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Rafael Amargo recuerda su paso por la cárcel y deja en shock a Emma García: "Esto ha sido por no querer acostarme con alguien"

  • El bailaor ha reaparecido este domingo en Telecinco tras quedar absuelto el pasado mes de mayo

Esperanza Ortiz

Rafael Amargo ha reaparecido este domingo en Fiesta (Telecinco). Ha sido su segunda aparición televisiva después de que en mayo quedara absuelto de un delito contra la salud pública del que había sido acusado por la Fiscalía de Madrid en relación a la venta de droga en su antiguo piso de Malasaña. "No me quieren ni de colaborador", ha lamentado sobre su situación profesional en España.

Tras iniciar una nueva etapa en Argentina, donde asegura que apenas tienen conocimiento de su escándalo, el bailaor ha agradecido las oportunidades profesionales que le están dando allí y además ha desvelado que se ha casado con Luciana Bongianino, quien a finales de 2020 también fue detenida junto a él. "Son cosas que se quedan en los corazones", ha dicho sobre su decisión de no hacer público su casamiento hasta ahora.

Su paso por la cárcel

Amargo estuvo en la cárcel de Soto del Real desde el 3 de noviembre de 2023 al 12 de abril de este año en régimen de prisión provisional por incumplimiento de medidas cautelares. "Gitanos y colombianos me acogieron con mucho cariño", ha recordado sobre su paso por la cárcel. También ha recordado la huelga de hambre que hizo de 19 días y ha hecho balance de sus problemas con la Justicia, que se prolongaron durante casi cuatro años: "A otro le pasa esto y a los dos días se muere. Alguien me tiene rencor y odio", ha dicho, sobre la mano negra que dice que pesa sobre él.

Sus teorías conspiranoicas

Ante Emma García ha ofrecido incluso unas declaraciones que en el plató han tachado de "conspiranoicas": "Esto ha sido por no querer acostarme con alguien". Ante el asombro y la insistencia de la presentadora, el artista granaino no ha entrado en más detalles. Las risas incluso se le han escapado a la presentadora, que ha insistido en su estado tras el proceso que ha vivido.

Sobre su situación a día de hoy, el bailaor ha explicado: "He tenido que vender todo para poder comer y no tener que pactar". En su afán de que hay manos negras contra él, también ha cargado contra el Gobierno y en concreto contra Pedro Sánchez: "Le mandé una carta al señor presidente y a su partido".

Y ha lamentado: "En este país no me han dejado hablar hasta que ha habido una absolución. No me han dejado hablar en redes sociales y hablo del Gobierno de España". Para Yolanda Díaz también ha tenido unas palabras: "Qué poca vergüenza cuando son 25 años dándole a 20 personas de comer. Al Ministerio de Trabajo, Yolanda Díaz, contéstame a la carta".

Contra Nacho Cano y Cándido Conde-Pumpido

Amargo también ha hablado de los amigos que según él no le apoyaron cuando ocurrió todo: "He dejado a muchos amigos que tenía que quitarme de encima". Y, en concreto, ha hablado de Nacho Cano, imputado por presuntos delitos contra los trabajadores migrantes de su musical Malinche: "Nacho Cano, ahora con lo que le ha pasado... No me ha apoyado, pero no pasa nada. No me invitó al estreno de una cosa que he hecho yo", ha insistido, señalando también: "A él han salido a defenderle Ayuso, Losantos, Carlos Herrera... Pero a mí no me ha defendido nadie".

También ha cargado contra Cándido Conde-Pumpido. El hijo del presidente del Tribunal Constitucional ha protagonizado serias polémicas en los últimos meses y, al respecto, el bailaor ha dicho: "La Justicia no es para todos igual. Yo he estado esperando tres años un juicio y Candidito Conde-Púmpido once días". Hay que recordar que Conde-Pumpido, además, llevó parte de su defensa hasta las discrepancias que tuvieron. Después se hizo con los servicios de Marcos García-Montes (el mismo letrado que representa a Daniel Sancho).

Sus lamentos

"Yo soy cristiano y también leo la palabra de Jehová. No me merezco esto, [a la televisión] no me han dejado venir a hablar ni gratis", ha lamentado también. "Ahora me llevo por delante a quien sea", ha sentenciado, asegurando al mismo tiempo que desde hace "siete años" no tiene problemas con las drogas ni las adicciones.