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Quim Torra llega al Palau de Justicia junto a la mujer que comparte su vida hace 32 años


    Sara Tejada

    El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña juzga este lunes al presidente de la Generalitat, Quim Torra, por desobedecer la orden de la Junta Electoral de retirar los lazos de los edificios públicos en la campaña del 28-A, un caso que puede costarle hasta dos años de inhabilitación. A su llegada, al Palau de Justicia este lunes, el presidente catalán llegó arropado por varios de sus consejeros. Pero a su lado, como siempre desde hace 32 años, estaba su mujer, la profesora Carola Miró, 'primera dama' de Cataluña.

    El actual presidente de la Generalitat, que cumple 57 años el día de los Santos Inocentes, conoció a Caro, tres años como la llaman sus seres queridos, en el colegio de los Jesuitas de Sarriá, el mismo en el que estudiaron los Godó o los Bultó, entre otros cachorros de la burguesía catalana.

    Sin embargo, esa mujer que va del brazo de Quim Torra en las imágenes que vemos este lunes, se enamoró de su compañero, tres años mayor que ella, en 1987, y en el círculo en el que se movían, casi todos decían que aquello sería "para siempre". Amante de la literatura y de profundas convicciones religiosas, suele ir a misa cada domingo junto a su marido, costumbre que siguen desde que eran jóvenes. 

    Carola Miró ejercía de profesora en la escuela Thau, un colegio catalanista, independentista, de la zona alta de Barcelona, aunque cuando pidió la excedencia cuando su marido fue enviado a Suiza como empleado de Winterhur Seguros como senior managament talent pool member.

    En Suiza crecieron sus tres hijos, Carola, Guillem y Helena. Todos son ya mayores de edad y comparten con sus padres y sin fisuras la causa independentista, si bien su hija Carola dejó claro hace diez años que era fan de la Selección Española cuando fue campeona del Mundo, tal y como dejó dicho en sus redes sociales. 

    Como ya publicamos cuando su marido sucedió a Puigdemont, sus amigos crearon una página web para la mujer del president en la que todos escribían recuerdos.

    Allí, el propio Quim Torra la define así: "Nunca te he oído quejarte por nada, ni dar un no a nadie por respuesta. Al contrario, siempre una sonrisa a punto para cualquiera que lo necesitara. Huyendo de cualquier protagonismo, trabajadora inagotable, pero disfrutando de los pequeños momentos fabulosos de la vida: regar un geranio, coser un botón, hojear un libro, tomar el sol en una tumbona, darles un beso a los hijos". "Tenerte a mi lado, sentir tu sencillez y bondad, hacen que la vida tenga otro sentido cada día. Carola, Guillem, Elena y tú, rellenáis mi vida". "Tienes la suerte de ser querida por todos. Pero a menudo no te decimos todo lo que te queremos", escribe el president.

    La señora de Torra es aficionada al patchwork y al punto de cruz. Sus seres queridos llaman caroladas a los trabajos que confecciona, que por cierto suele regalar. 

    De 'mani', con escolta

    Hace pocas semanas, Carola Miró volvió a aser protagonista cuando se publicó que había utilizado recursos públicos para irse de manifestación por Barcelona. La esposa de Torra acudido a una concentración independentista en solidaridad con la situación de Hong Kong frente al Consulado General Chino en Barcelona, adonde llegó en coche oficial y con escolta.

    La 'primera dama' catalana participó en la marcha llamada Gloria para Hong Kong. En ella, centenares de personas cantaron en catalán y junto a un piano el himno de las protestas de Hong Kong para reclamar democracia en España y China.

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    Carola estaba acompañada por un agente de los Mossos d'Esquadra que actuaba como escolta. La mujer de Torra, llegó y se ha marchó en un coche oficial. Iba junto a otras dos activistas, una de ellas Montse Cantín, consejera municipal de Junts per Catalunya en el Ayuntamiento de Barcelona.