Casas Reales

Las nuevas reglas de vestir y sobre la temperatura de la piscina impuestas por el rey Carlos III de Inglaterra


Informalia

El palacio de Buckingham ha sido durante décadas un bastión de la tradición británica, no solo en términos protocolarios sino también en lo que respecta al estilo y la etiqueta. Sin embargo, el rey Carlos III, en su camino hacia una monarquía más flexible, ha introducido un discreto pero simbólico cambio que pone en entredicho una de las normas más curiosas —y estrictas— del código de vestimenta de la casa real: la obligación de vestir completamente de blanco en la pista de tenis del palacio.

Según ha revelado el Sunday Times, Su Majestad ha suavizado esta regla centenaria que exigía a los jugadores —miembros de la familia real, invitados y empleados autorizados— lucir atuendos exclusivamente blancos al utilizar la histórica cancha ubicada en los jardines del palacio. A partir de ahora, el uso de ropa blanca en dicho espacio será "preferible", pero ya no "obligatorio", como sí lo continúa siendo, por ejemplo, en el torneo de Wimbledon.

El blanco ya no es ley

Hasta ahora, la tradición dictaba que todo aquel que quisiera jugar en la exclusiva pista debía vestir de blanco de pies a cabeza, una norma no escrita heredada de los tiempos del rey Jorge V, bajo cuyo reinado fue construida la cancha en 1919. Esta etiqueta deportiva, heredada del conservadurismo victoriano, tenía un propósito tanto estético como higiénico: el blanco, se decía, disimulaba mejor el sudor.

Sin embargo, bajo el reinado de Carlos III, las formas empiezan a ceder paso a una mayor comodidad y pragmatismo. Según fuentes cercanas al palacio citadas por el rotativo, el rey considera que esta norma ya no tiene sentido en el contexto actual y ha decidido dejar a criterio personal el atuendo de quienes deseen disfrutar del tenis en Buckingham sin lucir el blanco en sus atuendos: "Es un pequeño gesto, sí, pero muy representativo del enfoque más relajado que Carlos está adoptando en muchas áreas de la vida palaciega", señala una fuente citada por el Sunday Times.

Un rincón histórico con ilustres visitantes

La pista, que linda con Hyde Park Corner, es considerada por la Royal Collection Trust como "la cancha de tenis más exclusiva de Londres". A lo largo del último siglo ha sido testigo de partidos memorables, incluyendo los que jugó Fred Perry —estrella indiscutible del tenis británico— contra el rey Jorge VI. La familia real británica ha sido siempre una entusiasta del deporte blanco, aunque no todos sus miembros lo han practicado con el mismo fervor.

El rey Carlos nunca ha mostrado un gran interés por este deporte. No obstante, la princesa de Gales, Kate Middleton, sí lo ha abrazado con pasión desde su infancia y actualmente ejerce como patrona del torneo de Wimbledon. Incluso ha transmitido ese amor por el tenis a sus hijos. En una ocasión, Roger Federer reveló haber dado clases particulares al príncipe George, una anécdota que confirma la cercanía de la nueva generación real con el deporte.

Más cambios en palacio

El ajuste en la etiqueta deportiva no es la única medida de modernización aplicada recientemente en los espacios recreativos de Buckingham. Carlos III también ha ordenado bajar la temperatura de la piscina climatizada del palacio para reducir el consumo energético. Una decisión que, aunque pequeña en términos económicos, refuerza su compromiso con una monarquía más sostenible.

Ambas instalaciones —la piscina y la pista de tenis— están en proceso de renovación, en parte debido al desgaste acumulado con el paso de los años. En el caso de la cancha, se ha reportado que su superficie presenta irregularidades y baches que han provocado más de una caída entre los jugadores. Al menos, apuntan los cronistas con humor británico, ya no será necesario preocuparse por manchar el blanco impoluto del uniforme en caso de tropiezo.