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Santiago Segura cumple 60 años y ésta es la otra cara del rey de la taquilla: de perder la virginidad a los 22 a estabilizarse con su maquilladora

Santiago segura

Martín Alegre

Santiago Segura, uno de los rostros más reconocibles del cine español, cumple 60 años este 17 de julio. El cineasta y empresario ha construido una carrera repleta de éxitos, popularidad y personajes icónicos como Torrente o Javier, protagonista de la saga Padre no hay más que uno. Sin embargo, tras su fachada cómica y su talento polifacético como actor, director y productor, se esconde una vida íntima marcada por inseguridades, rechazo, superación personal y, finalmente, estabilidad emocional junto a la mujer que le ha acompañado discretamente durante más de dos décadas.

Tarde pero sincero: su debut sexual a los 22

En una entrevista televisiva en el Deluxe, Segura sorprendió al público al revelar un detalle poco habitual en el mundo de las celebridades: perdió la virginidad a los 22 años. Con la honestidad que le caracteriza, no dudó en hablar del tema con naturalidad y un toque de autocrítica. "Yo creo que no hay que esperar tanto… Se crean demasiadas expectativas… Fue raro, no funcionó", confesó entre risas, añadiendo que la experiencia fue decepcionante, aunque formativa.

El cineasta explicó que, durante su juventud, no tuvo una vida amorosa activa. Pese a su actual imagen de hombre seguro, en su etapa adolescente y juvenil las inseguridades y el rechazo fueron constantes. "Las mujeres me han rechazado en un noventa y pico por ciento de las veces que me he lanzado", llegó a decir.

Una adolescencia dura y marcada por el acoso

La vida íntima de Segura está marcada por una adolescencia que él mismo ha descrito como "un horror". El actor ha relatado en varias ocasiones el sufrimiento que vivió en el colegio, donde fue víctima de acoso escolar debido a su físico. "De pequeño era gordito y los niños son muy crueles. Me llamaban Piraña, como el de Verano azul", relató en una entrevista.

La crueldad de sus compañeros no solo se limitaba a los apodos; también sufría agresiones físicas. "Recuerdo muchos días salir corriendo hacia el autobús antes de que me zurraran", contó. Intentaba defenderse con humor, siendo el 'gracioso de la clase', pero eso no siempre era suficiente.

Esos años difíciles lo empujaron a refugiarse en el cine, una pasión que terminaría por definir su vida profesional y personal. El cine fue su escape, su terapia y su motor de motivación. De ese dolor adolescente nacería una mirada creativa aguda, irónica y profundamente humana.

Una relación estable y sin focos

Pese a su perfil público y mediático, Santiago Segura ha sabido mantener una vida sentimental estable y muy discreta. Desde 2006 comparte su vida con María Amaro, maquilladora profesional a la que conoció mucho antes, en 1998, durante el rodaje de la primera entrega de Torrente. Aunque entonces no eran pareja, el vínculo entre ambos se fue fortaleciendo con el paso del tiempo hasta consolidarse años después.

Madre de sus dos hijas, Calma (nacida en 2008) y Sirena (en 2013), María siempre ha preferido mantenerse al margen de la fama de su pareja. Mientras sus hijas han crecido en contacto con las cámaras y la industria audiovisual, e incluso han actuado en algunos de los proyectos de su padre, ella ha optado por una vida alejada del foco mediático.

Esa discreción ha sido una constante en la relación. Santiago, a pesar de ser una figura pública, rara vez habla de su vida privada y, cuando lo hace, lo hace con respeto y mesura. En una entrevista para Pronto, reconoció el valor de su familia: "No hay nada que me haga más feliz que combinar mis dos pasiones: mis hijas y el cine".

El cine, un proyecto familiar

Más allá de su vida en pareja, Segura ha encontrado en sus hijas una nueva inspiración. Calma y Sirena ya han participado en algunos de sus proyectos, como Padre no hay más que uno, una saga que ha cosechado un notable éxito en taquilla. El cine, una vez refugio personal, se ha transformado también en un espacio de unión familiar.

"Me encanta trabajar con ellas. Me gusta mucho pasar tiempo con las dos, y a veces, por mi trabajo, estoy con ellas menos de lo que me apetece", confesó el director. Esta conexión familiar a través del cine refuerza una imagen poco conocida del actor: la de un padre presente, implicado y cariñoso.

Cerca de los tres está María Amaro, quien trabajó como maquilladora en La comunidad, de Álex de la Iglesia; Desde que amanece, apetece, de Antonio del Real; Manolete, junto a Penélope Cruz; y también en producciones internacionales como El reino de los cielos, dirigida por Ridley Scott, donde compartió escena con Orlando Bloom.

La relación personal y profesional de Segura y Amaro se ha mantenido lejos del ruido mediático.

Una vida sin escándalos

En un mundo donde muchos personajes públicos viven de la exposición constante, Santiago Segura ha optado por otro camino. Su vida íntima, aunque salpicada por anécdotas curiosas, se ha mantenido alejada del escándalo. Ha preferido hablar con humor de sus inseguridades, compartir sus luces y sombras y construir una familia sólida desde la calma. Desde aquel joven inseguro que perdió la virginidad a los 22 años hasta el hombre que hoy dirige, produce, actúa y comparte el plató con sus hijas, Segura ha recorrido un largo camino. Y María Amaro ha sido parte imprescindible del mismo.