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Duelo de estilo en la visita de los Macron a Mónaco: de la sobriedad de Charlène a la modernidad de Brigitte


Informalia

Este sábado 7 de junio, Emmanuel Macron y su esposa, Brigitte, protagonizaron una visita muy especial al Principado de Mónaco, donde fueron recibidos con todos los honores por el príncipe Alberto II, la princesa Charlène y sus hijos, los pequeños Jacques y Gabriella. El encuentro dejó imágenes para el recuerdo, especialmente por la cercanía, las sonrisas y la espontaneidad que regalaron los mellizos, quienes una vez más acapararon todo el protagonismo con su inocencia.

Por su parte, Brigitte y Charlène, cada una fiel a su estilo, también protagonizaron un duelo de elegancia, en el que dejaron el listón muy alto para esa cena de gala que tendría lugar horas más tarde. Lejos del protocolo y la rigidez que suelen marcar este tipo de encuentros, la primera dama francesa encandiló a los presentes con un impecable traje monocromático en tono arena, realzado por una franja lateral blanca adornada con botones dorados. El conjunto, formado por una chaqueta de cuello redondo y pantalón de pinzas, fue un acierto absoluto que reafirmó la elegancia y la modernidad que definen el estilo de la esposa de Macron, siempre fiel a su estética refinada y contemporánea.

Brigitte Macron y Charlène de Mónaco

En cuanto a la princesa de Mónaco, apostó por un estilismo sobrio pero perfectamente acorde con la ocasión y el clima primaveral. Lució un conjunto de dos piezas compuesto por una chaqueta de manga corta tipo tweed en tono verde menta, con botones de perla blanca y cuello a la caja, que aportaba un aire clásico pero fresco. Completó el look con un pantalón de pinzas en blanco roto y un maquillaje sutil, en el que destacó el toque burdeos que le dio a los labios.

Charlène de Mónaco

La cita no fue un acto más marcado en la agenda oficial. Es la primera visita de Estado de un presidente francés a Mónaco en más de 40 años. La última vez que un jefe del Elíseo cruzó las puertas del palacio fue en 1984, cuando François Mitterrand fue recibido por el príncipe Raniero III.

Emmanuel Macron y el príncipe Alberto II

Por la noche, con motivo de este encuentro, la Casa Real monegasca ofreció una cena de gala en el Palacio, a la que también asistió la princesa Carolina de Mónaco. La royal eligió un sofisticado conjunto de falda y chaqueta, bordado con cuadros de lentejuelas en tonos mantequilla y adornado con delicadas flores. El toque más distintivo lo puso un cuello de tul en rosa palo, que añadía un aire romántico y distinguido al estilismo. Como es habitual en ella, no faltaron las joyas: lució una gargantilla fina, acompañada de una pulsera y pendientes con un diamante preponderante.

Princesa Carolina de Mónaco

Para la ocasión, Charlène deslumbró con un sofisticado vestido rojo de falda evasé, que caía con gracia hasta rematar en dos pequeños volantes. La parte superior, sin mangas y con cuello a la caja, realzaba su porte con la elegancia que la caracteriza.

Brigitte Macron apostó por un espectacular vestido blanco roto, acompañado de una capa larga anclada al cuello, bolso de mano a juego y una pulsera tipo brazalete en el mismo tono, logrando un look muy sofisticado.

En cuanto a ellos, Emmanuel Macron y el príncipe Alberto II completaron la escena con esmoquin clásico: solapas satinadas, camisa blanca y pajarita negra. Un broche final perfecto para una jornada que fue más allá de la diplomacia, el estilo y el protocolo.