Estilo de Vida

Las 10 mejores heladerías de España

  • El Asturiano sorprende con un mini bombón de mantecado de vainilla con caramelo y con chocolate y almendras.
  • Helado de vainas de guisante lágrima con corteza de limón, en DellaSera (Logroño)

Noelia García

Para saborear el verano a golpe de helado, en todas sus variedades. Entre estos diez establecimientos repartidos por nuestra geografía, seguro que encontrarás el sabor que más te guste. Disfrútalo.

Artesanales, cremosos y elaborados con ingredientes seleccionados de temporada y proximidad, que otorgan sabores puros y naturales. En tarrina, en cucurucho, con toppings o sin ellos. Así son los helados de los que no prescindimos este verano.

El mejor sorbete del mundo

Junto al Ayuntamiento de Getaria, en el 5 de la calle Mayor, se encuentra Dona Doni, la heladería regentada por Fernando Alberdi, autor del mejor sorbete del mundo, galardón que obtuvo en el Gelato Festival World Marsters. Una delicia que es puro mango con pimiento de Espeleta, que en boca resulta ser un picante dulce. Es uno de los reyes de la temporada, como también lo es "La vuelta al mundo", ya que, como cuenta el heladero, sus elaboraciones transmiten una historia y, a través de ella, los comensales reconocen los sabores. Getaria es cuna de Juan Sebastián Elcano, de ahí que se inspire en su figura y cree una obra efímera con sabor a piña, canela, nuez moscada y clavo, productos que tomaron tierra tras la travesía. También lo era de Balenciaga y, como tributo al diseñador y a su madre, este verano probaremos el helado "Flist Balenciaga", ideado con las materias primas que le gustaban, entre ellas, la mora escarchada y el arroz con leche. Lo ofrece en un cucurucho con una servilleta con forma de vestido.

Con vino de Jerez

El "Cremoso al vino oloroso al cuadrado" se convirtió en el mismo concurso en el segundo mejor del mundo. Su autor es Carlo Guerreiro, de La Cremería Gelato Italiano (lacremeria.es), quien investiga con el vino de Jerez, de González Byass. Para obtener semejante delicia, trabaja junto a la universidad de Cádiz para definir cuáles son los componentes aromáticos de los vinos: "Elaborar un helado con alcohol es complicado, porque éste destruye la estructura del mismo, pero hemos conseguido incluir una cantidad alta de vino y que el sabor final sea elegante", dice. Como novedades, el helado de almendra Marcona con una salsa de cereza, procedente de Módena, y el de café bombón, de origen Colombia, con una esfera de chocolate negro relleno de leche condensada.

Nuevos formatos

El Asturiano, de Daniel Pérez Fernández, se encuentra en el 16 de Párroco Camino, en Luarca (Asturias). Produce para numerosas heladerías, pero esta temporada, más que en innovar con sabores diferentes, ha optado por trabajar en formatos nuevos. De hecho, sorprende con un mini bombón de mantecado de vainilla con caramelo y con chocolate y almendras y con un mini vaso, bautizado como "El asturianín", perfecto para llevar a cualquier cena de verano. Lo mismo que el helado de milhojas, con crema pastelera, capas de hojaldre caramelizado, yema tostada y merengue, y el "orbayu", de chocolate con leche, mermelada de frambuesa o de fresa, y tiene un cucurucho especial. El Nazareno, creado en Semana Santa, tiene prohibido marcharse gracias al gusto obtenido del queso crema, la galleta, la granadina, el licor de mora y el coulis de arándano.

'À la minute'

La utilización de pulpas naturales de fruta de temporada es una de las claves de los helados artesanales de Ricardo Vélez en Maison Glacée (maisonglacee.com), en Madrid, como también lo es el surtido de sorbetes veganos y la calidad de la leche. Una curiosidad: sus helados son tan cremosos, porque antes de mantecar, cada día los emulsiona a 20.000 revoluciones por minuto en una especie de túrmix gigante con una cuchilla emulsionadora. Une las partículas de grasa en los helados de leche y en el caso de los de fruta, con la base de agua. Bien es sabido que el artesanal es ese con pocos días de fabricación, de ahí que aquí se sirvan «à la minute». Pruebe el sorbete de frambuesas y lima o el de mango, fresa y lima sobre un finísimo barquillo.

