Un coche bomba y un machete: se desvelan datos del escalofriante ataque terrorista que amenazaba los conciertos de Taylor Swift
- Los sospechosos eran dos jóvenes austriacos radicalizados que fueron detenidos
- La amenaza de atentados terroristas obliga a cancelar tres conciertos de Taylor Swift
Pilar Fernández
Austria sigue conmocionada por la detención de dos adolescentes convertidos al Islam que pretendían atentar durante uno de los tres conciertos que Taylor Swift tenía previsto dar en Viena (jueves, viernes y sábado). Todos ellos han sido cancelados por precaución a pesar de que la policía había intensificado las medidas de seguridad. Este jueves, varios medios han desvelado nuevos detalles de la operación terrorista, que habría puesto en riesgo la vida de 65.000 personas.
Los adolescentes sospechosos arrestados, de 17 y 19 años, planeaban un ataque terrorista al estilo ISIS: uno de ellos conduciría un auto lleno de explosivos de fabricación casera hacia la multitud para matar a tantos como fuera posible mientras que el otro atacaría con un machete de grandes dimensiones. Según los informes de la policía, ambos habían sido contratados por la Seguridad del recinto, por lo que tenían acceso a interiores y zonas privadas del estadio Ernst Happel. El canciller Karl Nehammer ha declarado: "Los sospechosos tenían planes muy específicos y detallados para dejar un baño de sangre a su paso".
El presunto cabecilla, un austriaco de 19 años con raíces en Macedonia del Norte, tenía sustancias químicas y dispositivos técnicos escondidos en su casa cuando fue allanada por las autoridades, según New York Post, y la bomba que planeaba sujetar al coche ya estaba en construcción. El segundo sospechoso, un ciudadano austriaco de 17 años con raíces turcas y croatas, fue capturado por fuerzas policiales especiales cerca del estadio donde estaban previstos los conciertos de Taylor Swift.
La policía llevaba semanas vigilando a los dos jóvenes, que habían manifestado comportamientos extraños: uno de ellos dejó su trabajo el pasado 25 de julio porque tenía "planeado algo grande", según sus amigos, mientras que el otro abandonó a su novia sin motivos. El cabecilla ha confesado haber prestado lealtad al líder del Estado Islámico mediante juramento y ha admitido el plan de ataque: "Está claramente radicalizado y cree que es correcto matar infieles", dijeron en rueda de prensa.
El ministro del Interior ha declarado que "la situación era grave, pero podemos decir que se evitó una tragedia", mientras que el vicecanciller de Austria, Werner Kogler, comentó en X: "Para muchos, hoy se ha hecho añicos un sueño. Durante tres noches en Viena, decenas de miles de Swifties deberían haber celebrado la vida juntos. Lamento mucho que os hayan negado esto. Manteneos unidos, el odio y el terror no pueden destruir eso".