El hijo de Mette-Marit de Noruega se escapa de la clínica de rehabilitación de Londres para saltarse una orden de alejamiento

No levanta cabeza Marius Borg. El hijo mayor de la princesa Mette-Marit de Noruega, de 27 años, se ha escapado de la clínica de rehabilitación de Londres en la que se encontraba ingresado para combatir las adicciones que padece.

El joven, que decidió marcharse del centro voluntariamente en el que solo ha permanecido unos días, regresó a Noruega e intentó ponerse en contacto con una de las jóvenes a la que, presuntamente, habría agredido sexualmente. Se trata de un quebrantamiento de la orden de alejamiento que el juez le impuso después de haber estado en prisión preventiva durante una semana.

Recordemos que sobre Marius Borg pesan dos denuncias por violación. El joven, fruto de una relación anterior de la princesa antes de contraer matrimonio con Haakon, heredero al trono, fue arrestado hace solo unas semanas. Fue el tercer arresto desde agosto. Los vídeos de una de las supuestas violaciones se encontraron en el móvil del propio joven, desde donde fueron grabados, según el periódico Vg.no, que recogió las palabras del abogado defensor: "No se deberían haber presentado cargos porque no hay nada delictivo", aseguraba.

La imputación de Marius hace referencia, según la policía, a un caso de infracción del código penal por mantener relaciones sexuales con alguien que se encuentra inconsciente o que por otros motivos no puede oponerse al acto. Esta denuncia se suma a los cargos que ya pesan contra el joven, que acumula un historial que incluye delitos por robo, posesión de sustancias ilegales y violencia machista. La situación es de máxima gravedad en la familia. Su madre ha sido interrogada, acusada de ayudar a su hijo a esconder pruebas, y la finca real ha sido registrada.