¿Qué le ocurre a nuestro cuerpo si mezclamos alcohol cuando estamos tomando medicamentos?

Una de las preguntas que más nos solemos hacer cuando estamos tomando algún tipo de medicación y justo tenemos que acudir a alguna fiesta o evento es si podemos beber alcohol. Según el Instituto Nacional sobre el Abuso del Alcohol y el Alcoholismo (NIH) mezclar bebidas alcohólicas con medicamentos puede ser muy dañino.

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Es por todos sabido que el alcohol puede producir sueño, mareos o náuseas, por lo que conviene siempre evitar la conducción. Pero si lo mezclas con medicamentos recetados, y hasta algunos de venta libre, los efectos adversos pueden ser aun mayores. 

El NIH expone que "el peligro es real" y que mezclar bebidas alcohólicas con medicamentos puede provocar los siguientes síntomas: náuseas, vómitos, dolor de cabeza, letargo o desmayos. También puede suponer el riesgo de sufrir hemorragias internas, problemas del corazón y dificultades respiratorias. 

¿Por qué el riesgo aumenta con la edad?

No obstante (y aunque esto es más sabido por la gente), el alcohol puede disminuir, e incluso anular por completo el efecto del medicamento y convertirlo en algo tóxico para nuestro organismo porque, recordemos, ambos van a parar al torrente sanguíneo. 

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El riesgo aumenta con la edad. El NIH insiste en que los adultos mayores son las personas que deben tener más cuidado a la hora de mezclar alcohol con medicamentos porque "tienen un riesgo mayor de sufrir reacciones indeseadas dado que con los años disminuye la velocidad con la que el hígado metaboliza las sustancias etílicas, lo que permite que permanezcan por más tiempo en el organismo".

¿Cuáles son los riesgos de mezclar medicamentos con alcohol?

Eso sí, la aparición de estos efectos adversos dependerá de la cantidad y frecuencia del consumo de alcohol y del medicamentos que se está tomando. Existen varios tipos de medicamentos con los que hay que tener cuidado. Son los siguientes: 

- Medicamentos que pueden producir somnolencia o mareos. Estos son los antihistamínicos recetados para alergias, resfriados o gripe.

- Medicamentos utilizados para tratar la depresión, la epilepsia o relajantes musculares. De mezclarlos con alcohol, los efectos adversos pueden aumentar: mayor somnolencia y mareos. 

- Medicamentos antiinflamatorios: pueden producir molestias gástricas, úlceras y hemorragias.

- Medicamentos anticoagulantes: pueden producir hemorragias.

- Antibióticos. Conviene consultar con un especialista.