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Antonio Banderas cumple 65 años: una vida que empezó dos veces

Antonio Banderas y su novia

Sara Tejada

Este 10 de agosto, Antonio Banderas sopla 65 velas. Una cifra que celebra con gratitud, porque, en su caso, el tiempo tiene un significado doble. El actor malagueño siempre recuerda que, además de la fecha en la que vino al mundo, hubo otro día que marcó un nuevo comienzo: el 26 de enero de 2017, cuando un infarto le obligó a frenar, mirar de frente a la muerte y replantearse la vida.

Aquella mañana, en su casa de campo de las afueras de Londres, Banderas sintió un dolor sordo en ambos brazos después de hacer deporte. Pensó que era una simple sobrecarga muscular, pero en cuestión de minutos el malestar se volvió insoportable: sudor frío, falta de aire, una somnolencia extraña que le invitaba a dejarse ir. "Multiplica esa sensación por diez y tendrás lo que sentí. No era el pecho lo que me dolía, eran las mandíbulas", relató tiempo después.

La rápida actuación de su pareja, Nicole Kimpel, marcó la diferencia. Sin saber exactamente lo que ocurría, ella había comprado aspirinas esa misma mañana. Tras llamar a una ambulancia, colocó dos comprimidos bajo la lengua del actor. "El médico le dijo a Nicole que probablemente me había salvado la vida", recordaría él. En el hospital le implantaron tres stent para prevenir nuevos episodios.

Un cambio de rumbo… relativo

El susto le llevó a abandonar el tabaco, reducir el consumo de carnes rojas y someterse a terapia para controlar el estrés. Sin embargo, su energía creativa no se vio mermada. Desde entonces ha participado en diez películas y ha reforzado su compromiso con el teatro, una pasión que en los últimos años ha canalizado a través de montajes como Tocando nuestra canción, Company —con la participación de su hija Stella del Carmen—, A Chorus Line, Gypsy y Godspell. Actualmente rueda una nueva producción en Londres. Con 45 años de carrera a sus espaldas, Banderas no solo ha triunfado en el cine, sino que también ha abierto caminos para otros. Fundó junto a Domingo Sánchez la escuela de interpretación Sohrlin, destinada a formar a nuevos talentos. Además, en 2019 inauguró en Málaga el Teatro del Soho CaixaBank, un proyecto que, según él mismo ha reconocido, no persigue grandes beneficios económicos sino fomentar la cultura en su tierra natal.

Del escenario a los negocios

El malagueño también ha cultivado un perfil empresarial notable. En el ámbito gastronómico, creó el Grupo Tercer Acto, que gestiona varios restaurantes en Málaga, como La Pérgola del Mediterráneo, Doña Inés y El Pimpi de Puente Romano. La hostelería ha demostrado ser una inversión sólida y rentable para el actor. En el sector inmobiliario, su patrimonio no deja de crecer. En 1997 adquirió la villa La Gaviota en Marbella, antigua propiedad de Encarna Sánchez, que ahora está reconstruyendo tras derribarla por irregularidades urbanísticas previas. En 2024 sumó un ático de 80 metros cuadrados en la Milla de Oro madrileña, valorado en torno al millón de euros, a sus dos viviendas en Málaga.

Entre todos sus logros, Banderas señala a su hija, Stella del Carmen, como su mayor orgullo. Fruto de su matrimonio con Melanie Griffith, la joven, que ha seguido discretamente los pasos de sus padres en el mundo del arte, se casará este otoño en España con su prometido, Álex Gruszynski. Antonio ejercerá como padrino, un papel que afronta con emoción y que, según confiesa, será uno de los momentos más significativos de su vida.

65 años con la vista puesta en el futuro

Ocho años después del infarto que casi le arrebata todo, Antonio Banderas mantiene la misma pasión por los retos que lo impulsó a dejar Málaga para conquistar Hollywood en los años 90. La diferencia es que ahora sabe, mejor que nunca, que la vida se sostiene sobre hilos frágiles. Por eso aprovecha cada proyecto, cada viaje y cada instante con sus seres queridos como si fuera único. Con 65 años, combina la entrega a su oficio con su papel de empresario, mecenas y padre. El hombre que ha encarnado héroes de acción, seductores impenitentes y figuras históricas sobrevive, en gran medida, gracias a dos aspirinas colocadas a tiempo. Desde entonces, su cumpleaños tiene un doble significado: celebra el día en que nació y aquel en que tuvo la oportunidad de empezar de nuevo.