Froilán se puso las botas en Zarzuela y acabó su cumpleaños en una taberna de Madrid con su amiga especial: "Por nosotros"

Froilán sopló las 26 velas este miércoles, 17 de julio, en Madrid, tras regresar de Abu Dabi para pasar este día tan especial con las personas que más quiere (a excepción del emérito don Juan Carlos, con quien tendrá tiempo de celebrarlo ya que no se separan el uno del otro en los Emiratos).

El hijo de la infanta Elena y Jaime de Marichalar celebró su cumpleaños por partida doble, primero con la reina Sofía (y sin Felipe VI y doña Letizia en Zarzuela) y después con sus amigos (entre quienes se encontraba su amiga especial) en una conocida taberna de Madrid.

En la comida organizada por la emérita en sus instalaciones de Zarzuela, adelantada por La Razón, también estuvieron algunos de sus primos Urdangarin. Hay que recordar que tanto Irene como Miguel viven allí desde hace no mucho, bajo el cobijo de abuela, que siempre está para sus queridos nietos y nietas cuando la necesitan. Victoria Federica también estuvo en Zarzuela con su hermano, al igual que su madre, la infanta Elena.

El cumpleaños de Felipe Juan Froilán de Todos los Santos de Marichalar y Borbón no acabó ahí, pues después puso rumbo al centro de Madrid, a la zona de Ponzano, en Chamberí, para celebrar su cumpleaños con la familia que se elige, sus amigos. Como hemos dicho, con él estuvo su amiga especial, Belén Perea, que felicitó a Froilán a través de sus redes sociales con un mensaje, también muy especial: "Que todos tus sueños se cumplan, te lo mereces. Feliz cumpleaños, por ti, por nosotros".

El lugar escogido para celebrar el cumpleaños fue El Doble, una famosa taberna frecuentada por famosos que el sobrino de Felipe VI conoce muy bien, pues no es la primera vez que se deja caer por allí. En cuanto a Belén Perea, con ella demuestra tener una gran complicidad pese a que hace alrededor de dos meses, en Las Ventas, insistiera en aclarar que es una muy buena amiga.

Froilán regresa cada vez que tiene ocasión a España, hasta el punto de que ya hemos perdido la cuenta de las veces que ha vuelto desde que se fuera a Abu Dabi a trabajar gracias a las influencias de su abuelo. Pese a que allí no le falta ninguna comodidad, el joven Borbón echa mucho de menos a su gente y el estilo de vida que lleva en España.