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Beatrice Borromeo, entre la mafia y la jet set
- ¿Quién es realmente la próxima princesa de Mónaco?
Informalia
La joven aristógrata dará el "sí quiero" mañana a Pierre Casiraghi. Sobre ella se conoce que es periodista, que en sus venas corre sangre azul y que es una defensora a ultranza de las causas sociales pero... ¿quien es realmente Beatrice Borromeo?.
Lo primero que llama la atención de Borromeo es su aspecto. Su sonrisa impecable y una larga melena rubia son sus señas de identidad, pero detrás de esta imagen casi angelical hay una joven que ha sabido aprovechar las oportunidades que le da la fortuna personal sin olvidar su lado humano. Aquel que le hace desplazarse en Vespa y mojarse por los valores sociales y feministas.
Hija del conde Carlo Borromeo y de la también aristócrata Paola Marzotto, desde pequeña tenía claro que quería estudiar Periodismo. Así, se desmarcó de la marcada línea aristogrática de su familia mientras recorría Milán en su viejo ciclomotor para llegar a su trabajo como redactora de información política en el diario digital Il Fatto Quotidiano, periódico desde el cual fue muy crítica con Berlusconi: "Odia a las mujeres. Las teme. Las acepta solo si no hacen preguntas, si no le aburren con sus ideas", escribió.
Esta actitud que tomó Beatrice, alejada de fiestas privadas, yates y glamour, se vendría abajo tras enamorarse de Pierre Casiraghi, su compañero de clase y, precisamente, hijo de Carolina de Mónaco y Stefano Casiraghi. De nuevo, realeza y negocios unidos.
Tiene cuatro hermanos: Isabella, Lavinia, Carlo y Matilde, aunque solo con el varón comparte madre y padre. Ella es la benjamina del grupo. La familia ocupa un lugar destacado de la jet set italiana, incluso dicen que nadie es capaz de competir con la familia Borromeo cuando se juntan por Nochebuena. Y es que gracias a los diferentes matrimonios de sus hermanastros, Beatrice está emparentada con el magnate del petróleo Ugo Brachetti Peretti, con John Elkann, presidente de Fiat y con la diseñadora Marta Ferri, esposa de Carlo.
A pesar de que su agenda comenzó a llenarse de galas y bailes reales, la joven italiana continuó su formación. Para ello, se marchó a Nueva York a realizar un máster, tiempo que recuerda con nostalgia: "Sencillamente, no sabían quién era", dice valorando su anonimato en EE. UU.
Durante los dos años que duró el máster, Beatrice preparó un documental sobre la mafia italiana llamado Lady Ndrangheta. El pasado 6 de marzo fue estrenado en un canal italiano. En él narraba el crucial papel de las mujeres de la mafia calabresa en el complejo entramado de drogas, asesinatos y vendettas familiares. "Me estremeció la crueldad con la que ordenaban matar a otras personas?, declaró después de que su cámara grabara durante meses a las matriarcas más importantes y peligrosas de la camorra.
Borromeo también ha realizado sus pinitos en el mundo de la moda. Antes de hacer los 18 años ya había desfilado para marcas tan importantes como Chanel, Roberto Cavalli, Paul Smith, Valentino o Roccobarocco, guardando gran relación con Armani, casa que probablemente hará el vestido con el que pisará el altar.
En los últimos tiempos, se ha comentado que desde la casa real monegasca le han pedido que deje su profesión de cronista, no obstante, ella lo ha tratado de desmentir alegando que Pierre es el primero en apoyarle y en animarle a seguir en todos sus proyectos, tanto profesionales como periodísticos. su otro apoyo en la casa monegasca es Caarlota Casiraghi, con quien comparte una gran amistad.
Su ambición e independencia laboral son factores que gustan en el Principado, no así hacia donde dirige sus pretensiones, como cuando ha atacado a la propia aristocracia: "Ganar un juicio siempre es agradable, pero contra Víctor Manuel de Saboya el placer es doble", escribió en marzo sobre el fallo que favoreció a ella y a su diario. Estas palabras fueron contestadas por Filiberto de Saboya, que le llamó "inútil".
A pesar de poder sufrir el deslumbramiento del lujo y el glamour, Beatrice lo tiene claro: "No somos de hoteles de cinco estrellas", dice sobre ella y su casi marido. Esto no son simples declaraciones, puesto que ambos pasaron el fin de año durmiendo en una tienda de campaña en Marruecos. "Nunca he pasado tanto frío", comentó después.
Estas libres escapadas cada vez son menos, ya que hay muchos intereses que atender. Entre regatas, desfiles y actos de la jet set cada vez queda menos tiempo para dedicarlo a sus verdaderos gustos personales. Sin embargo, de vez en cuando, surge una princesa con alma de rebelde, Beatrice Borromeo.