El restaurante en el que comió Mazón el día de la DANA con Maribel Vilaplana no tiene cobertura (y lo del exmarido)

El 29 de octubre, día en que la Comunidad Valenciana enfrentó una de las mayores tragedias climáticas recientes por la DANA que arrasó más de 70 municipios, Carlos Mazón fue señalado por no haber estado presente en las reuniones de emergencia. Mazón estuvo varias horas en el restaurante El Ventorro junto a la periodista Maribel Vilaplana, pero el presidente de la Generalitat sostiene que estuvo comunicado en todo momento. Este hecho, ampliamente discutido, ha generado nuevas controversias, entre ellas una curiosa revelación: el restaurante en cuestión no tiene cobertura móvil.

Un restaurante sin conexión

Según revela una persona que estaba en el lugar, Mazón y Vilaplana estuvieron en este restaurante hasta aproximadamente las 18:00 horas del día de la DANA. Este establecimiento, conocido por su arquitectura tradicional con gruesos muros y recovecos, es famoso entre sus habituales por un detalle peculiar: la falta de cobertura. "Ahí dentro no se puede hablar por teléfono. Es algo que los clientes ya saben", explica nuestra la fuente. Esto significa que, si Mazón afirmó haber estado en comunicación durante la emergencia, habría necesitado delegar esa responsabilidad a alguien que estuviera fuera del recinto y le avisara cada vez que tenía llamadas o recibía mensajes.

La ausencia de declaraciones claras por parte de Mazón sobre su paradero y actividades exactas durante las horas críticas de la alerta roja ha alimentado las sospechas. La oposición ya ha solicitado formalmente el ticket de la comida para verificar detalles del encuentro. Sin embargo, el presidente no ha querido dar explicaciones públicas sobre dónde estuvo o con quién, lo que ha dado pie a especulaciones y críticas.

El rol de Maribel Vilaplana

La presencia de Maribel Vilaplana en esta comida ha desatado un aluvión de comentarios mediáticos. La periodista, conocida por su trayectoria en medios valencianos como Canal 9, ha sido vinculada recientemente a un supuesto ofrecimiento por parte de Mazón para dirigir la televisión autonómica À Punt. Aunque no se ha confirmado oficialmente esta información, la coincidencia entre la reunión privada y el contexto de una crisis regional ha provocado una tormenta política y mediática.

A esta controversia se sumó un ingrediente inesperado: un tuit publicado por Xavier Carrau, exmarido de Maribel Vilaplana. Carrau, también periodista y conocido por su trabajo en Canal 9, compartió un críptico 'Tik-Tok' en su cuenta de X (antigua Twitter), desatando una avalancha de interpretaciones. Aunque Carrau había afirmado días antes estar "felizmente divorciado desde hace siete años" y que su vínculo con Vilaplana se limita a la crianza de sus hijos, sus publicaciones han levantado sospechas sobre la posibilidad de que esté escondiendo detalles que aún no han salido a la luz.

En días anteriores, hizo referencia indirecta a la actuación de Mazón durante la crisis climática con frases como "Pasó del móvil", en alusión a la falta de comunicación del presidente, y "¿Cero responsables?", cuestionando la falta de responsabilidades tras el desastre. Estas declaraciones han generado aún más atención sobre el polémico almuerzo del 29 de octubre.

El silencio de Mazón y las consecuencias políticas

El manejo de Mazón durante la DANA y su paradero durante las horas críticas han sido objeto de críticas desde distintos sectores. El hecho de no haber ofrecido explicaciones transparentes ha dejado un vacío que ha sido llenado por especulaciones, como la relacionada con la oferta a Vilaplana o la supuesta falta de cobertura en el restaurante. Para algunos, este silencio es un intento de eludir responsabilidades; para otros, simplemente un error de cálculo político en un momento delicado.

El restaurante El Ventorro es ya un símbolo de las críticas hacia Mazón: un lugar aislado, sin comunicación, que contrasta con la exigencia de liderazgo y accesibilidad que se espera de un presidente en tiempos de crisis.

Mientras Mazón enfrenta las demandas de la oposición y el escrutinio público, las palabras de Carrau y la relación con Vilaplana añaden una capa más de complejidad a una situación ya de por sí polémica. Por ahora, la combinación de rumores, declaraciones ambiguas y silencios estratégicos mantiene viva la polémica. Lo que está claro es que este episodio ha dejado en entredicho no solo el liderazgo de Mazón durante una crisis regional, sino también su capacidad para manejar la presión política y mediática.