Ni la cara ni la mandíbula: lo que más le ha cambiado a Paola Olmedo en los últimos días
- La ex nuera de Carmen Borrego se ha embolsado unos 100.000 euros en su tour mediático
- "Todavía está muy inflamada": el cirujano de Paola Olmedo da las claves de su operación y adelanta que habrá más cambios
Informalia
La ex de José María Almoguera ha sido noticia estos días tras exhibir su nueva imagen después de someterse a una complicada cirugía a cargo de la sanidad pública. La ex nuera de Carmen Borrego tenía argumentos para que la Seguridad Social corriera con los costes de una intervención tal delicada porque no era solo una cuestión estética: su peculiar mandíbula y su dentadura le impedían una correcta masticación y afectaba a su digestión, entre otros problemas. Sin embargo, tanto como su aspecto físico, que la ha hecho irreconocible para sus propios hijos, ha cambiado su cuenta corriente: entre la exclusiva de la revista Lecturas y sus futuras apariciones en programas de televisión, nos hablan de una cantidad de "seis cifras": es decir, una cantidad no inferior a los 100.000 euros. Pero no solo eso ha cambiado: además de su cuenta corriente y su aspecto, ha cambiado la relación con su ex suegra.
El rostro de Paola Olmedo ha cambiado tanto que ni sus hijos la reconocen. La exnuera de Carmen Borrego ha pasado por el quirófano para corregir una mandíbula traicionera que le impedía masticar bien y que, de paso, la condenaba a digestiones pesadas y a un futuro incierto de problemas de salud. Pero más que su perfil, lo que de verdad ha cambiado en su vida es el saldo de su cuenta corriente y su lugar en el tablero de los programas de televisión.
La Seguridad Social ha financiado la intervención, porque, aunque el resultado salte a la vista, lo suyo no era un mero capricho estético. El hueso de su mandíbula no encajaba y su dentadura parecía esculpida por un escultor vanguardista sin reglas de simetría. Ahora, con el rostro afinado, la nariz en su sitio y un aire que algunos han comparado con Sara Carbonero y otros con la propia Carmen Borrego, Paola ha vuelto al ruedo mediático.
El primer golpe de efecto lo dio en la portada de Lecturas, donde mostró su nueva imagen con la sorpresa de quien se mira al espejo por primera vez. Se habló de una exclusiva de seis cifras, un eufemismo para decir que la jugada le ha reportado no menos de 100.000 euros. Pero el negocio no acaba ahí. Paola tiene previsto seguir rentabilizando su historia con apariciones en televisión, donde la cirugía, el dolor y la recuperación se convierten en un relato con audiencia asegurada.
Y entre la anestesia y los flashes, algo más ha cambiado en su vida: la relación con su ex suegra. Si hace unos meses las distancias entre ella y Carmen Borrego parecían irreconciliables, ahora Paola no escatima en palabras de agradecimiento. "Estoy muy agradecida con ella porque es muy buena mano y me ha venido muy bien", ha dicho sobre el cuidado que Borrego ha brindado a su nieto, Marc, mientras ella estaba convaleciente y Almoguera en la casa de Gran Hermano.
La paz televisiva entre ambas llega después de que la colaboradora enviara un mensaje conciliador, dejando claro que su prioridad es el bienestar del niño. Paola también ha querido desmarcarse de cualquier intento de enfrentar a Carmen con su hermana, Terelu Campos: "Ay, no. Es que es absurdo. No, no. Además, son hermanas y son muy unidas. No, no, no. O sea, yo no pienso eso", ha sentenciado, dejando claro que, si alguien busca un culebrón con tintes familiares, tendrá que escribirlo sin su colaboración.
Mientras los focos se posan en su nuevo perfil, en su entorno también se ha abierto una nueva trama sentimental. Paola ha confesado que ha encontrado de nuevo el amor tras su separación de José María Almoguera. "Es increíble, me cuida mucho. Ojalá que sea siempre", ha dicho con una sonrisa aún hinchada por la cirugía. "También es tierno y súper cariñoso. Estoy muy contenta con él, me ha apoyado muchísimo". Un galán en la sombra cuya identidad, de momento, queda reservada para futuras entregas de su historia mediática.
Pero lo que más ha cambiado en su vida no es su mandíbula, ni su nariz, ni su amor: lo que ha dado un giro de 180 grados es su futuro en televisión. De ser una figura secundaria en la crónica rosa ha pasado a convertirse en protagonista de una historia que mezcla cirugía, reconciliaciones familiares y una metamorfosis con tintes de cuento moderno. El dinero fluye y las cámaras la siguen, ávidas de nuevos capítulos.
A nivel médico, la operación ha sido un éxito más allá de lo estético. Paola ha explicado que, además de mejorar su masticación, la cirugía ha eliminado un riesgo de sordera que pendía sobre ella como una amenaza silenciosa. "Nada. La verdad que ya es cuestión solamente de que se me baje todo el hinchazón", ha explicado, consciente de que la recuperación aún llevará su tiempo, pero con la certeza de que la inversión –sanitaria y mediática– ha valido la pena.
En los próximos meses veremos si la historia de Paola Olmedo sigue sumando episodios o si, como tantas veces en este universo de exclusivas efímeras, la transformación pierde interés cuando el morbo inicial se desvanece. De momento, ha sabido jugar bien sus cartas. Ni la piñata ni la mandíbula: lo que más le ha cambiado es el horizonte que ahora tiene por delante.