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"Me va a dar un infarto": la reacción de Alberto Chicote en un restaurante de Fuenlabrada durante la grabación del programa 'Pesadilla en la cocina'

Alberto Chicote /Foto: Europa Press

Informalia

Alberto Chicote ha vivido una experiencia de mucha tensión en su última vista a La Taberna de Danka, un restaurante de Fuenlabrada que decía ofrecer "el mejor cachopo". El objetivo de sus propietarios era ofrecer un trocito de Asturias al sur de Madrid. El proceso que han vivido desde su apertura, hace pocos meses, ha sido caótico y muy estresante.

La segunda entrega de Pesadilla en la cocina arrancaba con un local en el que reinaban los gritos. Anka y Dani son una pareja que arrancó este proyecto con la mayor de las ilusiones, y una inversión de 28.000 euros. Al entrar Chicote ve como platos caen al suelo, las faltas de respeto son la regla, los comensales comienzan a impacientarse... un desastre. No existe organización.

Cuando se les preguntan por la organización y quién está al mando Anka y Dani responden al unísono: "Yo estoy a todo". Además de la pareja, en el restaurante trabajan un cocinero, Abdel, y su ayudante, David, que continuamente se sienten despreciados.

El servicio sigue con el ritmo más desesperante. Los comensales se amontonan. Las demandas son infernales. Abdel se marcha a la calle cansado de los gritos: "Vete a tu casa si no sabes hacer un entrecot", le grita Anka. Chicote no ve una salida fácil para esta situación: "Con salir vivo de aquí me doy con un canto en los dientes (...) Es todo loco. Me lo cuentan y no me lo creo, no hay orden. Parece como si os estuvieseis riendo de mí. Nadie sabe quién manda, nadie sabe su responsabilidad", les espeta el chef a los trabajadores de la taberna.

Los nervios y la desesperación se pueden notar en la pareja que ha invertido 28.000 en el que es su quinto proyecto empresarial "y en la cuenta hay ocho céntimos", decía Anka sin poder esconder las lágrimas. Dani añada que estuvieron embarazados, pero "perdimos el niño, creo que por el estrés que vivíamos diariamente"

Con las cartas sobre la mesa, Alberto Chicote proclamó: "No se puede entrar en un negocio a ver lo que pasa…y menos cuando esa forma de hacer las cosas ya te ha llevado a cerrar varios locales. Fuisteis felices y hay que volver a serlo".

El equipo del programa procedió a un lavado de imagen en el que hasta cambiarían el nombre a Taberna Danka, un espacio en el que ofrecen dos variedades de cachopo. El ambiente interno también ha mejorado y el equipo formado por Dani, Anka, Abdel y David ha comenzado a trabajar como un equipo bien organizado. "La mejor manera no es trabajar más, si no mejor", les alertaba Chicote.