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Alejandro Sanz celebra la comunión de sus hijos con Raquel Perera en medio del huracán de Ivet Playà
Informalia
Este sábado 21 de junio, el municipio de Jarandilla de la Vera (Cáceres) se convierte en escenario de uno de los eventos más emotivos del año para la familia de Alejandro Sanz. Dylan, de 13 años, y Alma, de 10, hijos del artista con Raquel Perera, reciben juntos su Primera Comunión en una ceremonia que reúne a las dos familias en un ambiente de armonía y cercanía, a pesar de las polémicas que recientemente rodean al cantante. La celebración de la comunión de Dylan y Alma es mucho más que un acto religioso. Es un testimonio de madurez y entendimiento entre dos personas que, pese a sus diferencias sentimentales, han sabido priorizar a sus hijos y construir una convivencia respetuosa. Alejandro Sanz y Raquel Perera demuestran así que es posible separar caminos sin romper vínculos, y que la familia puede evolucionar sin perder su esencia. En un entorno natural lleno de recuerdos y rodeados de afecto, los hijos del cantante les espera un día que recordarán para siempre. Un día en el que la música cedió su lugar al amor familiar, al compromiso y a la esperanza.
Los niños nacieron con tres años de diferencia pero sus padres han decidido celebrar esta ceremonia conjunta para facilitar la reunión de todos sus seres queridos y reforzar el sentido de unidad familiar. Alejandro Sanz y Raquel Perera pusieron fin a su relación en julio de 2019, tras más de una década juntos y un matrimonio que comenzó en 2012. Sin embargo, desde entonces, ambos han demostrado tener una relación ejemplar como padres, basada en la cooperación y el cariño mutuo por el bienestar de sus hijos.
A sus 56 años, el artista, que siempre ha mostrado una faceta paternal muy cercana y protectora, ha estado presente en cada momento de esta celebración, acompañado de su novia, la actriz Candela Márquez. La presencia de Candela en un evento tan íntimo no ha pasado desapercibida, y ha sido interpretada por muchos como un paso más hacia la consolidación de su relación. Su participación en este contexto familiar tan significativo indica la buena sintonía que mantiene con el entorno más cercano del cantante.
La comunión, adelantada por la revista Hola, se celebra en un lugar muy especial para la familia: la finca El Sueño de los Parrales, una propiedad de 32 hectáreas ubicada a menos de cinco kilómetros del centro de Jarandilla de la Vera. Este enclave cacereño, que Alejandro Sanz convirtió en su refugio personal durante años, también fue el lugar donde contrajo matrimonio con Raquel Perera en 2012. La finca, conocida por sus impresionantes vistas a la sierra de Gredos y por haber sido testigo de momentos clave en la vida del cantante, cuenta con 14 habitaciones, amplios jardines, zona chill out, piscina, un arroyo propio e incluso un huerto ecológico. Es también el escenario donde Sanz preparó parte de sus giras, como quedó reflejado en el documental Lo que fui es lo que soy. "Los Parrales era el nombre de la finca de mi tío, donde nos juntábamos toda la familia. Este sitio es para ellos, para que tengamos donde reunirnos todos, también cuando yo no esté", llegó a declarar Alejandro Sanz sobre esta propiedad, que para él representa un legado familiar y emocional.
La comunión llega en un momento delicado para el cantante, inmerso en una inesperada polémica tras las recientes declaraciones de Ivet Playà
La comunión llega en un momento delicado para el cantante, inmerso en una inesperada polémica tras las recientes declaraciones de Ivet Playà, una exfan que ha puesto el foco mediático sobre la vida personal de Sanz. Sin embargo, este evento parece servir como pausa luminosa en medio de la tormenta, y tanto el artista como su familia prefieren centrarse en lo verdaderamente importante: celebrar la vida y el crecimiento de sus hijos. Acompañado por sus seres más queridos, Alejandro quiere sin duda que la jornada transcurra con normalidad, sin tensiones ni ausencias notables. Familiares, amigos cercanos y algunos rostros conocidos del entorno más privado del cantante se dan cita en esta celebración íntima, cargada de significado y emociones.
Fiel a su sensibilidad y estilo personal, no se descarta que Alejandro dedique unas palabras a sus hijos en este día tan especial. Como ya hizo en su momento con Capitán Tapón —la canción que escribió para Dylan cuando era pequeño—, es probable que el artista haya querido marcar la ocasión con un gesto emocional, reafirmando su papel de padre presente y comprometido.