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Dos sonadas ausencias y un invitado sorpresa: Beatriz Cortázar nos cuenta los detalles de la presentación de 'Jaime Ostos, sin filtros', el libro de Mari Ángeles Grajal


Beatriz Cortázar

En el Ateneo de Madrid y con las bajas de Carlos Herrera y Manuel Pimentel (que por motivos de salud no pudieron acudir) se ha presentado en la tarde de este martes el libro que firma María Ángeles Grajal y que titula Jaime Ostos, sin filtros, con la ayuda de Nieves Herrero y François Zumbiehl. Relatado en primera persona y con un montón de anécdotas que han sido pasto de titulares en estas últimas semanas, la viuda de Ostos llegó muy nerviosa y muy bien arropada por su hijo Jacobo, su hermana y sus amigas de la peña taurina Las Meninas.

Fue un día para hablar de toros y de amores, de encuentros y desencuentros y para evitar otras batallas, y mucho más si están relacionadas con los hijos mayores del diestro. Precisamente a la pregunta de cómo está el tema de las demandas tras el altercado que los hermanos Ostos vivieron en el hotel Wellington, la propia Grajal rememoró a su amigo Umbral cuando dijo aquello de "he venido a hablar de mi libro" y evitó dar más detalles. Más explícito se mostró su hijo Jacobo, quien aseguró estar "muy tranquilo" con esa demanda y esperando que la justicia haga su labor: "Con esa provocación mi hermano consiguió lo que quería, que fue hacerse unas teles y con eso ya tendrá para una temporada", aseguró.

Evitando esas guerras, Nieves Herrero describió este libro "de muchos toros y muchas corridas en todos los sentidos". Nieves recordó el capítulo en el que aparece un joven Juan Carlos de Borbón en un "menage" a cuatro con el torero y dos amigas, aunque ella prefiere el momento en el que Grajal y Ostos se conocen gracias a la ex suegra de la doctora, que por entonces estaba casada con un Pérez Tabernero: "Lo que sucedió estaba predestinado en nuestras vidas", dice Grajal, que recuerda cómo se enamoró de un torero retirado que aún vivía con Lita Trujillo. "Se arriesgaron a dar el paso y ponerse el mundo por montera", en palabras de Ostos que recuerda Nieves.

Para la periodista, este libro es la herencia que el diestro deja a su hijo Jacobo. "Quería que su hijo supiera todo de su buen torero, de su sentir y valentía, y de cómo se vence al miedo. Creo que el libro es un homenaje a Jacobo. Es poner en su sitio a Jaime Ostos y también una reivindicación de su hijo Jacobo", a quien está convencida que va dedicado aunque la conclusión de Nieves, y con estas palabras cerró su intervención, "es que la verdadera torera de este libro eres tú, María Ángeles".

Precisamente la viuda le cogió el testigo y aprovechó para hacer un recordatorio de su vida, de sus dos carreras y sus seis libros publicados, y de cómo su marido le pidió que revalorizara su figura, que se había distorsionado mucho con las polémicas que protagonizó con su ex en los programas de televisión. "Con mi ex suegra conocí a Jaime porque quería que me hablara de una cornada muy grave que sufrió para un libro que preparaba de medicina y toros. Hablamos de todo menos de la cornada. Empezó a venir a Salamanca y tres años después nos casamos. Hemos estado 40 años juntos con luces y sombras, como todos, o quizás más que todos, pero aunque nunca pensé escribir un libro suyo fue en el año 2014 cuando leí un artículo de un periodista sevillano (Jaime llevaba 30 años retirado) y rememoraba una faena del año 1968 y la comparaba con el ridículo de su imagen en la televisión. Jaime me pidió que escribiera de él y le revalorizara. Por eso escribí sus memorias a su lado. Han sido 40 años escuchando su historia y la escribíamos en un mano a mano. A mi marido no se me ocurrió ponerle una grabadora porque estaba siempre a mi lado. Las faenas taurinas las escribía él directamente y lo hacía muy bien porque toreaba, bailaba y hablaba muy bien. Jaime no quería que contara las polémicas de los platós de TV a raíz de las apariciones de su ex mujer y los que pasaban por ahí y que, por un minuto de gloria, fama o por hacer daño, acudían a los programas", ha contado la doctora.

"Jaime entró en las polémicas porque era tan de verdad que no podía soportar que se dijeran mentiras sobre él. Desafió a los críticos y entró en el trapo y eso desvirtuó su imagen personal. He pasado superficialmente por algunos porque no quiero hacer daño a nadie. Siempre he querido portarme bien y soy incapaz de hablar mal de nadie. Solo diré que siento que este acto es como el bautizo del hijo póstumo de Jaime", finalizó Grajal, quien esta anoche no tuvo invitados sorpresa ni ataques de nervios. Eso sí, a quien no se esperaba fue al ex de Ágatha Ruiz de la Prada, José María Patón, que acudió con una amiga y muy contento al encontrarse con su primo, Julián Porras-Figueroa.