Gente

Trump niega haber enviado una carta obscena a Epstein con una mujer desnuda pintada y dice que él no dibuja


Sara Tejada

Donald Trump se encuentra nuevamente en el centro de una polémica tras negar rotundamente haber enviado en 2003 una carta obscena al financiero Jeffrey Epstein con un dibujo de una mujer desnuda. Sin embargo, los hechos y la situación colocan al presidente en un delicado equilibrio: negar sus vínculos con el pederasta mientras las evidencias documentales y las inconsistencias de sus declaraciones siguen emergiendo. El escándalo y la presión por esclarecer la verdad van en aumento.

Según un reportaje del Wall Street Journal, el supuesto mensaje de Trump estaba incluido en un álbum de cumpleaños recopilado por Ghislaine Maxwell, socia y exnovia de Epstein, donde varios amigos del magnate dejaron mensajes personalizados, algunos de tono provocativo. La noticia ha generado un escándalo por las implicaciones políticas y morales del caso. Trump respondió de inmediato a las acusaciones desde su red social Truth Social, donde escribió tajantemente: "Yo no dibujo cosas. No hago dibujos. Es todo una falsedad del Wall Street Journal". Sin embargo, los hechos contradicen su versión. Trump tiene un historial conocido de realizar bocetos y dibujos, muchos de los cuales fueron subastados o donados a causas benéficas en Nueva York durante las décadas de 1990 y 2000. Su negación categórica contrasta con numerosos eventos públicos donde el propio Trump promocionó sus esbozos, lo que ha alimentado la controversia y puesto en duda su defensa.

El matrimonio Trump con Epstein y Ghislaine Maxwell

Un dibujo polémico en el centro del escándalo

La carta mencionada por el Wall Street Journal forma parte de un álbum de cuero preparado para el 50º cumpleaños de Epstein en 2003. Según el diario, el mensaje atribuido a Trump incluía un texto mecanografiado con un diálogo ficticio entre "Donald" y "Jeffrey", rodeado por el contorno de una mujer desnuda dibujada con marcador grueso. La página terminaba con la firma de Trump garabateada justo sobre la zona púbica de la figura femenina, imitando vello púbico.

Este dibujo fue subastado posteriormente por Sotheby's , pero originalmente fue donado por Trump para el beneficio de Capuchin Food Pantries en 2003. La escena es del proyecto de desarrollo Riverside South en Manhattan, que dirigió Trump

El medio no publica la imagen por considerarla ofensiva, pero varios periodistas del WSJ aseguran haberla visto y confirmado su existencia. El escándalo resurge justo cuando las presiones por publicar los archivos completos del caso Epstein han alcanzado un nuevo punto álgido, especialmente dentro de la propia base conservadora de Trump en lo que se considera la mayor crisis desde su toma de posesión el pasado 20 de enero.

A pesar de afirmar que "no hace dibujos", Trump es conocido por haber participado en múltiples eventos de caridad donde donó bocetos firmados. Durante los primeros años de la década de 2000, el entonces empresario neoyorquino solía esbozar siluetas de rascacielos, puentes e incluso un peculiar "árbol del dinero", que luego firmaba y entregaba a organizaciones benéficas.

En su libro de 2008, Trump Never Give Up: How I Turned My Biggest Challenges Into Success, el propio Trump reconoció esta actividad: "Me toma unos minutos dibujar algo, normalmente un edificio o un paisaje urbano con rascacielos, y luego firmarlo. Pero con eso hemos recaudado miles de dólares para alimentar a los hambrientos en Nueva York", escribió.

Entre las donaciones más conocidas se encuentran varios bocetos subastados por casas de arte como Sotheby's. Uno de los más emblemáticos fue un dibujo del proyecto Riverside South en Manhattan, que Trump lideró, donado precisamente en 2003, el mismo año en que supuestamente envió la carta a Epstein.

Otros dibujos similares, firmados por Trump, fueron ofrecidos en subastas benéficas organizadas por los St. Francis Food Pantries and Shelters y por eventos contra el analfabetismo en Nueva York en 2005.

Negaciones previas y antecedentes de contradicción

No es la primera vez que Trump niega hechos que posteriormente son corroborados con pruebas. El New York Times recuerda un caso célebre: el video filtrado de Access Hollywood en 2016, donde el entonces candidato republicano se jactaba de tocar a mujeres sin su consentimiento, tras haber negado haber hecho declaraciones similares. También negó haber destruido documentos oficiales hasta que se publicaron fotos suyas arrojando papeles al inodoro en la Casa Blanca.

Este patrón de desmentidos, seguidos de evidencias contradictorias, ha vuelto a quedar al descubierto con el escándalo de la carta a Epstein. Su historial público de dibujos dificulta sostener su versión de que "jamás ha hecho dibujos", especialmente cuando existen registros de sus bocetos subastados y firmados por él mismo.

Un contexto de presión política por el caso Epstein

La polémica estalla mientras crecen las demandas de transparencia sobre los archivos completos relacionados con Epstein. Algunos de los seguidores más fieles de Trump, entre ellos el empresario Elon Musk, han reclamado la publicación de los testimonios del gran jurado y otros documentos aún clasificados.

Presionado por su propia base, Trump ordenó el jueves por la noche a la fiscal general Pam Bondi iniciar el proceso para desclasificar parte de esos archivos, en un intento por controlar el tsunami mediático.

"Basándome en la ridícula cantidad de atención que se está dando a Jeffrey Epstein, he autorizado a la fiscal Bondi a publicar todos los testimonios pertinentes del gran jurado, sujeto a la aprobación judicial", anunció en Truth Social.