El papel de la ex ministra Cristina Garmendia al frente de Mediaset y su faceta más personal
Martín Alegre
El nombramiento de Cristina Garmendia (San Sebastián, Guipúzcoa, 21 de febrero de 1962) como presidenta de Mediaset estaba cantado. Ya en diciembre, nada más adelantar la salida de Borja Prado de la filial española del grupo mediático, apuntamos a la ex ministra de Zapatero, cuyo nombramiento aprobó este martes el consejo de la compañía. El ex presidente de Endesa tuvo que dejar el cargo por discrepancias con la dirección de la empresa italiana y en concreto con su consejero delegado. Parece que fue hace una eternidad pero, hace solo un año, Borja Prado aún se apuntaba varios tantos: haberse llevado la cotizada a Países Bajos sin hacer tanto ruido como Ferrovial y haber limpiado la maltrecha imagen de la casa desalojando de Fuencarral al universo de Sálvame.
Además, Borja Prado se las traía con Alessandro Salem y con Pedro Piqueras, inmiscuyéndose en la línea editorial de los Informativos, y apoyaba el fichaje de Vicente Vallés (que dijo no a la oferta), mientras esperaba la llegada de Alberto Núñez Feijóo a Moncloa tras las elecciones del 23 de julio.
No todas las cosas fueron como Borja había planeado. En 2023, la filial española de Mediaset rebajó sus ingresos un 3,7% y su beneficio bruto de explotación (Ebitda), más de un 10%. Además, es obvio que el PP no gobierna ni parece que el relevo en el Ejecutivo vaya a llegar pasado mañana; Piqueras dejó de heredero a Franganillo y, aunque La Fábrica de la Tele y sus "apestados telebasureros" fueron expulsados de Mediaset (como adelantábamos ya en noviembre), los frikis de Supervivientes y Jorge Javier Vázquez son hoy los únicos garantes de buenas audiencias en Telecinco, cadena que aún no se ha recuperado de la pájara que comenzó antes del relevo de Paolo Vasile y tocó suelo con el posterior proceso de metamorfosis, aún en pleno desarrollo. Por cierto, que este viernes el ex presentador de Sálvame regresa como gran estrella en auxilio del prime time del viernes, el espacio donde reinó con el desaparecido Deluxe el conductor de aquel programa de "maricones y rojos".
Currículo admirable
No tan roja como Jorge Javier es Cristina Garmendia, su flamante presidenta, que fue ministra de Ciencias e Innovación entre 2008 y 2011 durante el segundo gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. La vasca ya estaba presente en el consejo de Mediaset desde 2017 como consejera independiente e integrante de dos comisiones: la de Nombramientos y Retribuciones y la de Auditoría y Cumplimiento de la Sociedad. La bióloga conoció al expresidente socialista en un acto del CSIC. Poco después, recibió una llamada de Moncloa para incorporarse al Observatorio para la Ciencia y Tecnología de la Oficina Económica de Zapatero. Cuatro años más tarde, fue puesta al frente de la cartera de Ciencia e Innovación. Abandonó la política hace 13 años.
Poco dada a las intrigas y mucho menos enredadora que su antecesor, cuenta con un currículo admirable: esta doctora en Ciencias Biológicas ha compaginado la presencia en consejos de potentes compañías españolas con su trayectoria en el mundo de la innovación, donde preside la Fundación COTEC. Además, la donostiarra está presente en los consejos de CaixaBank y Logista, donde es vicepresidenta, y es también consejera dominical de la gestora Ysios Capital Partners. Garmendia fundó Satlantis, startup dedicada al lanzamiento de nanosatélites, y es miembro del Consejo Asesor del Espacio de la Comisión Europea y formó parte de la junta directiva de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE). Considerada una de las científicas más prestigiosas, ha recibido entre otros el Premio Nacional de Biotecnología.
Su sueldo y su papel en Mediaset
En Mediaset, su poder ejecutivo será muy reducido, aunque no inexistente. Su sueldo no se ha hecho público. El salario del fallecido Alejandro Echevarría rondaba el millón de euros. Fuentes de la compañía explican a Informalia que Garmendia "no influirá ni en la línea editorial ni en la programación", aunque será una magnífica representante institucional y se espera su presencia en importantes foros, incluyendo Zarzuela, donde Garmendia ha demostrado contar con simpatías. Como presidenta de Cotec, gestionó la fabricación de respiradores para los afectados de Covid y su imagen fue muy difundida tras mantener una videoconferencia con los Reyes. El papel de Garmendia en la pandemia fue notable.
Volviendo a su labor en Mediaset, las fuentes consultadas también adelantan que "será una de las personas que reciba llamadas de Moncloa cuando algo de Telecinco no les haya gustado". Pero, a nivel operativo, la presidencia no es tan relevante. De hecho, Mediaset ha estado medio año con el puesto vacante sin ningún problema. Otra cosa es que su voz como asesora sea escuchada y tenida muy en cuenta a la hora de tomar decisiones, más allá del día a día, como el desarrollo para la programación de la nueva temporada en septiembre, y el relevo de Manuel Villanueva como responsable de Contenidos.
Garmendia sin duda suma a favor de una de las prioridades del gigante audiovisual: blanquear la imagen. Pero además Mediaset tendrá que cimentar los nuevos informativos (los programas de antes y después hacen por lo menos el 50%), consolidar y seguir haciendo crecer los formatos tipo Reacción en Cadena, buscar nuevas caras y rascar en su maltrecho prime time algo que no sean realities. Preocupa la incierta llegada de Carlos Latre al access prime time, donde competirá con Pablo Motos y Broncano, y no tanto el mejorable dato de Ana Rosa por las tardes.
Fuera de España, los sucesores de Silvio Berlusconi, se encuentran un año después del fallecimiento de Il Cavaliere con un incendio importante en Alemania, donde una batalla accionarial amenaza el control de su participada germana después de que el Consejo de la misma rechazase los planes de los herederos del magnate para dividir la empresa: solo lograron el 70% de los votos afirmativos (Media for Europe tiene un 30% del capital), cuando eran necesarios el 75%.
Casada con un ingeniero, con dos hijos y muy deportista
Cristina Garmendia está casada con el ingeniero bilbaíno Rubén Celaya, vicepresidente del grupo Amasua. Tienen dos hijos: Ander y Teresa. Es una mujer muy familiar y suele veranear con su marido en Málaga, donde no descarta pasar temporadas tras la jubilación. Adora viajar, la literatura y es de la Real Sociedad. En el ámbito empresarial, el matrimonio impulsó Inbiomed, fundación dedicada a la investigación celular. La nueva presidenta de Mediaset es la menor de dos hermanas y pertenece a una familia de la alta burguesía vasca. Estudió en el colegió francés y estudió Biología en Sevilla. Durante esta etapa en la capital hispalense se enamoró de la romería de El Rocío. Pero antes, en su tierra, había sido reina de la comparsa de Bataplán, una discoteca conocida en la playa de la Concha de San Sebastián. Es muy deportista y practica la natación, la gimnasia deportiva y el esquí.