El alto coste económico y emocional de los padres de Daniel Sancho tras el delito y condena de su hijo
- Por el documental realizado con HBO, Rodolfo Sancho habría cobrado 120.000 euros, pero solo de su hipoteca debe 100.000 euros y habría gastado una cantidad similar en la defensa de su hijo
- Silvia Bronchalo habría asumido con su propio patrimonio parte de los gastos derivados de la estancia de su hijo en prisión sin recibir ayuda externa
Informalia
Tenían la esperanza de que este 29 de agosto la pesadilla en la que los sumió su hijo Daniel Sancho al matar y descuartizar al cirujano Edwin Arrieta acabara con una sentencia más laxa que les permitiera vivir con cierta esperanza, seguramente la de poder repatriar a su hijo tras una estancia en prisión de no más de ocho años. Pero la condena que este pasado jueves leía el juez de la Corte de Kho Samui tras determinar que el español mató a su ex compañero sentimental con premeditación ha dejado desolado no solo al propio acusado, que estalló en lágrimas al escuchar el veredicto. Tras la lectura de esas dos palabras tan lapidarias, las de "cadena perpetua", sus padres, Rodolfo Sancho y Silvia Bronchalo habrían recibido seguramente el que sea el golpe más duro de sus vidas, incluso más fuerte que el que sintieron cuando se enteraron de lo que su hijo ejecutó con sus propias manos en agosto del pasado verano a tantos kilómetros de su hogar.
Si todo el proceso ha sido durísimo de llevar a nivel emocional, la contundente sentencia ha sido un fortísimo golpe para el estado anímico de Rodolfo y Silvia, a pesar de que el actor salió de los tribunales aguantando el tipo y recalcando que, lejos de perder la esperanza, piensa seguir luchando como siempre por su hijo. Pero indudablemente la procesión va por dentro y dejará sus momentos de derrumbe, que seguramente los habrá, para la intimidad. Porque si hasta ahora ha sido complicado mantener el tipo ante la presión mediática y llevar de puertas para adentro el dolor por el cruento acto de asesinato cometido por su hijo, las perspectivas de futuro van a hacer muy complicado que ambos mantengan la entereza emocional. Y más cuando ambas partes, Rodolfo y Silvia, están tan alejadas.
Pero el coste emocional solo es una parte; el otro coste, esta vez cuantitativo, de este asunto, es el económico. Ya lo avisó Frank Cuesta cuando dijo "Se van a arruinar".
Un gasto estratosférico y un patrimonio insuficiente
Desde hace un año, Rodolfo ha tenido que paralizar su agenda profesional para dedicarse a trabajar en la defensa de su hijo. En esos momentos, su situación económica no era tan boyante como muchos podrían prever: la casa de Fuerteventura donde vive con su pareja Xenia Tostado y la hija de ambos tiene aún una hipoteca de 100.000 euros y, según manifestó José Ángel Leiras cuando el crimen salió a la luz, la madre de Rodolfo estaría viviendo en un barrio acomodado de Madrid, pero en una vivienda también rehipotecada. De hecho, tras los hechos ocurridos a manos de su hijo, Rodolfo no pudo viajar a Tailandia hasta casi un mes después, pues le costó reunir el dinero necesario para prestarle ayuda: debió juntar los 1500 euros aproximados de gastos del vuelo, los 400 euros mensuales de Peculio (contribución de gastos de prisión), los gastos de su estancia, que rondan los cerca de 200 euros la noche en bungalows de la zona, al margen de los 100.000 que ya sabía que en el proceso debía desembolsar al equipo jurídico de Marcos García-Montes, encargado de la defensa de Daniel. Un dinero a parte del que habrían tenido que pagar además al equipo de abogados tailandeses, encabezados por el despacho de Don Fernando Oca, que fue quien en primera instancia puso en contacto al acusado con el letrado Khun Anan, cuyos servicios posteriormente rechazaron. Por otro lado, también ha supuesto un desembolso importante la contratación de intérpretes para todo el proceso.
Con lo que no contaban es que tras aquel primer viaje vendrían varios más: billetes, estancias y gastos que no han hecho más que dilapidar una economía no tan boyante como podría parecer por parte del actor y muy discreta por parte de Silvia Bronchalo, que ha afrontado los gastos a partir de su propio patrimonio, conseguido a través de su trabajo en una empresa multinacional con sede en España, donde se ha especializado en el ámbito de la gestión patrimonial.
En el caso de Rodolfo, justo cuando se produjo el terrible crimen, el actor estaba de promoción de película Delfines de plata, que obviamente tuvo que paralizar ante todo el revuelo mediático levantado tras el crimen cometido por su hijo. Tampoco estuvo meses después promocionando Zorro, rodada con Secuoya para TVE. Seguramente por esos trabajos ya había cobrado (se dice que por la película se embolsó entre 30.000 y 50.000 euros), pero no por los que tenía pensado desarrollar en 2023 con su propia productora, Intrepidus Entertainment S.L.. De hecho, ya tenía un acuerdo con la productora con la que había trabajado en El Ministerio del tiempo, Onza, para desarrollar algún proyecto, pero lógicamente lo habría tenido que frenar para ocuparse de luchar por conseguir, junto al equipo jurídico contratado, una sentencia lo más laxa posible para su hijo.
Obligado por la situación y para poder tener dinero, accedió, eso sí, a firmar un contrato con HBO para hacer un documental de cuatro capítulos (solo se ha emitido el primero) hablando en primera persona sobre el crimen, por el que habría firmado un cheque de 120.000 euros, según dijo Alfonso Arús en su programa de La Sexta. Pero tal dinero sería insuficiente teniendo en cuenta que el actor se ha preocupado porque la vida de su hijo en prisión fuese lo menos dura posible, haciendo aportaciones económicas de forma regular -a igual que ha hecho Silvia- para que pueda comer mejor o dormir sobre un futón.
Nueva etapa, nuevos gastos
Los gastos, tras la lectura de la sentencia, van a seguir acumulándose, pues seguramente Rodolfo y Silvia seguirán aportando su patrimonio para mejorar todo lo posible la vida de su hijo en prisión, sobre todo en lo relativo a la comida; pero, además, está la indemnización que el juez ha impuesto a Daniel de 106.000 euros a pagar a la familia de Edwin, cifra que estos podrían pedir que se ampliara. Aunque Daniel no tiene un patrimonio con lo que abordar tales gastos, finalmente también podrían ir a parar también a la lista de desembolsos de los padres de Daniel pues, según la ley, uno de los requisitos para que un condenado español pueda cumplir su pena en España es que haya indemnizado a la víctima. Y está claro que tanto Rodolfo como Silvia van a luchar hasta el fin por un recurso ante el tribunal de apelación que busque no solo rebajar la pena de cárcel, sino poder extraditar a su hijo en unos años.