
Una de las fórmulas más directas para conocer el impacto económico que tiene una gran competición deportiva en un país es atender al número de visitantes que va a recibir con motivo del torneo y el dinero que se van a gastar durante su estancia. En el caso de la Copa del Mundo, la Federación Española de Baloncesto estima que se producirán 270.000 pernoctaciones de hotel por parte de aficionados de diversas partes del mundo. Durante el evento éstos se gastarán 42 millones de euros que irá directamente a las cajas registradoras de los comercios y negocios locales de cada una de las ciudades que serán sede de la Copa del Mundo, siendo la hostelería el sector más beneficiado.
¿Estas cifras son moderadas, contenidas o excesivamente optimistas? Un dato que sirve para ponderar las previsiones de la FEB es el de la venta de entradas a extranjeros. De las 470.000 que ya se han vendido se estima que aproximadamente el 40 por ciento corresponden a aficionados de otros países, según la FIBA. Es decir, que Madrid, Barcelona, Bilbao, Las Palmas de Gran Canaria, Sevilla y Granada, que son las seis ciudades que acogerán los partidos del torneo, van a recibir a 188.000 seguidores extranjeros que viajarán a España para ver los partidos de sus respectivas selecciones durante el evento. Siguiendo las estimaciones de 42 millones de euros de la FEB, cada uno de estos aficionados se gastaría 223 euros de media durante su estancia, lo cual representa una previsión muy moderada. Más si cabe cuando se compara con los estudios que han realizado por su cuenta cada una de las ciudades sede.
7.000 finlandeses en Bilbao
Bilbao fue la primera de las seis sedes que agotó todas las entradas puestas a la venta de manera anticipada. El hecho de que Estados Unidos vaya a jugar la primera fase en la capital vasca ha resultado ser un poderoso imán para captar aficionados que quieran ver al mejor equipo del planeta. Pero el mayor gasto no vendrá de los seguidores norteamericanos que viajen a Bilbao, sino de los turcos y, sobre todo, los finlandeses. La Federación Turca ya anunció en junio que había recibido peticiones de 3.000 aficionados para comprar entradas para los partidos que este combinado dispute del 30 de agosto al 4 de septiembre en la ciudad. Y otros 7.000 finlandeses ya han reservado la suya.
El Ayuntamiento de Barakaldo ya se ha apresurado a amortizar la visita, ya que la mayoría de estos finlandeses han reservado hotel en este municipio. De hecho a principios de mes su alcalde presentaba un informe según el cual la expedición finlandesa aportará 1.833.650 euros a la economía local en pernoctaciones. Otros cuatro millones más se obtendrán de los diversos actos organizados para la ocasión, entre ellos una gran fiesta el 31 de agosto para los seguidores de Finlandia.
La diputación de Vizcaya también ha hecho sus cuentas. Y éstas dicen que la Copa del Mundo de baloncesto inyectará 30 millones de euros al PIB vizcaíno. Bilbao recibirá la visita de 22.500 personas, de las que la mitad serán de fuera del País Vasco y se gastarán 18.103.000 euros. La hostelería será el sector más beneficiado con el evento. El informe de la diputación señala que, de los 19 millones de euros calculados como gasto directo de organizadores y asistentes al evento deportivo, casi 17,5 millones revertirán en hostelería, medio millón en el pequeño comercio, 485.000 euros en transportes, otros 450.000 euros en construcción y más de 140.000 euros en el sector publicitario. Además, la Copa del Mundo ayudará a la difusión del País Vasco como destino turístico.
82 millones para Canarias
Granada también espera la llegada de 15.000 extranjeros a partir del 30 de agosto, con un retorno en forma de gasto por parte de éstos de 15 millones de euros. Esta ciudad, al igual que Sevilla, ha activado un plan para dar a conocer a los visitantes los atractivos turísticos y culturales de ambas poblaciones, de tal forma que el turismo se vea directamenete beneficiado con motivo de la Copa del Mundo.
Los 15 millones en gasto de aficionados extranjeros de Granada o los 30 de Bilbao se quedan cortos ante el estudio de impacto que ha presentado el Cabildo de Gran Canaria de cara, no a los partidos que dispute de la Copa del Mundo, sino al encuentro preparatorio que el próximo 26 de agosto jugarán Estados Unidos y Eslovenia en el Gran Canaria Arena. El consejero de Deportes del Cabildo cifra en 82 millones los retornos económicos que se obtengan. En este caso no se trata de ingresos directos por parte de los aficionados -aunque las entradas para el partido, que costaban entre 30 y 100 euros, se agotaron en apenas 6 horas tras salir a la venta-, sino de retornos publicitarios y de promoción para la isla en el mercado norteamericano, ya que el encuentro se televisará en 215 países y será visto por 40 millones de estadounidenses, según las previsiones del Cabildo.
A la vista de las expectativas que genera la Copa del Mundo y de los diversos estudios de impacto para la economía local de las ciudades sede, puede que la previsión inicial de 42 millones en gasto de hostelería y pequeño comercio termine quedándose corta una vez concluya el torneo.