La tragedia de Gustavo, el chófer de María Teresa: ruina económica, regular con la novia y despreciado por las Campos
Sara Tejada
El chófer Gustavo se pasó más de tres décadas casi a los pies de la cama de una de las grandes de la comunicación, María Teresa Campos: hizo de hombre fiel, de chófer, de recadero, de confidente y hasta de paño de lágrimas. Pero justo antes de que la madre de Terelu y Carmen Borrego nos dejara para siempre, a primeros del pasado mes de septiembre, Gustavo dejó su puesto de trabajo, abandonó su salario, su forma de vida y lo hizo con una mano delante y otra detrás: y con todas las consecuencias que eso conlleva, es decir, irse sin un duro de indemnización. El chófer, perfecto conocedor de la situación de su jefa, tanto en lo que a su salud física se refiere como a la salud de sus finanzas, renunció a sacarle un duro, por mucho que le correspondiera. Gustavo sabía que María Teresa, ya muy enferma, iba a tener problemas para pagarle su indemnización salvo que fuera él mismo quien se despidiera.
Pero hay más. La vida al revés. Tal llegó a ser la situación económica de María Teresa antes de morir, hace ahora casi once meses, que en algún momento incluso fue Gustavo quien tuvo que ayudarla. Decidió hacerlo sin pensar y sin medir las consecuencias que eso le acarrearía a él porque ahora, unos meses después de aquello la situación económica de Gustavo es más que preocupante. Según nos cuentan, el chófer está perdido profesionalmente. Participó en GH VIP 8 y se llevó un buen pellizco, además de exhibirse en distintos debates televisivos, pero todo se acaba y Gustavo, que sigue pagando su hipoteca como puede, no tiene casi ni para comer.
No tiene trabajo fijo y lo que es peor, tampoco tiene claro cuáles son sus opciones. Una vez que falleció Teresa Campos, él lo intentó como colaborador de televisión, de hecho, acudió varios días a TardeAR, pero desde hace semanas no ha vuelto a saber nada de la tele, ni siquiera a través de "su representante", Yola Berrocal. "Gustavo no atraviesa un buen momento y eso le afecta en todo.
Gran regocijo de Terelu y de Carmen Borrego porque Gustavo viva arrastrado
Las penurias de Gustavo no solo no disgustan a Terelu Campos ni tampoco a Carmen Borrego. Ellas le consideran un traidor o un aprovechado y no están cómodas con que él haya participado del circo mediático y de la tarta mediática que se reparten ellas dos, con Alejandra Rubio y, muy a pesar suyo con Bigote Arrocet. Pero Gustavo siente un cariño real por María Teresa. Ella le consideraba un hijo y él admite que emocionalmente echa mucho de menos a su "madre", María Teresa. Vivía con ella, prácticamente 24/7, era una segunda madre para él, como ha repetido un millón de veces. Además con ella se sentía superprotegido y ahora está vacío. Por si esto fuera poco no tenía ninguna relación ni con Carmen ni con Terelu. Como él mismo dijo, con una no se habla y a la otra la tiene bloqueada…".
Siente que se han portado muy, muy mal con él. Solo le defendieron al principio pero tímidamente cuando le acusaron de ser el topo de la familia y desde entonces se deterioró muchísimo la relación. Ya no podía confiar en ellas. Se percató de que solo les interesaba ganar dinero aunque fuera a costa de él y su sufrimiento.
Su relación con su novia Ainhoa, deteriorada porque es pobre
Así las cosas, Gustavo intenta seguir con su día a día, pero hasta su relación con Ainhoa se está resistiendo. "Ella está al 100 con él pero no consigue que remonte, que tome decisiones y se muestre animado y eso termina cansando y minando la relación. Últimamente discuten mucho. Ella además conoce muy bien la relación que su novio ha tenido con Teresa y le molesta hasta lo más profundo del corazón lo mal que se están portando ahora su hijas con él". Pero lo peor es el futuro de Gustavo. "Él siente que no lo tiene fácil. El dinero se acaba, sigue pagando hipoteca y no ve salida profesional". La única manera rápida sería enfrentándose en los platós a las hijas de su ex jefa o contando intimidades de Campos pero él se niega". Al menos, de momento.