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La relación amorosa de Daniel Sancho con Edwin Arrieta: salen a la luz sus planes de futuro juntos


Informalia

El caso de Daniel Sancho y Edwin Arrieta ha sido uno de los más mediáticos de los últimos tiempos. Desde el trágico suceso ocurrido en Tailandia, han surgido numerosas especulaciones sobre la relación que mantenían ambos protagonistas y los verdaderos motivos que llevaron a aquel fatídico desenlace. Ahora, gracias a la investigación del periodista Joaquín Campos, se han revelado detalles desconocidos que arrojan nueva luz sobre la naturaleza de su vínculo y los planes que tenían juntos, siempr según la versión del escritor español afincado en Tailandia y autor del libro sobre el caso.

Campos, quien lleva años viviendo en Asia y fue uno de los primeros en desplazarse a la isla donde ocurrió el crimen, ha realizado una investigación exhaustiva. A lo largo de meses, ha entrevistado a numerosas personas cercanas tanto a Daniel Sancho como a Edwin Arrieta, reconstruyendo minuciosamente la relación que mantenían y sus proyectos de futuro. Su trabajo ha permitido confirmar aspectos que hasta ahora solo eran objeto de rumores y especulación.

Uno de los principales hallazgos del libro de Joaquín Campos es la confirmación de que Daniel Sancho y Edwin Arrieta eran pareja. A pesar de que en un principio se habló de una relación de dependencia económica, con Sancho supuestamente recibiendo apoyo financiero de Arrieta, Campos sostiene que su vínculo iba más allá y que ambos tenían planes concretos para un futuro en común.

En una entrevista concedida a Mundo Deportivo, Campos desvela que Edwin y Daniel no solo compartían una relación sentimental, sino que también tenían intereses económicos conjuntos. Según el periodista, habían invertido —o estaban en proceso de hacerlo— en una sociedad para abrir un restaurante, un proyecto que representaba una suma de dinero considerable. Edwin, además, había alquilado una vivienda en Barcelona, y su intención era adquirir una propiedad que funcionara tanto como residencia como despacho.

Este dato es crucial, ya que indica que Edwin Arrieta estaba planificando un futuro estable junto a Daniel Sancho en España, lo que podría haber sido un factor clave en los acontecimientos que llevaron al crimen. La posibilidad de que la relación estuviera adquiriendo un nivel de compromiso mayor podría haber generado tensiones entre ambos, especialmente si existían discrepancias sobre el rumbo que debía tomar su vínculo.

Otro de los detalles más impactantes revelados en el libro de Campos es el hecho de que Edwin Arrieta llegó a Tailandia con dos alianzas. Según el escritor, la intención del cirujano colombiano era formalizar su relación con Daniel Sancho de alguna manera, posiblemente inscribiéndose como pareja de hecho en España. Este procedimiento legal, según explica Campos, habría facilitado trámites administrativos y acelerado procesos burocráticos, especialmente en lo relacionado con negocios y propiedades compartidas.

El hecho de que Edwin tuviera en su poder dos alianzas sugiere que consideraba su relación con Daniel como algo serio y duradero. Sin embargo, hasta ahora no se sabe con certeza si Daniel compartía esos mismos sentimientos o si, por el contrario, se sentía atrapado en una situación de la que no sabía cómo salir.

La investigación de Joaquín Campos también profundiza en el papel de las familias de ambos protagonistas y en las estrategias legales que se han puesto en marcha. La familia de Daniel Sancho ha mantenido un perfil discreto, con declaraciones limitadas a la defensa de su hijo, mientras que el entorno de Edwin Arrieta ha exigido justicia de manera constante. Por otro lado, el futuro de Daniel Sancho en prisión es otro de los temas abordados en el libro. El sistema judicial tailandés es conocido por su dureza, y aunque su equipo de abogados ha trabajado en su defensa, el panorama para el hijo del actor Rodolfo Sancho no parece favorable.

El libro de Joaquín Campos ofrece respuestas a muchas de las incógnitas que han rodeado este mediático caso. Su investigación demuestra que la relación entre Daniel y Edwin no se limitaba a una simple amistad o a un intercambio económico, sino que existía un vínculo sentimental con planes de futuro concretos. Estos nuevos datos podrían cambiar la percepción que se tiene sobre el caso y aportar una nueva perspectiva sobre lo sucedido en Tailandia.

Con un enfoque que mezcla periodismo de investigación, Joaquín Campos desentraña los eventos previos, durante y después del asesinato ocurrido en la isla tailandesa de Koh Phangan en agosto de 2023. Campos, residente en Asia desde 2007, se posicionó en el terreno desde los primeros días, entrevistando a testigos y recabando información de primera mano. Sus descubrimientos, combinados con su estilo incisivo, permiten arrojar nueva luz sobre un crimen que parecía haber sido diseñado como "perfecto", pero que terminó siendo un cúmulo de errores fatales para Daniel Sancho.

