Casas Reales

El Rey regala un beso a su hija mayor y los fotógrafos enloquecen: la Princesa Leonor llenará portadas tras este precioso gesto de cariño en Palma

El beso de don Felipe a su hija mayor en la visita sorpresa de Leonor

Informalia

La agenda veraniega de la Familia Real española ha dado una inesperada sorpresa este fin de semana y el gesto de cariño de un padre a una hija, siendo el Rey y la heredera, llenará portadas igual que está ya ocupando todos los digitales. La Princesa Leonor ha reaparecido en público junto a Felipe VI en Mallorca, captando la atención tanto de residentes como de visitantes en la isla. Esta aparición, que no figuraba entre los compromisos comunicados por la Casa Real, refuerza el papel institucional de la heredera al trono, inmersa ya en una agenda cada vez más activa.

Leonor, que ha estado disfrutando de unos días de descanso en Mallorca antes de retomar su formación militar, se ha mostrado sonriente y natural junto a su padre en un paseo muy comentado. Nada más llegar, ambos se acercaron a saludar a las tripulaciones de la Women's Cup, posaron para las fotos con ellas y compartieron algunos momentos distendidos. Después, el Rey aprovechó para enseñarle a su hija algunos detalles del club náutico, mostrando el ambiente familiar y cercano que caracteriza estas jornadas. A continuación, Leonor y Felipe VI saludaron también a las tripulaciones de la Armada y al equipo del Aifos, el barco en el que compite tradicionalmente el Rey en la Copa del Rey de vela. Tras la ronda de saludos, la Princesa se despidió y se marchó sola en la parte de atrás de un coche, dedicando un gesto de saludo a la prensa presente.

La aparición espontánea de la princesa Leonor junto a su padre, el Rey Felipe VI en esta 43ª edición de la Copa del Rey MAPFRE de Vela ha sido una escena inesperada y significativa en el Real Club Náutico de Palma: l. A las puertas del muelle, poco antes de las 11:00 h, la heredera al trono ha acaparado todas las miradas al acompañar al monarca en una jornada clave del evento náutico, reforzando el respaldo institucional de la Corona al deporte y, en especial, a la competición femenina.

Vestida con un estiloso conjunto veraniego —pantalón de lino blanco y blusa marrón chocolate con flores bordadas— y recogiendo su melena rubia con unas gafas de sol, la Princesa de Asturias se mostró sonriente, cercana y relajada. Su presencia no estaba prevista en la agenda oficial, por lo que causó una grata sorpresa entre asistentes, medios de comunicación y tripulaciones presentes en el club.

Junto a su padre, que continúa llevando un apósito en la pierna tras una reciente lesión, Leonor saludó a las quince tripulaciones femeninas de la Balearia Women's Cup y al equipo del Aifos, el velero de la Armada Española que patronea Felipe VI. En un gesto de cercanía y espontaneidad, ambos posaron para una fotografía de grupo con las regatistas. En la imagen, la princesa aparece en el centro, en cuclillas entre las jóvenes deportistas, mientras el Rey se sitúa detrás de ella, mostrando una estampa de unidad generacional y apoyo real al deporte femenino.

El recorrido continuó hasta el muelle donde se encontraba atracado el Aifos, flanqueado por los buques Regulus I y Regulus II de la Comisión Naval de Regatas. Allí saludaron a la tripulación del Regulus I, vinculado a la Escuela Naval de Marín, institución en la que la princesa Leonor ha completado recientemente su primer curso de formación militar.

Uno de los momentos más emotivos se produjo cuando el Rey presentó a su hija a varios miembros de la tripulación. En particular, Leonor saludó con un gesto cariñoso —dos besos— al almirante Jaime Rodríguez-Toubes, una figura clave en su paso por la academia naval. Este detalle no pasó desapercibido, reflejando el vínculo humano que la princesa ha forjado con quienes la han acompañado en su formación castrense.

Minutos antes de que el Aifos soltara amarras para disputar la última regata del campeonato, Leonor se despidió de su padre con afecto. Posteriormente, abandonó el recinto náutico en el asiento trasero de un vehículo oficial, dejando tras de sí una imagen de complicidad familiar y de compromiso con los valores que representa la institución que algún día encabezará