Bueno, lo demás es interesante. Lo demás te da lecturas. A ver, lo demás es una pasada. Pero no es una auténtica pasada, es una salvajada. Es una salvajada. Y te voy a decir algo: estoy convencido de que hubo un antes y un después", sentencia.