Campos cuestiona uno de los argumentos más repetidos por la defensa de Sancho: que el asesinato no fue premeditado. Según el autor, las acciones de Daniel antes y después del crimen apuntan a un plan cuidadosamente elaborado. No obstante, lo que queda claro es que Sancho subestimó tanto a las autoridades tailandesas como las complejidades logísticas de borrar todo rastro de su delito.

El periodista destaca que Sancho cometió errores cruciales. Desde dejar un cuchillo ensangrentado en una bolsa en el hotel Anantara hasta deshacerse de los restos de Edwin Arrieta en lugares fácilmente accesibles, como el vertedero de la isla y el fondo del mar cercano a la playa Haad Salad, los movimientos del joven español estuvieron marcados por una mezcla de torpeza e imprudencia. Incluso su decisión de quedarse en Koh Phangan tras el crimen, en lugar de huir a cualquier destino internacional, es vista como un signo de su sobreconfianza en su supuesta capacidad de eludir a la justicia. Recordemos que Sancho se quedó en la isla, pasó tranquilamente por la playa con una mujer israelí, y subió fotos en Instagram con frases banales. Todo ello refleja como recuerda campos en su libro una actitud de quien cree haber cometido el crimen perfecto. Pero no fue así.

El día del asesinato, según relata Campos, la rutina de Sancho fue perturbadoramente normal. Mientras desayunaba en un restaurante de la isla y subía fotos a sus redes sociales, una trabajadora birmana sin papeles encontraba en el vertedero local el tronco de Edwin Arrieta. Este hallazgo inicial fue el comienzo de una rápida investigación por parte de la policía tailandesa, que pronto conectaría las piezas del macabro rompecabezas. Un detalle que destaca Campos es la forma en que el sistema de reciclaje del vertedero contribuyó a la rápida identificación de los restos. En Tailandia, no se recicla en los hogares, pero en los vertederos se realiza un meticuloso proceso de separación de materiales. Este hecho fue crucial para que los trabajadores locales descubrieran partes del cuerpo de Arrieta antes de que fueran incineradas. Mientras tanto, Daniel Sancho se encontraba acompañado de dos turistas israelíes a las que había contactado a través de Tinder. Este comportamiento despreocupado contrasta con la gravedad del crimen que acababa de cometer, y Campos subraya cómo las mujeres, al ser interrogadas, describieron a Sancho como un hombre encantador y sin señales de nerviosismo.

Errores acumulados y una defensa insostenible

Campos dedica un capítulo entero de su libro a desmontar la defensa inicial de Daniel Sancho, dirigida por la abogada Carmen Balfagón. Uno de los puntos más controvertidos fue la afirmación de que el joven no podía haber premeditado el crimen porque había dejado su pasaporte al alquilar una motocicleta. Sin embargo, como explica Campos, este es un procedimiento estándar en Tailandia para turistas, lo que invalida por completo ese argumento. Otro grave error de Sancho fue no prever que la familia y los amigos de Edwin Arrieta podrían rastrear sus movimientos a través de las redes sociales. La hermana de Edwin, Darling Arrieta, al no recibir noticias del cirujano, identificó rápidamente a Sancho como la última persona que estuvo con él, desencadenando una cadena de eventos que llevaría a la detención del español.

Heridas visibles en el cuerpo de Sancho: un mordisco en el hombro y cortes en las manos

Además, Daniel cometió el desatino de acudir voluntariamente a la comisaría para denunciar la desaparición de Edwin, un acto que, según Campos, fue motivado por una mezcla de improvisación y desesperación. En ese momento, la policía ya estaba recabando pruebas y las heridas visibles en el cuerpo de Sancho (un mordisco en el hombro y cortes en las manos) levantaron sospechas inmediatas.

La repercusión mediática del caso, tanto en Tailandia como en España, es otro de los aspectos que Joaquín Campos aborda con agudeza. Según el periodista, la noticia de la detención de un ciudadano español por un crimen tan atroz llegó en un momento de relativa calma informativa en España, lo que contribuyó a que los medios se volcaran de lleno en la cobertura del caso.

El papel de las agencias de noticias, como EFE y Europa Press, también fue determinante. Campos relata cómo ambas agencias manejaron inicialmente la información con cautela, hasta que los medios tailandeses revelaron la identidad de Daniel Sancho. Este retraso, sin embargo, no impidió que el caso se convirtiera en el tema principal de conversación en platós de televisión, diarios y redes sociales. El libro analiza además el proceso judicial al que se enfrenta Daniel Sancho en Tailandia. Campos no elude temas controvertidos, como la posibilidad de que el joven enfrente la pena de muerte, una realidad que su defensa ha intentado evitar mediante la colaboración con las autoridades.