Críticas a Jorge Sanz por hablar de la hija a la que desatendió durante 18 años: "Es un jeta"

A sus 52 años, el actor, niño eterno del cine español, ya es abuelo: "Soy un experto en biberones". Ha sido gracias a Marta, su hija mayor, a la que conoció cuando ella cumplió la mayoría de edad. Su historia no es del todo desconocida pero este viernes Jorge Sanz ha desvelado nuevos detalles de su relación y las redes le han sentenciado: "Me parece un jeta".

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El protagonista de Belle Epoque ha explicado que ya no estaba con la madre de la criatura cuando se enteró del embarazo. Estaba ya de siete meses y él, que entonces tenía 19 años, no reaccionó bien. Cuando quiso enmendarlo, ella tenía una pareja estable que estaba dispuesta a hacerse cargo de la niña y a Jorge le pareció lo mejor: "Me hubiera gustado reaccionar antes, pero no lo hice y tuve que asumir las consecuencias. La niña era pequeña, iba a desestabilizarla y decidí dar un paso atrás por su bien", ha contado en Deluxe. "Me arrepentí muchísimo, cada día".

Supo de la niña por un abogado que ejerció de intermediario y cuando cumplió los 18 años se conocieron: "Lloré muchísimo, fue un flechazo. A los tres meses estaba viviendo conmigo. Ella lo sabía todo y estaba deseando conocerme, y yo a ella. Es una mujer extraordinaria, tenemos un vínculo especial". Ahora, lo ha convertido en abuelo: "Siento que, de alguna manera, se ha cerrado el círculo".

Sin embargo su relato, lejos de conmover a la audiencia, ha recibido algunas duras críticas en redes sociales.

El actor también ha hablado de su hijo Merlín, fruto de su relación con la actriz Paloma Gómez, y su lucha por la investigación de la fibrosis quística, con la que nació: "Es un luchador, toma 12 pastillas con cada comida". También ha recordado el infarto que sufrió ("Me hizo dejar los malos hábitos, aunque la vida me la salvaron mis hijos") y hasta de su amigo Antonio Resines: "Ha estado muy mal, estuvimos una semana muy preocupados". 

Sanz atraviesa ahora uno de sus mejores momentos: "Soy un madurito interesante". Mantiene una relación estable con la empresaria portuguesa Aurelie Domingues, con quien fue padre de su tercer hijo, Lope.