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Beyoncé, Jay-Z, Spielberg o las Kardashian: ¿quién puede gastarse tres millones a la semana en un yate?


Informalia

Observar desde el muelle los yates más espectaculares ya es un espectáculo en sí. Pero vivir la experiencia de recorrer el Mediterráneo o el Caribe a bordo de una de estas naves es un lujo reservado a las grandes fortunas. Lo curioso es que, en los últimos veranos, no solo sus dueños disfrutan de ellos: muchos han convertido sus embarcaciones en auténticos hoteles flotantes disponibles para alquiler, con precios que alcanzan cifras astronómicas.

Uno de los más icónicos es el Christina O, el yate donde Aristóteles Onassis y Jacqueline Kennedy —ya como señora Onassis— escribieron parte de su historia. Construido en los astilleros canadienses Canadian Vickers, mide 99,15 metros de eslora y cuenta con 17 camarotes para 34 invitados, decorados por Apostolos Molindris & Associates. Tras años en desuso tras la muerte del magnate en 1975, su nieta Athina Onassis decidió devolverlo al mar en 2021. Hoy puede alquilarse por 700.000 euros semanales en verano y 740.000 en invierno, especialmente demandado en Navidad en el Caribe. Por él pasaron celebridades como María Callas, Grace Kelly, Winston Churchill y Frank Sinatra.

El yate Christina O.

En el panorama actual, son muchos los nombres que destacan. The Edge, guitarrista de U2, alquila el Cyan (48,7 metros, seis cabinas y 12 tripulantes) por 182.000 euros en temporada alta y 196.000 en invierno. El empresario Lakshmi Mittal, al frente de ArcelorMittal, ofrece el Aalto (antes Amevi), de 80 metros, con capacidad para 18 invitados y 27 tripulantes, a razón de 875.000 euros semanales. Mantener un yate de este tamaño cuesta alrededor de 10,4 millones al año.

El cineasta Steven Spielberg desembolsó en 2023 215 millones de euros por el Seven Seas, de 109 metros de eslora, y durante un tiempo permitió alquilarlo por un millón semanal. Algo similar hizo el ruso Roman Abramovich con su gigantesco Eclipse, de 162,5 metros, por el que pagó 550 millones y que llegó a rentarse por 1,7 millones de euros la semana. El magnate de los medios Rupert Murdoch también ofreció su velero clásico Rosehearty, disponible hasta 2014 por 254.000 euros semanales.

El yate Cyan.

A menudo se dice que "es más rentable tener un amigo con yate que poseerlo". Y es que el gasto en tripulación, combustible, mantenimiento y amarre resulta desorbitado. Por eso muchos prefieren alquilar, como el exjugador de la NBA Magic Johnson, que cada verano recorre el Mediterráneo acompañado de amigos como Samuel L. Jackson a bordo de yates como el Phoenix 2, navegando entre España, Francia e Italia.

Los destinos favoritos de las estrellas siguen siendo las aguas del sur de Europa. Beyoncé y Jay-Z eligieron el Flying Fox, considerado el yate de alquiler más grande del mundo: 136 metros de eslora, cinco cubiertas, dos helipuertos y 11 suites para 22 personas, por un precio de tres millones de euros a la semana. Las hermanas Kardashian, en cambio, han alternado entre la goleta Prana, propiedad del hotel Atzaró en Ibiza, y el Rising Sun, del fundador de Oracle. Con 138 metros, 82 camarotes, cancha de baloncesto, helipuerto y 30 tripulantes, es el sexto yate privado más grande del planeta, con un coste cercano a los dos millones semanales.

El Yate Flying Fox.

La actriz Gwyneth Paltrow también es una habitual de la navegación de lujo: ha disfrutado de Saint-Tropez, del Sudeste Asiático a bordo del Silolona y de Capri en el Seven Seas de Spielberg.