Casas Reales

Alerta máxima por la seguridad de la princesa Amalia de Holanda: cinco nuevos detenidos y un error garrafal


Informalia

Nuevo susto en Amberes por la seguridad de la princesa Amalia de Holanda, amenazada desde hace años por la mafia. Hace unos días, la escolta de la heredera dio aviso a la policía nacional al sospechar que un vehículo en el que viajaban cinco jóvenes estaba siguiendo a la hija de los reyes Guillermo y Máxima. El vehículo y sus ocupantes fueron detenidos a punta de pistola y trasladados al calabozo, donde fueron interrogados. Resultó ser una falsa alarma: se trataba de un famoso DJ y presentador holandés, Serginio Piqué, que pretendía pasar un fin de semana entre amigos.

El susto fue estratosférico para los chavales y su abogado ya ha solicitado una compensación económica a la Casa Real por el fallo garrafal: "Mi cliente y sus amigos agradecerían enormemente que hubiera algún reconocimiento o reparación generosa por parte de la familia real. Al fin y al cabo, fueron sus servicios de seguridad los que avisaron a los belgas".

La huida de la princesa

El susto se quedó en una anécdota que pone en evidencia la tremenda preocupación que existe en estos momentos por la seguridad e integridad de la heredera, que abandonó su país hace un año tras descubrirse que era el objetivo de una peligrosa mafia que pretendía secuestrarla. Entonces, Máxima y Guillermo pidieron ayuda a sus homólogos españoles, Felipe y Letizia, que acogieron a la princesa en la capital: "El año pasado las circunstancias hicieron que residiera en Madrid. Y desde allí pudo continuar sus estudios en la Universidad de Ámsterdam. Todo ello fue posible gracias a la afectuosa dedicación de un gran número de sus conciudadanos y de sus Majestades. Fue una conmovedora prueba de amistad en un periodo difícil. Quiero expresar mi más sincero agradecimiento a sus Majestades", desveló el monarca holandés en su última visita de Estado a España.

Con el líder de la banda Mocro Maffia, Karim Bouyakhrichan, detenido, la familia volvió a respirar tranquila y la heredera retomó su vida en su país. Sin embargo, la fuga del delincuente el pasado mes de abril volvió a poner en jaque a la Casa Real holandesa. Bouyakhrichan, que estaba en prisión preventiva en Málaga, logró escapar tras quedar en libertad provisional con medidas cautelares como la retirada de su pasaporte, la obligación de personarse en el juzgado cada 15 días y el pago de una fianza de 50.000 euros. El Juzgado Central número 2 de la Audiencia Nacional emitió una Orden Europea de Detención y Entrega (OEDE) para dar con su paradero.

Segundo episodio en un mes

Se trata ya del segundo 'susto' para la Casa Real holandesa este mes de agosto, pues el pasado día 9 la policía recibió un aviso por parte de la escolta de Amalia por la presencia de dos conocidos narcotraficantes en las inmediaciones de su piso de soltera. "La policía quería que los dos hombres salieran con ellos del edificio, pero ellos se negaron. La situación se volvió un poco incómoda, con un tenso altercado y forcejeo entre los hombres y la policía", aseguró un testigo en el diario alemán Bunte.