El príncipe Harry y Meghan Markle se compran una casa de vacaciones en Portugal a pesar de sus deudas

Enamorados de Portugal. Así quedaron los duques de Sussex el pasado verano tras pasar tres románticos días en Melides, una población ubicada en la costa de Comporta, la misma en la que veranea Eugenia de York y su marido, Jack Brooksbank. Compartieron con ellos esa idílica escapada y Harry y Meghan quedaron tan contentos que han adquirido una casa de vacaciones para fijar su nuevo refugio paradisíaco en el país vecino.

La nueva vivienda de los duques de Sussex es colindante al Costa Terra Golf and Ocean Club, un exclusivo complejo con todas las comodidades y lujos ubicado a una hora en coche de Lisboa. Según desvela el periodista británico Richard Eden en Daily Mail, Harry y Meghan matan dos pájaros de un tiro: disfrutan de la tranquilidad y los paisajes de Portugal y consiguen la ciudadanía europea para ella, algo que desea desde que se comprometiera con el hijo de Carlos III en 2017. Nunca llegó a tramitarla. Ahora, con una propiedad en Europa, podría conseguir fácilmente la Visa Gold, una acreditación para acceder al espacio Schengen de la Unión Europea, pues el único requisito para recibirla en Portugal es la contribución mínima de 250.000 euros, que podría ejecutarse con este paso inmobiliario.

La adquisición llega en un momento convulso para los duques, que se enfrentan a nuevos rumores de crisis y distanciamiento tras sus últimos actos en solitario. Sin embargo, ese no es el mayor de sus problemas: la Fundación Archewell, que presiden desde 2019, fue declarada "morosa" por el Tribunal de California. El pasado mes de mayo, el fiscal Rob Bonta emitió un aviso de que la fundación está en deuda con distintos acreedores, por lo que está obligada a cesar su actividad hasta que la situación se resuelva. Además, les advirtió de que el proceso para estar en el Registro de Organizaciones benéficas y recaudadores de fondos no se ha completado y Archewell no puede realizar actividades caritativas, como solicitar o desembolsar fondos benéficos. Sin embargo, durante el 2023, donó más de un millón de euros a diferentes organizaciones. Un año, además, pésimo para sus cuentas: según El País, perdieron la mayor parte de sus donaciones (pasaron de 13 millones de dólares en 2021 a algo más de dos millones en 2022) y registró un déficit de 674.000 dólares.