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Ni Colate ni Paulina pueden acercarse al campamento de su hijo por orden de la juez: Beatriz Cortázar desvela cómo va la batalla judicial


Beatriz Cortázar

Una auténtica locura judicial ha sido la que se ha vivido la semana pasada en los juzgados de Florida por la llegada a España del hijo que tienen en común la cantante Paulina Rubio y el empresario Colate Vallejo Nágera. Tal y como manifestó el menor, su deseo era estar en un campamento en España y poder viajar al país de su familia paterna ahora que ya terminó el colegio y se graduó con el resto de compañeros de clase en una ceremonia a la que acudió con su padre y donde también estuvo su madre. Todo un esfuerzo que ha tenido su recompensa y es que ha sido un año muy complicado para el joven. No obstante, ha sacado el curso adelante a pesar de todos los contratiempos que ha vivido en estos meses. Algunos cercanos a la familia lo definen como el peor año de su vida.

Lo cierto es que algunos titulares venidos del otro lado del Atlántico aseguraban que Colate había obtenido la custodia de su hijo durante los meses de vacaciones y que el chico podría estar en Pedraza con su familia todo el verano como sí ha ocurrido en otros años. Pero la realidad no es esa. Después de cuatro intentos por parte de la defensa de Paulina de intentar impedir que el joven regresara a España, al final la juez ordenó que acudiera al campamento con la condición de que su madre lo trajera en el viaje a España y que ninguno de sus progenitores (ni Colate ni Paulina) tuvieran contacto con él durante los 15 días que dura este campamento. Una vez que finalicen esas dos semanas, el joven regresará a los Estados Unidos sin poder disfrutar de un verano familiar en la localidad de Pedraza (Segovia) como era su deseo.

La decisión judicial ha sido como poco salomónica en tanto en cuanto ninguna de las dos partes enfrentadas ha conseguido lo que pretendía, pero al menos algunos interpretan que hay un vuelco y ya Paulina no tiene el dominio absoluto del destino de su hijo mayor. Es más, el próximo mes de noviembre hay una fecha marcada para que la juez escuche al menor (por entonces ya de 15 años) y atienda a sus deseos. Será en enero de 2026 cuando se celebre el juicio que decidirá si el joven puede residir en España como lleva solicitando en los últimos tiempos.

Aunque la justicia americana ha dictaminado que tanto los padres como el menor tienen que someterse a una terapia familiar para intentar solucionar estos conflictos que vienen desde muchos años atrás, lo cierto es que nada ha cambiado desde entonces e incluso se podría decir que los enfrentamientos judiciales entre los padres han ido a más dado que la cantante mexicana llegó a denunciar a su ex por secuestro de su hijo. Hace menos de un mes dijo que no lo había devuelto en el tiempo señalado mientras la otra parte aseguró que acudieron al domicilio materno pero no había nadie en la casa. Todo a pesar de que tienen custodia compartida y por tanto el mismo derecho a pasar el tiempo estipulado con el menor.

Días antes de que su hijo viajara a España (por orden judicial tenía que hacerlo junto a su madre), Colate regresó y ahora ha optado por no hacer ningún comentario. Cada vez que abre la boca, aunque sólo sea para decir cómo se encuentra su ex, la cantante mexicana aprovecha para ponerle una nueva demanda. Este verano está feliz porque su hijo también lo está en el campamento y él aprovechará para reunirse con su novia, Alejandra Conde, y disfrutar de estas fechas en Mallorca. Allí sólo quiere tranquilidad tras unas semanas muy duras con idas y venidas en los juzgados y una batalla que no tiene final. Una batalla que confía podrá ganar porque llegará el día en que la justicia escuchará, de una vez por todas, los deseos de un menor, que es quien más está padeciendo esta situación.

Hasta ese momento seguirán las demandas en los juzgados mientras en España hay dos procedimientos penales abiertos que no han interpuesto ni Colate ni su hijo. No obstante, son la respuesta a un protocolo de nuestra Justicia y que están a la espera de escuchar a las partes afectadas. Pero esa es otra historia que también tendrá su recorrido.