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Shannen Doherty (Sensación de Vivir) habla del cáncer tras su primera recaída: "Estoy agotada y tengo hemorragias nasales"
Informalia
La recordada Brenda de Sensación de Vivir se ha convertido en un ejemplo de lucha y coraje. Con un cáncer de mama en estadio cuatro que le fue diagnosticado en 2015, acaba de superar su primera recaída, en 2020, que le obligó a parar su vida laboral para centrarse en su salud y seguir las recomendaciones médicas. A sus 50 años, y con motivo del mes dedicado a la concienciación del cáncer de mama, Shannon Doherty ha expuesto sin tapujos sus secuelas y las imágenes de su sufrimiento para mostrar la realidad de esta enfermedad y la entereza con la que la enfrenta: "Estoy agotada y tengo hemorragias nasales".
"Para el mes de concientización sobre el cáncer de mama, me gustaría compartir más sobre mi propio viaje personal desde mi primer diagnóstico hasta mi segundo. ¿Es todo bonito? NO, pero es sincero y mi esperanza al compartirlo es que todos seamos más educados, más familiarizados con el aspecto del cáncer. Espero animar a la gente a hacerse mamografías, hacerse chequeos regulares, superar el miedo y afrontar lo que pueda estar frente a usted", ha escrito Doherty en redes sociales.
"En 2015 me diagnosticaron cáncer de mama. Me sometí a una mastectomía e hice quimioterapia y radiación. Tuve muchas hemorragias nasales por la quimioterapia. No estoy seguro si alguno de ustedes experimentó esto. Yo también estaba más que cansado. Me animé poniéndome un divertido pijama que me regaló mi amiga Kristy. ¿De verdad me animaron? ¡¡Sí!! Jajaja. Me veía ridícula y en esa ridiculez, pude reírme de mí mismo. Encontrar el humor me ayudó a superar lo que parecía imposible. Espero que todos encontremos el humor en lo imposible", ha explicado.
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La actriz y productora, casada con el fotógrafo Kurk Iswarienko, también recuerda otro de los momentos más duros en su lucha contra la enfermedad: el día que perdió el cabello. "Cuando comencé la quimioterapia, probé un gorro frío con la esperanza de salvar mi cabello. Si bien funciona para muchos y es asombroso, no funcionó para mí. Mi cabello se caía en mechones cuando lo lavé, tenía zonas calvas y cada vez era más difícil cubrirlas. Finalmente tomé la decisión de afeitarme lo que quedaba de mi cabello. Fue una batalla en sí misma. Amaba mi cabello. Me había definido hasta cierto punto y me había proporcionado una especie de manta de seguridad".