La canción sin la que Richard Gere no podría vivir: "Es mi disco favorito de todos los tiempos"
- La música forma parte tanto de la vida del actor como de su trayectoria profesional
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Informalia
Richard Gere es uno de los grandes referentes de la gran pantalla con papeles muy importante en cines con las míticas Oficial y caballero o American Gigolo, todo esto antes de empezar con proyectos interpretativos que exigían una mayor profundidad, ser más maduro, como es el caso de Pretty Woman o Chicago
Lo que tienen todas en común es la importancia que se le da a la música para contar una historia, consiguiendo crear bandas sonoras que han pasado a la historia como parte del imaginario social. Con la trayectoria cinematográfica que todavía sigue teniendo Gere, aunque en la actualidad ya no cuenta tanto con el respaldo de los grandes estudios, no es de extrañar que la música juegue un papel protagonista en su vida y hay una canción, tal y como el actor ha reconocido, sin la que no podría vivir.
En 2007 vivió un gran momento cuando formó parte del elenco de I'm not there de Todd Haynes. Fue una película en la que se mostraba la vida de Bob Dylan por medio de seis personajes. En concreto Gere fue el intérprete de una versión de Billy the Kid, con la que se representaban los años de exilio del cantante.
Esta fue una gran oportunidad para él, sobre todo por lo que representaba. "Es nuestro Picasso", explicó en una entrevista al The New York Times en la que se centraba en contar sus cosas favoritas. De él destacó el álbum Blonde on Blonde, pero había una canción en particular muy especial para Gere.
"Para mí es impensable estar en el universo sin Visions of Johanna", dijo. "Hay dos versiones que son geniales. Una es una grabación acústica en vivo en el Carnegie Hall, que es muy dulce y te rompe el corazón. Luego hay una en ese disco en la que toca Robbie Robertson. Es más difícil. Es muy desafiante. Hay algo de ira en ella. Pero es mi disco favorito de todos los tiempos".
La canción que ha destacado es parte de un álbum doble de Dylan, uno de sus más míticos trabajos. Se ha hablado mucho sobre esta canción y la identidad del personaje principal. Dylan no especificó si Johanna era real o no, pero la teoría más popular indica que se trataba de Joan Báez, ex pareja del músico