Ana de Armas encuentra refugio en Vermont: así es su nueva casa valorada en 7 millones de dólares

Tras una carrera meteórica y varios años en el centro del huracán mediático, Ana de Armas ha decidido dar un giro a su vida. Lejos de Los Ángeles y del foco constante de los paparazzi, la actriz ha adquirido una impresionante propiedad en Vermont, una zona conocida por su paisaje montañoso, su privacidad y su ritmo de vida pausado. La vivienda, valorada en siete millones de dólares, representa más que un cambio de residencia: es una declaración de intenciones.

Ubicada en un entorno natural privilegiado, la casa combina el lujo con el confort. Con seis dormitorios, ocho baños, piscina al aire libre y amplios ventanales con vistas a las montañas, la propiedad está diseñada para ofrecer calma y bienestar. De Armas, que ha expresado en varias ocasiones su deseo de llevar una vida más equilibrada, ha encontrado aquí su refugio lejos de los focos.

Este movimiento llega en un momento de introspección para la protagonista de Blonde, quien en entrevistas pasadas ya había mostrado su deseo de alejarse de la exposición mediática. "Todos necesitamos un lugar donde sentirnos seguros", declaró en una entrevista reciente. Sus palabras reflejan la evolución personal de una actriz que ha vivido muy de cerca los efectos del escrutinio público, especialmente durante su relación con Ben Affleck, cuando compartían casa en Pacific Palisades y eran perseguidos a diario por fotógrafos.

Desde entonces, Ana ha ido cerrando etapas: vendió su casa en Venice (California), se despidió de su apartamento en el SoHo neoyorquino y ha optado por un estilo de vida más reservado. Aunque en los últimos meses ha sido relacionada sentimentalmente con Tom Cruise, ni ella ni el actor han confirmado nada, y la intérprete ha insistido en que, por ahora, su prioridad es su paz interior. "El amor llega cuando llega, pero no se puede planificar. La vida no siempre sigue un guion", declaró a Informalia.

Ahora, con los proyectos profesionales más seleccionados y una vida alejada del ritmo frenético de Hollywood, Ana de Armas se enfoca en su bienestar emocional. Rodeada de naturaleza y en una casa pensada para disfrutar de la intimidad, la actriz parece haber encontrado el equilibrio que llevaba tiempo buscando. Vermont, con sus bosques, su silencio y su belleza serena, es el nuevo escenario de su vida.