De temporada

Desde su obrador Grate, Fernando Sáenz ha revolucionado el universo de la cocina bajo cero. Nos ha mostrado a qué sabe la sombra de higuera y un paseo de verano, sabores que ya son un clásico gracias a su puesta en valor de las buenas materias primas. En su proceso de elaboración, se preocupa de que los helados reposen hasta tres días para que la maduración y la mezcla de ingredientes sea perfecta. A pie de calle, en la heladería DellaSera, de Logroño (obradorgrate.com), ya ha destacado el de vainas de guisante lágrima con corteza de limón. Gustan los hechos con los cítricos de la huerta de Vicente Todolí, entre ellos, el sorbete de calamondín con té negro y el de lías de vino blanco Abel Mendoza 5V con salsa de orejones.

Menos fríos y con más sabor

Puede que ya hayan probado el polo Rocanas. Es decir, se hayan comido la nariz de Jordi Roca con sabor a fresa y agua de rosas. O, al mismísimo Andrés Velencoso con gusto a coco y leche merengada. Este verano, el postrero de El Celler de Can Roca y Alejandra Rivas nos atraen con varios sorbetes. El de cereza y sauco se disfruta con una nube de arándano, carambinas de almendra, chocolate blanco y una cereza bañada en chocolate blanco como toppings. Para alcanzar la perfección en Rocambolesc (rocambolesc.com), usan la máquina soft, que logra que el helado no esté tan frío, ya que alcanza los cinco grados bajo cero, mientras que los comunes están a menos once. Por eso, resultan menos duros, tienen más sabor y el chocolate se mantiene más intenso. ¿Otra novedad? El sorbete de mango y fruta de la pasión con pipas caramelizadas, merengue flameado y "shortcake".

De pimiento de herbón

Hemos de saber que todos los helados de Bico de Xeado (Bicodexeado.es) con treinta establecimientos, se hacen con leche de las granjas de la Cooperativa Agraria Provincial de La Coruña, simplemente pasteurizada. Los maestros heladeros añaden materias primas naturales sin gluten. El de frutos rojos sin azúcar, el de cacahuete sin lactosa, el de licor de crema de orujo y el de nata con virutas de chocolate son los recién llegados. Incluso, del obrador parten sabores salados, que suelen resultar curiosos y están enfocados a la restauración, como el de pimiento de herbón, el de mostaza y el de queso azul.

De sabores puros

En cada elaboración de Massimo Pignata se percibe una cremosidad adictiva. Uno de los motivos de que sus clientes repitan en cualquiera de los dos locales de DelaCrem (delacrem.cat), en cuyo obrador hace los helados a diario o, como mucho, duran un par de días en la vitrina, no más. Así que, si se acaba un sabor, la espera es parte del juego. También, su autenticidad, ya que sólo los prepara con productos frescos de proximidad como único ingrediente, como la cereza ecológica de Lérida, llegada la temporada, los melocotones, los melones y la sandía. Recomienda probar el de sandía con lima y el de limón con albahaca, de aroma espectacular. Cada fin de semana, incluye dos sabores nuevos.

Cremosidad y sabor

Oiartzun (pasteleriaoiartzun.com) es el templo dulce de referencia en San Sebastián. Situado en pleno centro, David Martín controla el proceso de preparación de cada helado con el objetivo de crear uno cremoso y de mucho sabor. De ahí que el local sea destino gastronómico. Juega con los azúcares, reduce las grasas, borda un estudiado grado de congelación y ensalza la cremosidad que los caracteriza. Los días calurosos, triunfan los de fruta, mientras que los más frescos, los de crema. El de mantecado, el de yogur, el de chocolate y esos en los que incorpora frutos secos se llevan la palma.

Con diferentes toppings

La calidad de los ingredientes de los helados de Mistura (misturaicecream.com) es clave. Tanto es así, que Carmelo Rodríguez se preocupó, por poner un ejemplo, en buscar el mejor pistacho nacional para una de las elaboraciones y lo encontró en Cáceres. Para bordarlos, llevan a cabo un proceso de elaboración discontinuo, es decir, pasa por distintas máquinas. Recomienda el sorbete de mango, procedente de Brasil con un 60 por ciento de fruta, que sabe a ésta de verdad. Lo mismo que el de plátano con chocolate. La frescura de los ingredientes se percibe en el sabor y en la intensidad. Asimismo, los helados se mezclan sobre una plancha congelada, se masajean y se mezclan con diferentes toppings. Decántese por el de avellana con brownie casero y por el sorbete de mango con fresas frescas o con kiwi.