Paso atrás del cardenal Parolin en el Cónclave: se filtra cómo en la Capilla Sixtina se eligió a Prevost como Papa León XIV
Sara Tejada
Solo habían pasado 24 horas del inicio del Cónclave, con cuatro escrutinios celebrados a puerta cerrada en la Capilla Sixtina, cuando se produjo la elección del nuevo Papa, lo que sorprendió a muchos. El cardenal Robert Prevost, agustino, filósofo, matemático y misionero, de origen estadounidense, fue elegido como sucesor de Pedro bajo el nombre de León XIV, superando al favorito inicial, el cardenal Pietro Parolin. Ya solo el nombre secular daba pistas: León XIII fue el Papa (Carpineto Romano, 2 de marzo de 1810-Roma, 20 de julio de 1903) que acercó la Iglesia a las realidades del mundo moderno. Frente al creciente problema obrero, en 1891 dio a conocer la encíclica Rerum novarum (Acerca de las nuevas cosas). Deploraba la opresión y virtual esclavitud de los numerosísimos pobres por parte de "un puñado de gente muy rica" y preconizaba salarios justos y el derecho a organizar sindicatos, preferiblemente católicos.
Este jueves, lo que ocurrió en el interior de la Capilla Sixtina es un secreto y se castiga saltarse la confidencialidad con la ex comunión inmediata. Pero siempre hay filtraciones. Por eso sabemos qué paso bajo los frescos de El Juicio Final pintados por Miguel Ángel. Según fuentes citadas por Corriere Della Sera (el medio que anticipó la fumata blanca de la tarde de este jueves), en el primer escrutinio del Cónclave, Parolin obtuvo una clara ventaja con 49 votos frente a los 38 de Prevost. Sin embargo, el panorama cambió rápidamente. Durante la tarde, el cardenal estadounidense consiguió atraer a un número creciente de electores, superando finalmente el umbral de los 89 votos necesarios para alcanzar los dos tercios requeridos.
El giro en la votación refleja la complejidad del momento que vive la Iglesia. La campaña de ciertos sectores que promovían un giro "antibergogliano" habría resultado contraproducente. La insistencia en marcar una ruptura con el legado de Francisco terminó, paradójicamente, por reforzar a quien se mostró dispuesto a continuar su camino sin replicarlo. León XIV no es un Papa de compromiso ni de ruptura. En su primer mensaje, agradeció y recordó a Francisco y reafirmó su intención de continuar el proceso sinodal, una experiencia no exenta de críticas pero que logró aglutinar una parte importante del Colegio Cardenalicio. Eligió hablar en italiano y en español, dejando de lado el inglés, quizás para subrayar su identidad vinculada más a América Latina que a Estados Unidos, a pesar de su lugar de nacimiento, en Chicago.
El nuevo pontífice ya había dado señales claras de su pensamiento: críticas contra el vicepresidente de EEUU, su compatriota JD Vance
El pasado 4 de febrero, como cardenal, criticó públicamente al vicepresidente estadounidense de Trump y última personalidad política que visitó al Papa Francisco, JD Vance. León XIV respaldó indirectamente la carta del papa Francisco que condenaba con dureza las políticas de deportación en EE.UU., en términos que no se veían desde el pontificado de Pío XI. Así, dejó claro que aunque ciertos políticos puedan ganar el voto católico, eso no significa que hayan ganado el catolicismo. Al elegir el nombre de León, el Papa Prevost se inscribe en una tradición que evoca tanto al Papa que se enfrentó a Atila desarmado como al fray León, amigo íntimo de San Francisco. Su primera palabra fue igualmente significativa: "paz", entendida no como simple ausencia de conflicto, sino como lucha activa contra la injusticia, una visión marcada por la sensibilidad social latinoamericana. El resultado del Cónclave confirma que, pese a las turbulencias, la barca de Pedro sigue navegando con rumbo firme. Y que la Iglesia, aún en medio de tensiones internas y desafíos globales, ha optado por la continuidad crítica y no por el retroceso.