Carlo Costanzia hace caja en los platós hablando de cómo va su relación con Alejandra Rubio y aclara los rumores de crisis
Sara Tejada
En un contexto donde las relaciones mediáticas suelen ser efímeras, el hijo delincuente (y reformado) de Mar Flores y la niña de Terelu Campos parecen determinados a explotar sus contradicciones e incoherencias si hay dinero de por medio: hartos de la prensa pero viviendo de los programas y las exclusivas. Este Viernes, en Telecinco, con cheque de por medio, Carlo Costanzia volvió a demostrar que, pese a las dudas iniciales, su historia de amor tiene cimientos sólidos. El tiempo, y quizá también una nueva exclusiva, dirán el resto.
Carlo Costanzia se ha sentado en el plató de '¡De viernes!' para aclarar el punto en el que se encuentra su relación con Alejandra Rubio. Su romance comenzó en febrero de 2024, momento en el que fueron captados por los fotógrafos. Nadie daba un duro por la relación de la hija de Terelu Campos y el primogénito de Mar Flores, condenado por estafa. Luego Informalia descubrió que Alejandra iba a ser mamá, cuando desvelamos que salía de una farmacia cargada de test de embarazo. Lo negó entre sonrisas nerviosas pero la verdad se abrió camino y pronto confirmamos que teníamos razón y que Carlo y su novia esperaban un bebé como habíamos avanzado: estaban protegiendo una exclusiva pagada en Hola. Unos tenemos periodismo, fuentes y noticias en primicia pero las confirmaciones llegan cuando hay chequera para pagar exclusivas.
En su aparición en el plató de ¡De viernes!, Carlo Costanzia se sentó frente a las cámaras para aclarar los rumores que han circulado durante las últimas semanas sobre su relación con Alejandra Rubio. El actor y modelo no solo quiso desmentir una supuesta crisis sentimental, sino que aprovechó el espacio televisivo para defender a la madre de su hijo y compartir detalles de su vida en común, incluidos los primeros meses como padres primerizos.
Una relación bajo el foco mediático
La historia de amor entre Carlo y Alejandra comenzó a principios de 2024, cuando fueron fotografiados por primera vez juntos. En aquel entonces, muchos dudaban de la solidez de esta relación, marcada desde el inicio por la polémica: él, con un pasado judicial que lo había llevado a ser condenado por estafa; ella, heredera de un linaje mediático que ha sido protagonista constante en la prensa rosa española. La noticia del embarazo de Alejandra Rubio se filtró poco después, cuando Informalia la pilló saliendo de una farmacia con varios test en la mano y cara de preocupación. Una risa nerviosa y una negación dijo más que sus palabras: estaba embarazada pero mentía y lo negaba para proteger la exclusiva que ella su novio vendieron a Hola. Terminaron confirmando que estaban esperando un hijo. Pocos meses más tarde, en dico de lo que hace por ejemplo Ana Obregón con su hija-nieta, n han exhibido y le han mantenido al margen del teatrillo mediático que sostiene y alimenta sus cuentas corrientes: hay que felicitarles por mantener su identidad en privado y fuera del alcance mediático.
"Nos reímos de los rumores"
Costanzia abordó directamente las especulaciones sobre una crisis con Alejandra. "Alejandra no es celosa y nunca hemos tenido un problema", aseguró. "Vivimos juntos, compartimos la rutina y hay confianza. Cuando vimos que algunos medios decían que estábamos en crisis, nos llamamos y nos reímos". El ex estafador quiso restar importancia a las habladurías y destacó que ambos han aprendido a convivir con la presión mediática sin dejar que esta afecte su vínculo.
No obstante, sí reconoció que los primeros meses de crianza no han sido fáciles. "No te voy a mentir. El cansancio, el trabajo, la falta de sueño… descuidas lo más importante, que es la pareja. Hubo un momento en que dijimos: 'Tenemos que sacar tiempo para nosotros'. Decidimos reservar una noche para cenar, ir al cine y reconectar", reveló, destacando la madurez con la que ambos han abordado sus desafíos como padres jóvenes.
Alejandra Rubio, bajo la lupa: Carlo la defiende
Uno de los momentos más tensos de la entrevista llegó cuando se abordó la supuesta imagen autoritaria de Alejandra en su entorno familiar. El periodista Antonio Montero insinuó que en su casa "todo el mundo le tiene miedo". Carlo respondió tajante: "Pobrecita, le están dando por todos lados. Tiene carácter, sí, pero no es intimidante. Tener carácter no es malo, es tener las ideas claras. Ella tiene la cabeza dura, igual que yo, y en nuestras familias todos somos así". Añadió además que, aunque puedan parecer enérgicos en sus discusiones, estas nunca han cruzado la línea de lo problemático. "Es normal discutir, especialmente cuando estás agotado. Pero siempre hablamos las cosas. Nos apoyamos mucho mutuamente".
Sobre la relación de Alejandra con el resto del clan Campos, Costanzia fue diplomático pero claro. A preguntas sobre la supuesta influencia de Alejandra en su entorno familiar —especialmente en su tía Carmen Borrego y su primo José María Almoguera— Carlo se limitó a decir: "Trabajo con todas. Carmen está acojonada, dicen, pero yo no la veo así. Alejandra es guapísima y tiene carácter, pero no impone como dicen". Respecto al hecho de que José María Almoguera aún no conozca al hijo de su prima, Carlo evitó entrar en polémicas: "No lo veo como algo extraño. Las familias son complicadas, y cada uno tiene sus tiempos".
Entre la presión mediática y la vida real
El testimonio de Carlo Costanzia en ¡De viernes! ha servido para mostrar una cara más humana del mediático romance que ha acaparado titulares en los últimos meses. Su intervención fue directa, honesta y sin rodeos, dejando claro que, más allá de la constante atención de la prensa, lo que existe entre él y Alejandra Rubio es una relación basada en la confianza, el apoyo mutuo y el compromiso con su nueva etapa como padres. Con esta aparición, Carlo ha logrado no solo cerrar filas en torno a su pareja, sino también ofrecer una imagen más serena y madura, alejada de la controversia que marcó sus inicios mediáticos. Y aunque la exposición seguirá siendo parte de su vida, parece tener clara la prioridad: su familia.