Televisión
La historia desconocida de Carles Porta, se arruinó en el cine y ahora triunfa como genio del true crime: "Lo perdí todo"
- El periodista tocó fondo cuando se hizo cargo de la película que Bigas Luna dejó sin rodar cuando murió
- Ha resurgido como el maestro del misterio en televisión: "Hacemos el mejor true crime del mercado"
- Estos son los cuatro crímenes que analizará Carles Porta, el genio del true crime, en 'Luz en la oscuridad'
David Saiz
Carles Porta se ha convertido de un tiempo a esta parte en el genio del true crime. Nadie es capaz de poner un 'pero' al trabajo tan meticuloso de sus programas y a esa narrativa tan adictiva que imprime en cada uno de ellos. "Ese consenso es muy bonito, porque es un reconocimiento a lo que haces, al esfuerzo, al rigor y a la lucha que pones en cada puta frase para que sea equilibrada y esté bien cada plano", dice sobre los casos que investiga y la forma que tiene de envolverlos -'marca Porta'- en televisión.
El periodista despuntó en TV3 con Crims y ahora se ha instalado en Movistar Plus+ con Luz en la oscuridad, una docuserie que estrenó el año pasado con dos casos y que este domingo 27 de octubre incorporará a la plataforma de Telefónica cuatro reportajes más. La mañana que hablamos con él, está extrañamente emocionado y algo melancólico al comprobar la buena acogida que están teniendo sus producciones. "No me suele pasar, pero es que llevo todo el día viendo esta cartelería [una cuidada producción de Movistar Plus+ para promocionar la nueva temporada del programa] con mi careto... y yo no estaba acostumbrado a esto. Es un gran cambio y me afecta. Es una pasada, un sueño. Salgo guapo y todo", ironiza. "Me ha llegado al alma... ¡Es que yo me arruiné!", espeta para nuestra sorpresa.
Porta no bromea. "Hace años, hice una película que se titulaba Segundo origen. Era de Bigas Luna, pero él murió. No funcionó en taquilla y la distribuidora internacional se fue al 'agua' y mi empresa se hundió. Me arruiné y lo perdí todo", recuerda. Aquel episodio se remonta a 2015. El comunicador tocó fondo, pero se recuperó proyectando todo su talento en el true crime. Explica que resurgió "luchando, arañando, reinventándome... y aquí estamos". "He dado la vuelta a todo. Eso sí, te queda una cicatriz en el alma y cuando ves que todo va bien... me emociono", se sincera.
El reinicio de Porta fue Crims -de allí sale el documental El crimen de la Guardia Urbana-, que fue un pelotazo en TV3, y luego saltó a las plataformas doblado al castellano. Movistar Plus+ le fichó después para Luz en la oscuridad y, recientemente, Atresplayer ha estrenado Tor, una producción en la que Porta trabajó durante 30 años. "Vivo en la esquizofrenia", manifiesta sobre este momento tan dulce y, a la vez, exigente. "A veces estoy superfeliz y otras digo: ¿Pero a dónde vamos?", reflexiona. "La gente que trabaja conmigo sufre porque soy megaexigente, pero eso es lo que nos ha traído aquí. Por eso digo que es un poco esquizofrénico, porque jamás me hubiera imaginado llegar a este punto. Ahora todo el mundo nos quiere. Hay días que pegaría a alguien y otros que besaría a todos. Soy humano", bromea.
Porta dedica unos dos años a preparar cada reportaje y no da abasto. Se lo rifan de todas las plataformas y entrega los trabajos a cuentagotas. "Yo hago un gran reserva". Y no tiene complejos en "chulear" cuando se le pregunta por la calidad de su trabajo. "A cierta edad, la modestia es un defecto. Ya estoy hasta las narices", manifiesta. "Estamos haciendo el mejor true crime del mercado". "Como decía el anuncio: 'Busque, compare y si encuentra algo mejor, cómprelo'. Yo miro todo lo que se cuece de true crime y creo que estamos en el top".
"Lo de Daniel Sancho es un show, no un true crime"
Carles Porta huye de los casos mediáticos y también de los más recientes, como el de Daniel Sancho, cuya historia cuenta Max en un documental. "Yo hablo de mí, no de los demás, porque hay cosas que me parecen muy lamentables. No me refiero a esta... o quizás sí. En España hay muy poco true crime de verdad y mucho documental largo y bonito. Lo de Daniel Sancho no es true crime, aunque haya un crimen. Es una buena idea, han hecho buenos contratos, pero es un show. Y no lo digo como algo negativo. Lo están contando en tiempo real, pero ese no es mi negociado, nosotros no hacemos eso", dice sobre este trabajo que se grabó mientras se celebraba el juicio en Tailandia.
"Definamos qué es true crime. Se trata de contar una buena historia entera: introducción, nudo y desenlace. En el caso de Daniel Sancho no hay desenlace, porque se recurrirá. Todo lo que se ha contado hasta ahora se ha hecho en función del juicio, sin maduración. Ahí la verdad es muy relativa y hay demasiado ruido. Eso no está maduro, eso es vino de mesa", continúa con el símil vinícola. "No digo que esté bien o mal, sino que es otro producto. Eso no tiene nada que ver con lo que hago yo. No es true crime, porque para mí el true crime es un concepto narrativo. Es un género, una novela, un buen relato. Ahora hay tendencia a contar crónica negra con imágenes de la luna y olas de mar, y a eso ya lo llaman true crime... ¡No me jodas!", protesta.
Porta aspira a contar "grandes historias" que tengan "giros dramáticos". "En el caso de Daniel Sancho no hay giros. Está todo claro. Te lo puedes creer o no. Ya veremos cuando aparezcan los giros, si es que aparecen. ¿A dónde vas con eso? ¿A hacer audiencia un día? Luego caduca". "A mí me gustan los casos en los que todo parezca blanco y, de repente, sea negro, porque eso atrapa al espectador", indica el productor, que tiene a 40 personas escarbando en los crímenes más impactantes de todo el país. Dice que lo más importante es tener acceso a todo el material de los casos casos -"¡Llegar a un sumario en España es una puta locura!"- y a sus protagonistas. "No quiero que salga un periodista cualquiera, sino el que cubrió el caso. Y quiero tener al policía que lo investigó. Y al juez que lo juzgó". Cuando lo reúne todo, "entramos a rodar con 70 personas". "Tenemos equipos de cine porque nos lo tomamos muy en serio", explica. "Hay mucho vino de mesa, que es importante y tiene que haber, pero yo quiero hacer gran reserva constantemente".
Le preguntamos si haber tocado fondo, de alguna manera, valió la pena para llegar al éxito que ahora disfruta. "No, no. No volvería a vivir esa etapa. Córtamela y no sé si llegaré aquí, pero lo que sufrí durante cinco años fue terrible. Muy bestia lo no tener un duro en la cuenta corriente. No se lo deseo a nadie. Bueno, a algún cabrón sí".