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Marisa Martín Blázquez y Antonio Montero explican cómo fue su noche de bodas: "Llegamos los dos vírgenes"
- Llevan juntos 43 años y tienen dos hijos en común
- Antonio Montero plantea a Marisa Martín Blázquez ser "una pareja abierta" y esto le contesta su mujer
Informalia
Marisa Martín Blázquez y Antonio Montero han vuelto a sorprender con sus declaraciones sobre su vida personal y su relación de pareja. En una reciente entrevista, la pareja de periodistas habló abiertamente sobre su matrimonio, la fidelidad y su primera noche juntos después de seis años de noviazgo.
La historia de amor de Marisa y Antonio se remonta a sus años universitarios. Se conocieron en la facultad, pero no fue hasta una acampada con compañeros de clase cuando nació el amor entre ellos. Desde entonces, han construido una relación que ha resistido el paso del tiempo y los desafíos de la vida en pareja. "Llevamos juntos desde que ella tenía 19 años y yo 20. Fuimos novios seis años y nos casamos en 1989", contó Montero. Pero lo que más ha llamado la atención de su relato es que ambos llegaron vírgenes al matrimonio, algo que hoy en día puede resultar sorprendente para muchas personas.
Antonio Montero explicó que tanto él como Marisa tomaron la decisión de esperar hasta el matrimonio por razones religiosas y personales: "Para mí tenía mucho valor y para ella también", afirmó. Sin embargo, con el tiempo, ha llegado a cuestionar si realmente fue algo positivo: "Tengo mis dudas de que eso fuera algo bueno, porque seis años de novios sin tener relaciones…".
Marisa, por su parte, se mostró menos cómoda con que su marido compartiera estos detalles tan íntimos. "A mí en general no me gusta que hable de cosas mías privadas", confesó. Sin embargo, también reconoció que no es la primera vez que Antonio toca este tema en público.
Una noche de bodas con versiones enfrentadas
Si algo quedó claro en la entrevista es que Antonio y Marisa recuerdan su noche de bodas de manera muy diferente. Según Montero, fue un momento casi de película, lleno de romanticismo: "Me la llevé en brazos subiendo las escaleras de nuestra casa", relató.
Sin embargo, Marisa desmintió esa versión entre risas y ofreció su propia perspectiva: "Él iba como una cuba. Tuve que recogerme el vestido de novia y ayudarle a subir". Además, dio a entender que aquella primera noche no fue precisamente un derroche de pasión debido al cansancio y al exceso de celebración.
La fidelidad y el dilema de las relaciones abiertas
Más allá de su noche de bodas, la entrevista derivó en un tema que Antonio Montero lleva tiempo planteando: la fidelidad en la pareja. El periodista confesó que, aunque nunca ha sido infiel, en ocasiones ha sentido atracción por otras personas y ha reflexionado sobre la posibilidad de tener una relación abierta: "Para mí, la familia que hemos construido es intocable, pero eso no quita que en algún momento puedas sentir algo por otra persona", expresó Montero. Sin embargo, Marisa se mostró categórica en este punto: "Él lo ha planteado, pero en mi mentalidad no cabe eso en ninguna circunstancia".
Montero, por su parte, admitió que, ante cualquier tentación, su estrategia siempre ha sido alejarse y mantener la castidad. "Cuando tengo la mínima sospecha de que pueda ocurrir algo, me alejo", confesó.
¿Siguen teniendo relaciones íntimas?
Uno de los momentos más incómodos de la entrevista llegó cuando les preguntaron directamente si, después de tantos años juntos, seguían teniendo relaciones sexuales. Marisa intentó evitar la pregunta, mientras que Antonio, con su característico sentido del humor, respondió con evasivas.
Lo que está claro es que, a pesar de las diferencias y las discusiones sobre estos temas, Marisa Martín Blázquez y Antonio Montero han conseguido mantenerse juntos durante más de cuatro décadas. Su relación es un reflejo de cómo las parejas evolucionan con el tiempo y de los desafíos que enfrentan en el camino.
En definitiva, la entrevista dejó muchas reflexiones sobre el amor, la fidelidad y la convivencia, además de varias anécdotas que demuestran que, aunque tengan versiones distintas de su historia, el cariño y la complicidad entre ellos siguen intactos.