Letizia está en Cabo Verde y no para lucir vestidos: lo que tiene en común la reina con su anfitriona, Débora Katisa Carvalho
Sara Tejada
En medio de las polémicas imágenes de una cámara de seguridad en las que aparece la princesa Leonor en un centro comercial de Punta Arenas y por las que la Casa Real y la Fiscalía chilena ya han anunciado medidas legales, la reina Letizia cumple con la agenda institucional establecida esta vez con un viaje de cooperación a Cabo Verde.
Como se puede ver en las imágenes, doña Letizia llegaba este lunes al aeropuerto internacional Nelson Mandela de Praia donde era recibida por autoridades locales. Como es habitual en este tipo de viajes, la Reina lució un estilismo con el que ya la hemos visto en otras ocasiones compuesto por camisa, pantalón blanco y chaleco rojo de la AECI (Agencia Española de Cooperación Internacional).
Acompañada por la secretaria de Estado de Cooperación Internacional, Eva Granados, doña Letizia permanecerá en el continente africano durante tres días en los que tiene una agenda repleta de compromisos oficiales a través de los cuales conocerá de primera mano el trabajo que se hace en Cabo Verde. En las próximas horas, doña Letizia conocerá proyectos que buscan empoderar a las mujeres a través de la formación y el empleo; visitará iniciativas que brindan apoyo a víctimas de violencia de género y viajará hasta la comunidad de Porto Mosquito y la isla de San Vicente donde conocerá diferentes técnicas con las que fomentan el uso sostenible de los recursos marinos y costeros, más conocido como economía azul.
La reina Letizia ha aterrizado en Cabo Verde para dar inicio a su décimo viaje de cooperación. Como en otras ocasiones, su llegada no ha estado marcada por la ostentación ni el protocolo propio de las visitas oficiales, sino por su compromiso con los proyectos de desarrollo que España impulsa en el país africano. En esta ocasión, su anfitriona será Débora Katisa Carvalho, primera dama de Cabo Verde, con quien la reina comparte más de un punto en común. Ambas han dedicado gran parte de su labor institucional a la lucha por la igualdad de género y la mejora de la vida de las personas más vulnerables.
Una visita con impacto social
Letizia llegó a Cabo Verde en la noche del lunes 24 de marzo, vestida con su característico chaleco rojo de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), un símbolo de su implicación en estas misiones humanitarias. Durante los próximos tres días, recorrerá distintas regiones del país para conocer de primera mano los proyectos en los que España participa, con un enfoque especial en la igualdad de género, el desarrollo sostenible y la economía azul, un modelo que promueve el uso responsable de los recursos marinos para el crecimiento económico.
El viaje no es casual. Cabo Verde es un país de referencia en África en términos de estabilidad democrática y desarrollo, pero aún enfrenta retos importantes, especialmente en materia de derechos de la mujer y reducción de desigualdades. En este contexto, la primera dama, Débora Katisa Carvalho, se ha convertido en una aliada clave para la cooperación española.
Débora Katisa Carvalho: una primera dama con un compromiso claro
Más allá del protocolo, Letizia y Débora Katisa Carvalho comparten una visión y una causa común. La primera dama de Cabo Verde es reconocida internacionalmente por su activismo en favor de los derechos de la mujer y la infancia. Desde que su esposo, José Maria Neves, asumió la presidencia en 2021, Carvalho ha trabajado intensamente para poner en el centro del debate social la lucha contra la violencia de género, la educación como herramienta de transformación y la promoción de una sociedad más igualitaria.
Su formación académica es un reflejo de su compromiso con el progreso de su país. Graduada en Marketing y Gestión, y con un doctorado en cambio climático y desarrollo sostenible, Carvalho ha sido profesora en la Universidad Jean Piaget de Cabo Verde y ha ocupado altos cargos directivos en empresas del sector privado, como la Compañía de Seguros Caboverdiana IMPAR y CV Móvil. Su perfil técnico y su capacidad de liderazgo la han llevado a formar parte del Consejo Directivo de la Fundación José Maria Neves para la Gobernanza, desde donde impulsa iniciativas enfocadas en la lucha contra la pobreza y la promoción de la vivienda digna.
Un feminismo arraigado en la educación y la familia
El compromiso de Carvalho con la igualdad de género no es reciente ni oportunista. Hija de una maestra, creció en un entorno matriarcal donde los valores de la educación y el esfuerzo fueron pilares fundamentales. Su madre y su abuela fueron sus principales referentes, enseñándole desde pequeña que la educación es la herramienta más poderosa para cambiar el destino de una persona y, por extensión, de un país.
Esa visión es la que ahora comparte con Letizia, quien, a través de su labor como reina, ha puesto el foco en la educación de las niñas y en la erradicación de la violencia machista como ejes centrales de su agenda social. No es casualidad que en cada uno de sus viajes de cooperación aborde proyectos enfocados en la protección de las mujeres y la infancia.
Un encuentro entre dos mujeres comprometidas
Durante los próximos días, Letizia y Débora Katisa Carvalho compartirán actos y visitas a distintos programas de cooperación. Se espera que ambas aborden iniciativas relacionadas con la lucha contra la violencia de género y el empoderamiento femenino, temas en los que han demostrado tener un fuerte compromiso.
La conexión entre ambas trasciende el ámbito protocolario. Representan un liderazgo que, desde diferentes posiciones, busca generar un impacto real en la sociedad. Mientras que Letizia, desde la corona española, ha utilizado su rol institucional para visibilizar y respaldar causas sociales, Carvalho lo ha hecho desde el activismo y la gestión pública.
Este viaje no es solo una muestra del compromiso de España con Cabo Verde, sino también una oportunidad para fortalecer lazos entre dos mujeres que, con trayectorias distintas, han coincidido en la misma causa: construir un futuro más justo e igualitario para las nuevas generaciones.